Resumen de lo publicado: yo trabajaba en una empresa en la que entró un nuevo gerente de compras al que le regalaron un camioncito de Schenker que por una cuestión casi casual terminó en mis manos.
DIGALO CON CAMIONCITOS
Este gerente reorganizó el departamento y tomó un jefe de comercio exterior, justo arriba de mi posición en el organigrama.
Es decir que en menos de un año tomaron un jefe y un gerente, dejándome exactamente en el mismo puesto donde estaba antes, pero con dos tipos arriba mio.
Este jefe también tuvo su acercamiento con Schenker y lo celebraron con un viaje por Europa donde le mostraron la red de sucursales.
Al regreso de la gira triunfal, también traía su camioncito en la valija.
Afortunadamente, este camioncito también llegó a mis manos sin que yo lo pida siquiera, el hombre lo puso en mis manos en cuanto abrió el portafolio.
Tomemos aire y suframos el fenómeno.
La trompa es un poco más sencilla que el anterior, aunque no sin espectacularidad.
Muchos insertos, hasta las luces de giro son piezas aparte.
Esta vez la sorpresa viene por el lado trasero.
Tanto la tractora como el acoplado cuentan con los contenedores retirables.
Cada contenedor tiene cuatro sutiles patas extensibles.
Para los acostumbrados a manejar modelos de diecast metálicos, estos modelos plásticos se perciben definitivamente livianos y extremadamente delicados.
Uno tiene la cosa en la mano y siempre hay una sensación de que está a punto de quebrarse simplemente por la presión de los dedos.
El chasis desnudo también tiene muchas piezas separadas y detalles.
El modelo también tiene cabina basculante, aunque ya no causa tanta sorpresa.
El motor está mejor resuelto que el anterior.
En fin, con esta entrega se acaba la aventura camionera 1/87.
Espero no aburrirlos demasiado.
To be continued
Gaucho Man
el ameno