Translate

sábado, 26 de marzo de 2022

dossier: vidrieras con autitos





Cuando era pibe, a la hora de la siesta, mi vieja me sacaba a caminar para que no joda el sueño de mi viejo.
El paseo obligado y rutinario, era ir y volver a la estación de tren, unas doce cuadras en total, pasando por un por tres o cuatro kioskos en el camino. Esos negocios de barrio que venden desde librería hasta mercería, y también juguetería.
Eran pequeños oasis que marcaban el camino, estrellas que guiaban la caminata, y todavía siento mi pulso acelerado, el vértigo en cada paso, hasta la vidriera prometida. Piensen que a mis cinco o seis años, tenia intacta la capacidad de maravillarme, me bastaba con cualquier autito de plástico soplado, aunque a veces asomaba alguna pieza más sofisticada, quizás un Alni o un Buby.



fotos de http://juguetesdelayerarg.blogspot.com/2011/08/alni.html


SALGO A CAMINAR POR LA CINTURA CÓSMICA DEL SUR

Cincuenta años después, me quedó el  reflejo condicionado de husmear en todos los escaparates, aunque fueran farmacias o verdulerías, buscando alguno de esos destellos que me maravillaron de pibe.
Sencillamente, no puedo evitarlo, la búsqueda es eterna.



Ya sé que no voy a encontrar lo que busco, la probabilidad de encontrar un Minichamps o un Buby es bajísima, casi negativa. Tampoco pretendo reencontrar mi infancia, eso sería aún más difícil, pero la búsqueda continúa.
Mi vida es una larga vereda, atenuada con algunas vidrieras, aferrado a los vestigios de mi inocencia, generalmente resignado a no encontrar nada.
Y acá empieza lo que quiero contarles.



A veces, la vida me sorprende con hallazgos inesperados.
Una costumbre en desuso progresivo, al menos en estas tierras, es que el dueño o encargado de un local disponga sus autitos en algún rincón. Algún estante oportuno, su escritorio o una vitrina improvisada o un rincón de la vidriera.



Generalmente son Bburagos básicos, modestas Ferraris de alguna promo de estación de servicio, el número uno de algún coleccionable o un chinazo comprado en el supermercado, nada que pueda sorprender a un coleccionista avezado. En estos tiempos, también se ven piezas de chapa, modelos genéricos de auténtica procedencia china, que pese a su identidad genérica y rústica terminación, ahregan su cuota  pintoresca.
Piezas descuidadas, generalmente cubiertas con polvillo, con signos de manoseo, piezas faltantes o desalineadas, a veces con un cartelito explicito "no están en venta, no insista".
Pero ahí están, dejados como banderines con un mensaje secreto, faros para atraer navegantes cómplices, guiños para saludar cofrades, o simplemente un adorno para el ego del responsable en cuestión.



Les comparto algunas fotos furtivas que tomé en mis periplos, con extremo disimulo, antes que llamen a la policía o me saquen a patadas.



Este comerciante suele cambiar la vidriera cada tanto.



Las fotos son tomadas de vidrieras de joyerías, pero he visto exposiciones similares en talleres, restaurantes, oficinas de transportistas, despachos de agrimensores, y hasta una panadería del centro de Quilmes, cuyo dueño es coleccionista y suele exponer algunas piezas.



Seguramente no son las piezas que buscan para completar sus colecciones, pero son pruebas, testimonios de que el diecast está vivo, pese al covid y la malaria económica, se filtra como los yuyos entre las rajaduras en el cemento.



Estos tipos no saben de Facebook, de asociaciones coleccionistas y posiblemente tampoco distinguen escalas, pero tienen su pasión y un modo de compartirla.



Estas tres son de una casa de ropa de Palermo, el Bentley debe ser escala 1/8 ó 1/12.
Disfruten de esta especie en extinción!









Como bonus track, aquí abajo comparto foto cedida por el amigo Eddie, foto recién llegada de una auténtica vidriera 
mexicana, de un auténtico negocio de repuestos de auténticos automotores; una delicia!




MÁS AL SUR AÚN

Como bonus track, les dejo foto de un negocio quilmeño, el primer negocio de autitos en años.



