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jueves, 24 de enero de 2019

gaucho trabajando


 


TODO EN SU MEDIDA Y ARMONIOSAMENTE

Hace unos años yo profetizaba que la vida del coleccionista tenía un antes y un después de la primera vitrina.
En la primera vitrina, el coleccionista juntaba todo lo que venía acumulando bajo el pretencioso título de "colección".
El resultado no mentía, era una calificación explícita del nivel de coherencia temática, escalar, o lo que fuere.
En ese momento, el coleccionista sabía que había piezas que debían quedar y otras que debían salir de la colección.
También profetizaba que este fenómeno podía repetirse varias veces al año.



Seguramente recuerdan un post anterior , allá por setiembre en el que mostraba mis avances tras las obras de pintura en mi casa.
Aunque no crean, el trabajo de restituir las cosas a su lugar, aún sigue sin terminar.



Precisamente, en estos días estuve armando vitrinas y nuevamente transcurrí por esa cuestión.



Como siempre (y como todos, según creo) el factor limitante es el espacio.
Las matemáticas no engañan, no es posible poner autitos donde no hay lugar.
En mi caso particular, mis colecciones de autos nacionales civiles y autos nacionales deportivos se vieron engrosadas por los coleccionables de kiosko, y en algún caso por mis manualidades.
Aproveché para sacar una orda de Lamborghinis, y los camiones y buses que esperarán tiempos más propicios.



El tema es que pese a la poda temática, igualmente tuve que seleccionar modelos que quedarían y modelos que deberán esperar.

La batalla más reñida fue de los TC.
Yo ya tenía un variado muestrario de TC, algunos artesanales, otros incunables de nuestra vieja industria juguetera. Todos modelos perfectibles pero con mucha carga emocional, con el sabor de las cosas que no volverán.
Ahora están los coleccionables, con un nivel de perfección capaz de humillar a cualquier juguete o modelo artesanal.



La decisión fue difícil pero opté por dejar los coleccionables afuera, al menos la gran mayoría.
En algunos casos mantuve varias representaciones del mismo modelo, más que nada para apreciar las diferencias (sobre todo en Truenos y Liebres).



También dejé espacios en blanco, esperando futuros modelos que vengan a completar las vitrinas.
Otra cosa, no sé si notaron el auspicio de Coca Cola para las nuevas vitrinas.


LAS COSAS EN SU LUGAR

Como verán, las vitrinas están en el living de mi casa. 
El espacio es muy limitado y los autitos comparten lugar con otros efectos familiares, desde álbumes de fotos hasta música o literaturas varias, pasando por adornos, cuadritos y/o esos cajones de mimbre que guardan cualquier cosa.
Podría mandar todo a otra habitación y meter tres o cuatro vitrinas más, pero la verdad es que no quiero transformar al living en un museo de miniaturas.
Sería causal de divorcio.

COMING SOON



No podía dejar este soporífero dossier sin compartirles los proyectos en camino.
El colorado (Baufer Cheetah) está detenido a la búsqueda de un parabrisas, y de un color adecuado.
El amarillo (Formisano Aranzana) está en gestión de calcos, créanme que le falta muy poco.




Los otros dos (Formisano Camello y Avante) están en proceso y tomarán algunos meses todavía.
Para despedirme, les mando una foto de mi banco de trabajo.







That´s All Folks!




Gaucho Man
el indeciso







viernes, 18 de enero de 2019

liebre iii - enciclopedia tc 1/43





Así como lo ven, 
este fenómeno con forma de supositorio es el eslabón perdido entre el TC y el SP.
En efecto, la Liebre III era un híbrido que con pequeñas modificaciones, 
calificaba para las dos categorías.
Gaucho Man
mayo de 2014

EL ESLABÓN ENCONTRADO

Sepan disculpar la auto cita.
Sé que denota una falta de modestia poco elegante, pero me encantó.
El texto viene de un anterior post sobre este mismo auto, en versión de LG Hobby.
Les recomiendo la lectura, que seguramente sale más airosa que esta porquería que estoy escribiendo ahora.



