Para los que no saben, este blog responde a una iniciativa de Diecast Central.
Por más datos pueden darse una vueltita por Auto Modellbaus y Lauburu43.
Algún día seremos como mil.
Como ya estuve escribiendo sobre mi cumpleaños, y a modo de discurso antes de la cena, los invito a repasar los últimos años del die cast.
Como propuesta, los desafío a recordar dónde estaban y qué coleccionaban en cada año.
Cuando yo empecé a coleccionar, aproximadamente hacia fines de los ochenta, el die cast era una expresión desconocida. al menos para mí.
Por esos años se conseguían algunos Matchbox de Macau y -en los supermercados- Majorettes, todo en blister.
Luego entrando en los noventa empecé a explorar las alternativas del 1/43.
A comienzos de la década, comenzó la invasión de Bburago, al principio sólo en 1/43.
Hacia 1993 las casas de hobbies reventaban de Solidos, el Cabo hubiera estado contento.
También hubo una importante invasión de Brumm. Eran años de plata dulce y cualquier comerciante se autodeclaraba importador de una u otra marca.
Yo estaba contento porque eran alternativas mejor acabadas que los Bburago y de relativo bajo costo, aunque el producto italiano costaba al menos el doble que el galo.
Seguramente había otras alternativas pero mi reducida economía restaba amplitud a mis estudios de mercado.
En 1994 descubrí los Bang y luego los Model Best, más exclusivos y caros aún.
Sobre el fin de los noventas, los italianos Brumm y Bang eran un recuerdo pero aún sobrevivían los Bburago y los Solido.
Para esos años -1997, para ser preciso- Shell mandó la promo de las Ferraris Maisto en escala 1/38. Tenía algunos modelos muy bien acabados, lástima esa escala tan impar...
Tabién en 1997 explotaron los negocios de "
Todo por 2 pesos", algunos de los cuales tenían los primeros modelos de New Ray que llegaron al país. Algunos muy lindos y otros muy básicos, algún día les muestro alguno de los que me quedaron.
Y los Vitesse de Portugal, nunca olvidaré el precio de 70 dólares que he pagado por algunos, sobre todo por los que luego aparecieron a bajo costo en las enciclopedias, pero no nos apuremos todavía.
Por 1998 llegó una nueva oleada de Matchbox.
En los feeshop se conseguían los Lledo, otra forma de interpretar el die cast.
Sin mucho respeto a la escala ni al rigor histórico, los pequeños Lledo tenían un encanto que persiste a través de los años.
En el mercado interno, los Buby empezaban a cotizar fuerte.
Eso dio lugar a muchos artesanos que fueron sacando los primeros modelos de resina, macizos sin interior, que se empezaron a ver en algunas casas especializadas de Capital.
En esos años conocí los primeros Minichamps, recuerdo modelos de carrera, todos del DTM, con mucha decoración.
No sé si en esos años hacían modelos citadinos.
Y los Bburago, ahora en todas las escalas posibles y a muy buen precio, que inundaban librerías, góndolas de supermercados y video clubes.
Jodos empezaba sus primeros trabajos por esos tiempos. Cupecitas de TC y algunos Sport Prototipo, eran los primeros modelos de white metal argentinos artesanales que veía.
1999 vió la reedición de algunos modelos de Buby (Torino, Chevy, Falcon, el colectivo tan criticado) aunque todos nos quedamos con ganas de ver más modelos.
Pensar que esos modelos hoy cotizan más de cuatro cifras, ni qué hablar de los más viejos.
En el 2000 empezó el fenómeno Hot Wheels, con las góndolas de supermercados atestadas de blisters.
Luego los primeros Cararama que llegaron a los supermercados en 2001.
Y mucho Hot Wheels, en todos lados. He llegado a encontrar blisters en venta hasta en kioscos de revistas y farmacias.
Tanto autito, a buen costo y -debemos reconocer- deseable, resultó en legiones de coleccionistas que se nuclearon en foros de internet, otra costumbre que por ese entonces también empezaba a popularizarse.
En 2004 conocí los Real Toy y luego a Motor Max, que junto a otros (en menor o mayor medida Majorette, siempre presente) acrecentaron la oferta de 1/64.
