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domingo, 18 de octubre de 2020

torino tc - kit 1/43




LA INSOPORTABLE LEVEDAD DEL TORINO

Como siempre me pasa, llega un momento en el trabajo de un modelo en que de juntan dos efectos.

El primero es un momento del trabajo en que se pueden pulir o mejorar algunos aspectos, pero con alto riesgo de joder otros. Mejoro lucesita pero mancho transparente. Limpio transparente pero despego limpiaparabrisas. Pego limpiaparabrisas pero me levanta la pintura. Arreglo pintura pero se joroba otra cosa. Hay que terminar antes de la debacle.



El otro efecto es el cansancio de trabajar con el mismo modelo, a veces durante más de un mes, con el modelo a medio terminar sobre el escritorio. 



Todo esto sin mencionar el stress de tener que pintar tres veces el mismo picaporte o pegar cinco veces el mismo retrovisor!
Este cansancio, también potencia el primer efecto.
Hay un momento que yo cuelgo los guantes y tiro la toalla, basta para mi, tachame la doble!
Así que por lo menos al día de hoy, se acabó el Torino. Y el autito queda así.



Como siempre, faltan detalles que seguramente quedarán en el estado en que se encuentran.



No estoy contento con las luces traseras. Son redondelitos de plástico de 3.2 milímetros de diámetro. Juro que para cortar los redondelitos, tuve que comprar un juego de punzones sacabocado que costó tres veces el valor del autito para armar.
Cuando hice las pruebas, la conclusión es que necesitaba diámetro 3.5 pero no tenía y no había en venta.
Otra cosa que quedó así.



Lo que fue una pequeña aventura fue el interior, con asientos cedidos por un Lancia y una rueda extra que venía en el kit.
Noten los cinturones de seguridad en posición "casual".
Quise hacerle una jaula anti vuelco pero cuando estuvo terminada, la plancha con el interior no entraba dentro del cockpit.



Queda para una próxima etapa:
+ Hacer una base nueva que me permita plancharlo un poco más al piso.
Ponerle una patente atrás.
+ Espejo retrovisor lateral.





RESUMIENDO:

Si recuerdan el post anterior mostrando el armado del kit, podrán apreciar la diferencia entre la carrocería cruda y el modelo terminado.





Las diferencias saltan a la vista, el modelo ha cambiado totalmente.
Aunque siendo honestos, todavía está a años luz de cualquier diecast, incluso del más pedorro.
La conclusión obligada es que estos modelos hechos con tecnología 3D deben quedar como Plan Z para cuando se trata de un modelo no disponible en diecast.



Para estos modelos no disponibles, el 3D es inmejorable. Hay que trabajar un poco pero puedo asegurar que es una aventura atrapante. Es como hacer un Gaucho Model pero sin sufrir con el modelado inicial, teniendo que dedicarle sólo un poco de cariño en el armado y detailing.
También es una regia oportunidad para aprender a pintar. Yo todavía no lo logro.




That's All Folks!




Gaucho Man
el incólumne






domingo, 4 de octubre de 2020

el especial de los viernes: el mundo en 3D

 

TRES VECES 3D

Resumen de lo publicado: el 3D es una cosa macanuda que permite reproducir formas, aunque tiene dos inconvenientes fundamentales, al menos al día de hoy.

El primero es la evolución del sistema y la relación costo/perfección. Un equipo profesional cuesta una pila de miles de dólares. Un equipo doméstico es más barato pero los resultados no son perfectos y requieren una puesta en valor con mucho amor.

Recordemos que así como un equipo en 2D (cualquier pantalla o impresora) particiona una imagen en pixels, los equipos 3D dividen el objeto en capas que un cabezal va depositando lentamente (una carrocería 1/43 puede tomar unas 6 horas).

Estas capas depositadas por un cabezal no son perfectas y generan un efecto desagradable a la vista.
Para la puesta en valor de estas superficies, hay que usar lija y tiempo.
Supe de una laca transparente que cubre estas imperfecciones dejando una superficie más amigable. El problema es que así como cubre las imperfecciones, también cubre algunos detalles finos, por ejemplo las franquicias de las puertas de una carrocería. Tengo que probar este producto.

El segundo  inconveniente de este sistema es que requiere que los modelos sean cabalmente dibujados en un software adecuado. Yo intenté operar uno de estos procesadores y puedo asegurar que no es un trabajo fácil. Afortunadamente, hay gran cantidad de dibujos que se pueden bajar de internet y también hay una legión de verdaderos expertos en el tema que venden su trabajo a precios razonables.

En cualquier caso, la tecnología 3D ya es un hecho en varios nichos industriales y ahora está llegando al modelismo y -un poquito más acá- al coleccionismo.

Este fin de semana tuve dos encuentros con dos personas que están -cada uno por su parte, sin conocerse- explorando los límites del sistema.