El modelo viene de la Enciclopedia de TC, y corresponde a otro fenómeno largamente esperado por el colectivo coleccionista, quizás más aún que los otros autitos que ya vimos.

Piensen en aquellos años, el top ten de reproducciones coetáneas empezaba con el Trueno, luego con la Liebre II, la Garrafa y quizás algún Berta.
Parafraseando al poeta argento se podría escribir "Setenta autitos y ninguna Liebre III".
Así las cosas, sin autitos para la referencia, yo crecí con total desconocimiento del fenómeno, apenas pude tomar contacto "de oído" varios años después.



Pido disculpas (una vez más) por las fotos chotas, juro que fue toda una producción al aire libre y en horario central (15:00hs).
Tengo que aceptar que la cámara no es la mejor funcionalidad de mi teléfono.



Pasados los años, cualquier paparulo que vivió al margen del fenómeno (como yo), ve la Liebre, así, tan estilizada y hasta sonriente, y la conclusión es instantánea: es la Liebre que uno gustaría tener en el garage de su casa, para uso personal, si hasta tiene lugar para el tubo de GNC!



Hablando en serio, puede gustar o no, 
pero es innegable que se ve más elaborada que la Liebre II antecesora.
Menos cuadrada.



La cola más aerodinámica, con la línea que cae del techo en un fastback apenas insinuado y termina en una ventana trasera de forma poco usual.
En realidad, toda la cola cae un poco por detrás del guardabarros trasero, vean la línea de la cintura en la vista lateral y después me cuentan.
Por debajo de la ventanita poco usual y se ve el frente trasero de Torino (o al menos muy similar), un claro guiño al auto estrella de la compañía IKA, con el cual compartían motor.



Lo que realmente me quita el sueño de este bicho son las tomas de aire sobre los guardabarros delanteros.
No sé si enfrían frenos delanteros, alimentan carburadores o simplemente ventilan el interior, pero hay que decir que es una solución inédita y -lo admito- cuestionable del punto de vista estético.



Comparando con fotos de época se ve bastante similar al original, al menos en líneas generales.
Mirando el modelo parece que el techo está un poco bajo (digamos ventanas laterales y espesor del techo propiamente dicho).




Lamentablemente no tengo al auto en la retina como sí tenía la Liebre anterior,
y por este motivo no pienso calificar la fidelidad o proporciones de la reproducción.
Dejo ese punto a los que saben o se acuerdan.


A LOS BIFES!

Hablando del autito, tengo que decir que quedé contento.
El modelo entra por los ojos, los colores son resultones y el fondo blanco va bien para encuadrar cualquier publicidad y/o aplique.
Las ruedas son una delicia, dan ganas de comprar muchos autitos sólo para arracárselas, aunque sea con los dientes.



El modelo sorprende con detalles inesperados.
La foto de abajo es un muestrario de cosas y cositas, uno no sabe qué mirar primero y corre serio riesgo de perderse o mirar dos veces el mismo detalle.
El relieve del capot es muy sinuoso, flanqueado por las tomas de aire laterales que ya mencioné y en el centro las salidas de aire de los radiadores.
Por arriba del parabrisas, las escobillas y por dentro otros chiches que se adivinan.
Y a un costado, un espejo retrovisor color negro que casi ni se ve (fucking foto!).



El otro costado no tiene espejito pero tiene los escapes laterales, de un solo lado, qué lindos que son los autos asimétricos!
Aunque tampoco se ve en las fotos, los laterales traseros muestran pequeñas tomas de aire laterales.




BOLETÍN DE CALIFICACIONES

Esta vez no van a ver un segundo post con fotos comparativas.
Esta vez no voy a criticar el trabajo del chino.
Por el contrario, esta vez va un Muy Bien Diez Felicitado!
El autito salió muy lindo, llama la atención y se distingue en la vitrina;
al final de cuentas, no tengo mucho más que pedir,
es para eso que colecciono.

Los dejo con la imagen sonriente, una vez más.





Y si quieren ver más liebres, les convido los links:

Liebre II 
modelo de Ambrosio y otros
Gaucho Model
modelo de Enciclopedia de TC, hay uno acá y otro acá
Liebre IIb de Ambrosio


Liebre III
modelo de Enciclopedia de TC



That's All Folks!