Algunos son 1/24, otros ni siquiera eso.
Creo que ni siguiera tienen marca.
Definitivamente no son lo mío.
De todos modos, haciendo la salvedad de la escala, algunos están muy bien hechos. Lamborghini Miura (ver foto más abajo), McLaren F1, entre otros. A no ser por el tamaño, parecen 1/43 de fabricantes prémium.



Juro que me dan ganas de comprarme uno, aunque sea para tener en mi escritorio y jugar de tanto en tanto.
Por eso, siempre que paso me quedo largo rato mirando, es como volver a las fuentes, quizás como volver a mis paseos a la hora de la siesta.



Mientras tanto, a la vuelta de mi trabajo...



Y esto es en Bernal.






That's All Folks!



Gaucho Man
el paralelo





viernes, 18 de marzo de 2022

torino comahue - inolvidables salvat 1/43

 



UN FEN
ÓMENO LLAMADO TORINO

Después de muchos años aprendí a ver a mi padre como un tipo que era básicamente un papanatas como yo, desinteresado y desinformado como yo.
Quizás la diferencia a su favor es que él vivió tiempos de menor información. Yo transcurro la era de la internet y no tengo excusas.
También a su favor cuenta el título de ingeniero que yo jamás pude igualar, ni siquiera de lejos.
Pese a semejante título, y tal vez a causa de la mencionada desinformación, mi viejo sabía muy poco de autos.



Pero le gustaba el Torino. Seguramente sabía que era un seis cilindros, pero lo más probable es que no supiera ni de sus Weber ni de su tren trasero multibrazo con barras de torsión heredado del Bergantín, que a su vez, era una herencia de Alfa Romeo.
Es que eran otros tiempos, creo que había pocos tipos en el país que supieran de la existencia de Pininfarina o de un auto llamado Rambler, que fuera legítimo antecesor del Torino.
Fiel a ese estilo, hoy en día yo tampoco me intereso por los CV de un McLaren o la aceleración de un Aston Martin. Y no es porque no esté la información disponible, sino porque soy un paparulo desinteresado y desinformado, como lo era mi viejo.
Y que los puristas sepan perdonar la comparación del Torino con el McLaren o el Aston Martin.



Lo interesante del caso, es que mi viejo, sin tener tanta información intrínseca, sabía o entendía que el Torino era algo especial.
Quizás fuera una suerte de intuición masculina, o el efecto de la publicidad (que era menos mediática pero igualmente llegaba a donde debía llegar, aunque tal vez más despacio), pero cuando veía un Torino se queda mirándolo y yo creo que toda su ingeniería, todos sus años estudiando, no le justificaban esa devoción casi instintiva por el Torino.



Para él, el Torino era algo especial, algo superior.
No necesitaba entender la máquina para quererla. No se interesaba en la potencia, performance, revoluciones o sistemas identificados con acrónimos incomprensibles. La máquina le entraba por los ojos y e iba derecho al corazón, como una patada en el pecho, como un disparo dentro del cerebro.
Amaba al Torino. Varias veces me subía al auto (el viejo Ford Falcon que ya conocieron) y nos íbamos juntos a alguna concesionaria a mirarlo. A veces entraba y conversaba con algún vendedor, otras veces lo mirábamos desde la vereda. El Torino estaba ahí para ser admirado y él así lo disfrutaba.




UN FEN
ÓMENO LLAMADO COMAHUE

Ahora que entendieron el fenómeno Torino en mi familia, traten de imaginar lo que fue con el Comahue.
Hoy en día se ve al Comahue como un injerto imperdonable, una inspiración trasnochada, algo inexplicable.
Quizás la palabra sería "mersa", o "grasa".



Esa trompa de fibra de vidrio anexada a la carrocería, divorciando la afilada delantera de la escueta aerodinamia del parabrisas. La toma de aire sobre el capot era una declaración de intenciones, en algunas unidades pintada de negro, es decir un capot con el 70% de su superficie cubierta por una mancha negra con un agujero a cada lado.
En los laterales, a la altura de los parantes traseros, tenía unos apliques que quizás pretendieran parecer tomas de aire. Quizás quedaban lindos, pero...



Lo mejor estaba en la trasera. Esa luneta larga, descendiente, con un ancho parante central, parecía traído de la NASA, como si hubiera sido el parabrisas de una nave supersónica desguasada.
No podía imaginarse un auto más sofisticado.
Recuerdo haber visto una unidad que tenía el baúl recubierto con cuero de vaca, cuero peludo de vaca, con pelos blancos y negros. O el detalle ultra kitsch de poner una whiskera con dos o tres vasos atrás (adentro) del apoyabrazos trasero.