No podemos ignorar a Johnny Lightning. Aunque sólo se vendieron en Mercado Libre y en el Parque, nunca se distribuyeron en forma masiva, así terminaron siendo la alternativa para los que querían algo más que un Hot Wheels.
Recuerdo encuentros de coleccionistas multitudinarios, con muchos muchos autitos 1/64, todos muy baratos y fáciles de comprar.
Esta disponibilidad dió lugar a un coleccionista "de ocasión" que se limitaba a comprar lo que el mercado le ofrecía a buen precio y en cantidad.
Un coleccionista tipo no se conformaba con un modelo. Al menos compraba siete u ocho.
El coleccionismo se hacía masivo, pero casi siempre en 1/64.
Al mismo tiempo, como aprovechando el éxito de Hot Wheels, la otrora británica Matchbox vino a recuperar sus fueros, llenando espacios y compitiendo por las góndolas.
Lástima que los modelos eran muy infantiles (recuerdo tractores con sombrero y otras obsenidades).
En 2005 empezó otra revolución que cambiaría el perfil de muchas colecciones: las enciclopedias coleccionables.
Historia de Porsche, Cien Años de Automóvil, Taxis, Rally, Autos de Ensueño y otras formas de vender a 35 pesos autitos Vitesse que antes costaban 70 dólares.
Ni falta hace decir que eran modelos de primera, excelentemente resueltos y terminados.
Muchos se iniciaron en el coleccionismo, casi sin darse cuenta, gracias a esos fascículos.
Para esos años, Matchbox tuvo un oportuno cambio de dirección y empezó a sacar modelos casi clásicos y muy deseables.
Los coleccionistas de 1/64, agradecidos.
En estas circunstancias, el panorama del coleccionismo vernáculo de dividía entre los 1/64 de blister y los coleccionables 1/43.
La dicotomía no era sólo en términos de escala, sino que ser reflejaba en la temática: Los chiquitos eran en mayoría yankis y los grandotes 1/43.
Hablando de grandotes, desde el 2000 en adelante venía aumentando la cantidad (en número y variedad) de 1/18.
Primero habían sido algunos flashes aislados (recuerdo los Anson).
Luego los BBurago, casi como una curiosidad impar, después los Yat Ming y finalmente todos los demás.
En 2006 también surgió otro fenómeno que aún tiene secuelas: la película Cars y las góndolas se vieron atestadas con miles de clones de Rayo, Mate y otros.
Seis años ya! Vieron cómo pasa el tiempo?
Yat Ming entre 2006 y 2008, primero en escalas chicas y luego 1/43 y 1/18.
Por esos años llegó Green Light abriendo otra dimensión en 1/64. Indudablemente marcaría el estilo.
En cualquier caso, la marca número uno de cualquier colección o escaparate era HW, al menos en cantidad.
Los coleccionistas de 1/64 de para bienes.
Hasta que muy poco tiempo después, fines de 2010, empiezan a desaparecer los Hot Wheels.
Primero escaseando y luego una lenta agonía de los modelos más feos que permanecían sólo porque nadie quería comprarlos.
Lo interesante es que los coleccionistas seguían firmes a la escala y al american muscle, matando penas con los otros que aún quedaban en el mercado (Johnny Lightning, Green Light y algún Yat Ming), aunque nunca en el comercio.
RESUMIENDO,
En estos últimos dos años, la escala 1/43 se tornó masiva con los coleccionables (God save Altaya y Agostini).
La escala 1/18 creció en calidad, variedad y sobre todo en disponibilidad (en cualquier momento empiezan a salir en enciclopedias).
Y en este último año, los Hot Wheels que son cada vez más difíciles de conseguir, aunque cada tanto entra alguna partida.
Sería interesante conocer el siguiente "signo de cambios", al menos de lo que nos espera en cuanto a modelos comercializables:
- otra reedición de Bubys?
- enciclopedia con "Los Torinos de Buby"?
- 1/18 en blisters?
Para cerrar, los dejo con unas palabras de Charly García, seguramente los más viejos se acuerdan:
"
... mientras miro las nuevas olas yo ya soy parte del mar..."
ah! las fotos de los modelos son al azar, nada que ver con los autitos que se mencionan en el texto.