Gaucho Man
el acérrimo




martes, 15 de enero de 2019

fuera de programa: resumen del año 2018




Hace unos días estaba escribiendo el primer post de la Liebre II (primer post en casi dos meses), y el Cabo Reyes me sugirió hacer un resumen del año.
Aunque llego tarde para el brindis del 31 de diciembre, me hago eco de la sugerencia y los invito a sufrir un poco.


TODO TIEMPO PASADO FUE ANTERIOR (Les Luthiers)

Si 2017 fue el año de la irrupción de Salvat, el advenimiento de los coleccionables de precio contenido y la invasión de neo coleccionistas prestos a vaciar kioscos a cualquier precio (en realidad, no a cualquier precio);
entonces podemos decir que 2018 fue el año de la definición.

Los coleccionables vinieron para quedarse, demostrando que tienen una excelente relación costo/calidad, y terminan siendo una magnífica alternativa para coleccionar.
Valga el comentario por Salvat con sus Inolvidables y -a partir de mayo 2018- utilitarios, y Planeta Agostini con el TC.
Y también por otras colecciones no originales de argentina, trasplantadas de afuera como los F1, James Bond, taxis y cualquier otra que se me olvide.

Por la situación económica y otras cuestiones varias, el plantel de neocoleccionistas fue depurándose y apuntado a un número más reducido y manejable que hace un año.
La demanda más medida y los kioskos rebosantes de autitos atrasados sin vender, de a poco fueron desalentando la reventa y los sobreprecios. Con la excepción del Perlita, ya no se ven modelos que quintupliquen el valor de tapa.


CRÓNICA DE UNA COLECCIÓN ANUNCIADA

No reventa, pocos neocoleccionistas, kioskos rebosantes...
A primera vista, esta situación pinta el paraíso de cualquier coleccionista, aunque algunos viejos nos sentimos un poco desalentados.
En efecto, la disponibilidad de cualquier modelo en cualquier kiosco, termina limitando la extensión de la colección a la liquidez del interesado.
Parafraseando al mediático, podemos asegurar que "Billetera Mata Coleccionista".
No se trata de buscar, ni esperar. 
La alegría de la recepción de un modelo queda tapada por la compra del siguiente autito, a veces en el mismo momento, en el mismo kiosco.
Lejos quedan los tiempos en que uno compraba uno o dos modelos por mes.
Es que ahora hasta tenemos un fixture de lanzamientos debidamente actualizado por Salvat y/o Agostini.
Es decir que no sólo sabemos cómo seguirá nuestra colección sino las de todos los neocoleccionistas que sintonizan el mismo ritmo del fixture.


EL HOMBRE QUE ESTÁ SOLO Y ESPERA

También queda lejos el tiempo en que algunos personalizaban sus modelos para lograr modelos inéditos.
Peugeot 504 TN? ya viene en camino! Renault 12 Alpine? ya salió! Limousina presidencial? ya salió! Fuego GTA Max? ya está anunciada! Torino Tiwle? ya va a salir! Fiat 128 IAVA? ya salieron dos y en cualquier momento sacan el que falta!
Esto limita aún más la labor del coleccionista.
No personalización, no elección, no nada!
Ya no hay que hacer nada, basta con sentarse a esperar.
A fuerza de meter modelos nos han achanchado de modo que la única actividad del coleccionista es esperar.
Triste destino el del coleccionista argentino.

Mirando para adelante me animo a prever dos años más de Inolvidables y quizás otro tanto de Utilitarios. Obviamente es un cálculo grosero, basado en la cantidad de autos que pueden calificar de Inolvidables.
Los TC van promediando la mitad de la cantidad anunciada.
También sabemos que si el mercado acompaña, las editoriales no tendrían problemas en seguir poniendo nuevos modelos, aunque no sean tan inolvidables, aunque no hayan sido campeones de TC.
Resumiendo: tenemos asegurados los autitos argentinos por dos años más, luego Dios dirá.

Y también tendremos muchas colecciones trasplantadas, de eso hay a patadas en Europa y basta sentarse a esperar (como para las otras colecciones).