Hoy podríamos perdonarle la vida usando la calificación "extravagante". Una curiosidad graciosa, como cuando leemos la inocencia de un chiste de Mafalda, pensando en un sentido del humor que perdimos hace muchos años.
No, no es así.
Hoy diríamos "mersa" o "grasa", pero en sus años, era un símbolo de status, altísimo status. No sé cuántos bebieron de ese whisky, no sé cuántos acariciaron el cuero peludo de la extinta vaca. 
Ese auto acreditaba glamour instantáneo al portador, lo transformaba en el hombre del año o en el play boy del momento.
No era mersa, no era grasa.
El Comahue era la quintaescencia del Torino, era un Torino superior.
Un inalcanzable objeto de deseo, una impensable mezcla de estilo y potencia deportiva, como quizás lo fueran una Ferrari o un Jaguar en el viejo mundo.


UN FEN
ÓMENO MI VIEJO

Hicimos varias peregrinaciones a la agencia de Lutteral en la Avenida del Libertador.
En ese tiempo sin autopista, en un día no laborable de poco tráfico, era una hora de ida y otra hora de regreso.



Recuerdo el viaje, acariciando mi Kodak Instamatic 125 para sacar alguna foto, inmortalizar un Comahue en un recuerdo blanco y negro, fuera de foco y mal iluminado.
Recuerdo alguna vez que fuimos y no había ningún auto, se ve que habían vendido mucho.
Recuerdo la siguiente excursión con la incertidumbre de no saber si habría alguna unidad.
Era llegar mirar un rato, subir al auto y regresar a casa.
Años después, yo repetía el ritual pero el local ya no era de Lutteral.
Cincuenta años después, a veces paso con el auto, y todavía no puedo evitar que mi mirada se escape al local que todavía existe, pero alquilado a un concesionario de autos asiáticos, Busco con la mirada por si hubiera quedado algún Comahue escondido, pero nunca vi ninguno.



Mi viejo jamás manejó un Torino. Tenía su viejo Falcon modelo 65 que luego cambió por un Renault 12. No creo que en ningún auto haya manejado a más de 110, como yo.
Igualmente, me transmitió su amor por el Torino, como máquina de un orden superior, esa es la mejor herencia que me dejó.




UN FENÓMENO INOLVIDABLE

El modelo de Salvat peca de estar "dibujado con regla", creo que esta expresión define los planos chatos, la profusión de líneas y ángulos rectos. El auto real era más redondeado, por ejemplo en la luneta trasera.
Por ejemplo en los paragolpes, sobre todo los delanteros, vistos desde arriba. Los autos suelen tener aspectos que se ven rectos o  planos, pero en realidad esas formas aparentemente simples, son complejas concavidades cruzadas con curvas de difícil resolución. Ese es el trabajo del diseñador, la magia de Pininfarina, hacer algo que parezca simple pero que es endemoniadamente complejo. Ese es el problema del chino diseñador de estas reproducciones: cree que todo es fácil, como se ve a primera vista. En el Comahue real, los paragolpes parecen rectos, la luneta trasera parece recta y plana, el techo parece plano. Pero nada es lo que parece, busquen Comahue en Google y me van a entender.

Pese a todo esto, el modelo está razonablemente bien hecho y me atrevo a decir que es el mejor Torino, quizás apenas superado por el 4 puertas, Grand Routier o en versión patrullero.
De todos modos, tiene varias fallas, por ejemplo las ventanas laterales que se ven achicadas por el exceso de cromado perimetral en los transparentes. Una solución sería quitar esos transparentes y dejar un Torino con ventanas abiertas. O rehacer las transparencias con plástico de algún blister olvidado.
Creo que lo peor son las ruedas. Necesitaría un rodado un talle menor, que también acerque la carrocería al piso y lo muestre un poco más bajo.
Tanto defecto contrasta con las trasera propiamente dicha, las luces son un primor. Tanta belleza, hace que uno realmente eche de menos las luces delanteras.