UN 3D

(viene del post anterior)
Con Ustedes, en carácter de Avant Premiere Exclusiva, les comparto la trompa del Torino que vieron en el post anterior, en el estado en que se encuentra (faltan las luces de giro y quizás una laca en los faroles para que se vean más brillantes.

El nivel de detalle y prolijidad son tan malos o buenos como el calificador considere.
No sé qué grado de precisión tendrá un producto fabricado con un equipo caro y actual.

En tal sentido, uno se pregunta cómo sería la proyección comercial de estos fenómenos.

Entre diseño, material y uso del equipo, un modelo 3D en escala 1/43 es un poco más caro que un coleccionable. El costo fijo de mayor incidencia es el diseño, por lo que imprimiendo muchos modelos, este costo fijo tiende a cero.



Pero recordemos que el fenómeno resultante requiere la puesta en valor. Es decir que tiene poco sentido meterse en 3D para hacer un modelo que figura en cualquier catálogo.
Seguramente los coleccionistas recurrirán al 3D para asegurarse los modelos impares, no reproducidos industrialmente.
Ante la imposibilidad de conseguirlos, podrán aventurarse con el diseño e impresión y luego complicarse con el acabado.



Otra conclusión obligada de este sistema es que los modelos 3D, incluso después de ser debidamente emprolijados, se ven como kits para armar, a los cuales aún reclaman tiempo y paciencia para la pintura, armado y decoración.

Por mi experiencia, los kits plasticos (y por extensión, los kits 3D) son una fuente de frustración segura: Uno arma su kit y al rato aparece uno que armó uno igual, pero le pintó las ruedas de negro. Uno toma nota y el siguiente kit viene con rueda pintada, pero resulta que otro le pintó la carrocería. Uno aprende y mal o bien, pinta la carrocería, pero después ve que no supo pintar los cromados. Cuando aprende y presenta su autico que incluye cromados, ve que los demás ya están presentando kits envejecidos, y cuando uno aprende a envejecer kits, ve que todos están armando dioramas. Moraleja: siempre se va un escalón más atrás y no importa lo profesional que uno sea, siempre aparece un cretino que está dos o tres pasos más adelante.
No es casualidad que el modelismo de kits va retrocediendo y cada vez son más los que compran
 modelos armados y terminados, si hasta hubo enciclopedias coleccionables con aviones y tanques de guerra razonablemente armados y pintados, listos para colocar en la vitrina.
Con toda esta movida, uno se pregunta qué porcentaje de coleccionistas querrá complicarse para poner en valor el autito en 3D.


OTRO 3D

Mi amigo Maurus colecciona modelos de películas y series. El séptimo arte en diecast, la cinematografía en escala. Tiene una colección pequeña pero indudablemente impar. Puedo asegurar esta imparidad porque casi la mitad de los modelos son hechos en 3D.



Justamente, estaba trabajando en un auto de carrera usado en una película de nuestro inmortal Sandro llamada "Siempre te Amaré". El modelo es un SP, más precisamente un Formisano Gentile que ya conocieron en un post.



El amigo buscó información y reconstruyó el SP en 3D y tuvo la amabilidad de obsequiarme la primera prueba de impresión del modelo.



Aproveché para tomarle varias fotos de cerca para que puedan apreciar la calidad del trabajo y de la impresión.



Como ven, el modelo tiene una carrocería, cuatro ruedas y un volante (el volante es pieza separada).
Noten el arco del parabrisas, inyectado junto a la carrocería.
Es interesante resaltar al volante porque esta pieza en el límite del tamaño, da idea de la precisión que permite la impresora.
Y las rayitas, la inevitable huella dactilar de la impresora.



Agradezco y felicito nuevamente a Maurus por el trabajo y por el gesto.
Él cree que me regaló un autito, pero en realidad me regaló un testimonio, seguramente el primer Formisano hecho en 3D.


EL PRÓXIMO 3D

Ese día a la noche, hablé con mi amigo Prorider.



Prorider tuvo que ver con el Torino que inicia el post.
Si mal no le entendí, levantó el diseño de la web, le adaptó el tamaño y algunos parámetros de impresión. Para que se entienda la dificultad del trabajo de diseño, les comparto un print screen del Torino en la pantalla del software de diseño.



Mi amigo me mostró un trabajo que está haciendo a pedido de un fan del Sport Prototipo Argentino.



Como verán en los dibujos, se trata de una serie de Pronellos con diversas variaciones (Halcón, Huayra, rueda cubierta o no, cola larga y cola corta).
Estos modelos no serán huecos para evitar la complicación de hacer los transparentes.



Es que las ventanas son otro límite de este sistema.
Me explicaron que hay algunos materiales que permiten (o permitirían) hacer las piezas transparentes aunque no me quedó claro si esto requiere otro tipo de impresora o cuál es el resultado.

La tentación fue muy grande y no me pude contener a pedirle una copia (to be continued).




That's All Folks!




Gaucho Man
el tridimensional