That´s All Folks!




Gaucho Man
el ingenuo





viernes, 11 de enero de 2019

liebre ii - enciclopedia tc 1/43 - parte 2





SE VA LA SEGUNDA!

Siguiendo con esta porquería, quiero decir con esta Liebre, les comparto una sesión de fotos que hice que no llegó a tiempo para el post anterior.
Es que quiero señalar los defectos que le encontré a posteriori, que son pocos pero importantes.
Y nada mejor que unas buenas fotos para ilustrar mis dichos.

Noten el esfuerzo por replicar con el autito y mi teléfono el ángulo exacto de la foto que se toma por referencia, no fue fácil.



LA ÚNICA VERDAD ES LA REALIDAD

Básicamente los errores son:

+ Techo plano. Recordemos que este auto se construía con el parabrisas y techo de un Renault Dauphine, de geometría muy abovedada. Por el contrario, esta Liebre tiene el techo plano como una mesa, si lo pintan a cuadritos serviría para jugar un partido de ajedrez.



Un defecto adicional que me señaló un amigo: las ruedas angostas que se ven en la foto de arriba.




+ La trompa un tanto chata, como si fuera el pico del pato Donald.






+ El techo plano, visto de costado, no deja mucho lugar para las ventanas laterales, que se ven de menor altura.






SER O NO SER, THAT IS THE QUESTION



+ Para el postre dejo la vista desde arriba que muestra la trompa perfilada con líneas rectas, afiladas como si fuera una lancha. 
En la foto de abajo muestro del lado izquierdo la línea que se ve en el modelo y del lado derecho la línea redondeada que debería tener según mi recuerdo.
Es una vista difícil de encontrar en alguna foto del auto real, por lo cual es difícil saber cómo era el original sin ver un o en persona. 
Para empeorar, he visto otra reproducción en otra escala de otro modelista que replica la trompa afilada.
Es decir que no sé decir si debe ser afilada o redondeada. 
Si alguno tiene alguna foto se la voy a agradecer.




DESCARGO

También hay que entender la dificultad del trabajo para comprender la calidad del trabajo del modelista.
Ayer miraba un video del proceso para dibujar un auto en 3D (nada profesional, se entiende).
Un video de más de 20 minutos, filmado en cámara rápida, es decir que en tiempo real eran unas ocho horas de trabajo.



Para un autito de diecast son varias piezas e incluye interior, con lo que el trabajo se multiplica.
Y se vuelve a multiplicar cuando hablamos de replicar un modelo real que tiene su correspondiente homólogo a tamaño natural, no hay lugar para el pataleo.


Todavía no entiendo cómo hacen el trabajo, si parten de planos o si lo hacen "a ojo" y van puliendo hasta darlo por terminado.
Sería interesante saber cómo trabaja esta gente.


HAGAN JUEGO SEÑORES!



Como comentaba en el post anterior, las alternativas son tres:
+ podemos perdonar al Chino dibujante, 
+ podemos conformarnos,
+ o podemos esperar a Spark.
Les dejo la elección.


Y si quieren ver más liebres, les convido los links:

Liebre II 
modelo de Ambrosio y otros
Gaucho Model
modelo de Enciclopedia de TC, hay uno acá y otro acá
Liebre IIb de Ambrosio


Liebre III
modelo de Enciclopedia de TC


That's All Folks!



Gaucho Man
el disconforme





martes, 1 de enero de 2019

liebre ii - enciclopedia tc 1/43 - parte 1



 
AHORA SI!

Año Nuevo, Post Nuevo!
Señores, acá está la auténtica Liebre II de Planeta Agostini.
Para empezar, hay que decir que el modelo es un icono, al menos fronteras adentro (no creo que suceda igual en otros países).
Quizás sea comparable al fenómeno del Trueno Naranja o el mismísimo Torino.
Modelos que en su momento entraron en la leyenda por la puerta grande, dejando al descubierto un nicho huérfano de reproducciones (quiero decir que el modelo real era famoso y habita muchos entusiastas buscando reproducciones pero no había ningún autito).

EN BUSCA DEL AUTITO PERDIDO

Fueron muchos los jugueteros que se aventuraron a reproducir las Liebres.
En esos tiempos contemporáneos al fenómeno, se usaba mayormente el plástico inflado, aunque también estuvo Duravit con sus reproducciones extra-large de goma recauchutada o alguna reproducción termoformada para slot en escala 1/32 como ésta:



Los argentinos nos resignamos a esta situación por más de treinta años, a tal punto que muchos coleccionistas serios de 1/43, compartían su vitrina de legítimos diecast con las humildes Liebres de plástico soplado.
Medalla de honor, aplauso, abrazo y beso para muchos que personalizaron sus modelos plásticos, en un acto de amor que los enaltece a ellos y a los propios autitos.

Esta situación duró hasta que algunos artesanos empezaron a presentar sus modelos.
Acá ya conocieron al modelo de Jodos en white metal, datado circa 2001. Un modelo en el cual prevalecía el entusiasmo sobre la excelencia.





Varios años después nos desayunamos con la versión de Ambrosio, una joya de resina que no tiene nada que envidiar a un diecast de primera línea, aunque dista mucho de ser un modelo masivo.





Hasta yo mismo me aventuré con la Liebre, aunque el mi versión resultó terriblemente perfectible, por no decir muy fulera.




INCREÍBLE PERO REAL

Y ahora, cinco décadas después del original, Planeta Agostini pone el modelo en nuestras manos.



Como me sucedió con el Trueno Naranja, incluso teniendo el modelo en la mano, tengo una sensación de miedosa incredulidad, temiendo que a las doce de la noche acabe el hechizo y el autito se transforme en una rústica reproducción de plástico soplado.
Como cuando estamos en un boliche y logramos seducir a una señorita que sabemos que está varios puntos por arriba nuestro y nos preguntamos qué es lo que nos vio, cuánto tiempo le tomará darse cuenta de que somos unos paparulos, cuánto tiempo falta para las doce de la noche.




ANATOMÍA COMPARADA

Hagamos un esfuerzo y dejemos a la señorita antes que ella nos deje a nosotros, y volvamos al autito.
Lamentablemente llegué cincuenta años tarde y me perdí ver estos bichos en vivo y en directo.
Esa distancia me deja sólo un recuerdo apoyado en las fotos de época, que generalmente son en blanco y negro, grano grueso y -para peor- todas tomadas del mismo ángulo y a distancia.



Reconstruir una Liebre es un trabajo más relacionado con la investigación arqueológica que con la ingeniería, no quisiera ver la cara del chino cuando le mostraron las fotos del modelo a reproducir.
El resultado es difícil de calificar.
Si buscan el detalle lo encuentran, las ruedas están perfectas, el mimo del interior del modelo supera cualquier expectativa.





Lo único que me hace ruido es la proporción general, que encuentro muy disociada de lo que yo tenía como una Liebre.
La veo flaca en la vista lateral, quizás el capot debió ser más alto.
El techo se ve demasiado plano, recuerden que este auto tenía el techo del Renault Dauphine.



Y en la vista superior, me sorprende la trompa afilada como si fuera una lancha, aunque mi recuerdo es de una trompa más redondeada.



Será la misma Liebre que yo recuerdo?


NO NOS UNE EL AMOR SINO EL COLECCIONISMO

En cualquier caso, creo que el coleccionista promedio va a estar muy feliz con esta Liebre, el argumento "mejor esto que nada" es muy poderoso.



Así las cosas, nos conformamos con el modelo fácil, vemos el modelo en el kiosko y lo manoteamos contentos como si se tratara del último Buby.
Como se dijo en el comparativo de la Perlita del Cabo Reyes, el coleccionismo da para todo, todos los modelos son válidos pero también es válido sentarse a esperar otra réplica que desempate la situación.
A ver si Spark se anima!



Y si quieren ver más liebres, les convido los links:

Liebre II 
modelo de Ambrosio y otros
Gaucho Model
modelo de Enciclopedia de TC, hay uno acá y otro acá
Liebre IIb de Ambrosio


Liebre III
modelo de Enciclopedia de TC





That´s All Folks!




Gaucho Man
el abducido