UN FENÓMENO FAMILIAR

Por si quedara alguna duda, mi viejo está vivo, tiene 85 juveniles años, camina 20 km tres veces por semana, lee mucho, está terriblemente informado de temas científicos y económicos, todo lo que tenga que ver con altas matemáticas y tecnología de punta.
No sólo me heredó el rollo del Torino, sino una forma de ser, que a veces detesto, pero no puedo evitar, soy así, soy él.
En su vida hizo grandes cosas, aunque también hizo disparates, algunos le salieron bien y otros le salieron mejor.
También se equivocó en algunas cosas, como todos, como yo mismo.
Dios le de larga vida a mi viejo, se lo merece.



That's All Folks!



Gaucho Man
el disoluto





miércoles, 9 de marzo de 2022

coleccionables y tematicas desatendidas






ANTONIO TENÍA RAZÓN

Como tantas otras cosas trascendentales, esto se inició como una discusión de café.
Pau presentó un helicóptero de Altaya en 1/72, una bella máquina. A su vez, en otro blog, otro post, otra conversación, se había comentado el resurgimiento de la escala 1/24 de la mano de varios coleccionables europeos.
El hecho de que las editoriales estuvieran buscando nuevos temas entre vehículos voladores y modelos en otra escala me hizo pensar que la escala 1/43 estaba siendo desatendida y que el mercado se estaba enfocando en otras temáticas o escalas.
Antonio retrucó asegurando que "hay 1/43 para rato".
Después, como para poder medir el "para rato" asegurado por Antonio, me quedé pensando cuáles son las temáticas que están siendo desatendidas, es decir el material pendiente de publicación.
Y aquí empieza lo que quería comentarles.


EL FRENTE NORTEAMERICANO

Como ya vimos cuando analizamos el origen de la escala 1/64, en términos generales podemos asegurar que la escala 1/43 siempre fue aplicada a modelos europeos, mientras que los yankis generalmente se reproducían en escala 1 /24 y en escala 1/64.
Antes que alguno salte gritando marcas como Broolklin, ERLT, GMP, Danbury Mint, Goldvarg o Franklin Mint, quiero aclarar que me refiero a producciones masivas que tengan presencia fuera de USA.



Resumiendo, hay todo un universo de autos Yankees esperando pasar a la posteridad en 1/43.
Por ejemplo, Nascar. Con tantos años corriendo, prácticamente se podría hacer un coleccionable para cada piloto.
También hay un mundo escondido en las carreras de aceleración, funny cars, dragsters y hasta midgets!
Siguiendo con el país del norte, ya hay un coleccionable de muscle cars en camino, pero igualmente hay un universo esperando.
Siguiendo con los músculos y las carreras, hay un montón de muscle que corrieron (Sebring, Daytona, Indianapolis, Le Mans) y que nunca llegaron al diecast. Lo más cercano que recuerdo en 1/43 era un Corvette de Vitesse.
Ya que estamos con los americanos, tenemos que mencionar toda una legión de Chaparrales, Scarabs, Shelbys y Cunninghams.
También tienen una nutrida selección de camiones tradicionales, pero ya hay un coleccionable ocupándose de ese nicho.

Antes de cambiar de país, hay que mencionar la nutrida tradición de vehículos de servicio, todos con características propias y ajenas a otros países (bomberos, policías, ambulancias, buses, taxis). Es interesante señalar que los moldes de estos modelos tienen muchas decoraciones posibles, piensen por ejemplo, un patrullero o una autobomba de USA puede tener tantas decoraciones como estados, condados o distritos en los que haya operado.

Otro gran invento yanki fueron las series televisivas y otros productos de Hollywood, que nos legaron cada uno, a su automóvil estrella.
Excepto los de Bond 007, no tengo noticia de otro modelo de la pantalla que haya sido inmortalizado en producción masiva a escala 1/43.


LA COMUNIDAD EUROPEA

Otro grupo selecto que ha sido ignorado por los fabricantes masivos, es el de caza récords.
Blue Birds, White Triplex, Babs, Napier y otros muchos, apenas si tuvieron reproducciones de Western Models, que no son baratos ni masivos. O los bólidos de Avus, de los que apenas se hizo alguno (recuerdo a Brumm) y constituyen curiosidades en color sepia.



Volviendo al viejo mundo, también hay montón de modelos que no han sido replicados. Las estrellas son siempre Porsche y Ferrari, pero de Abarth sólo hay algunos Fititos potenciados. Saben qué lindo que sería un coleccionable de Abarth (creo que hubo uno en Italia, en cualquier caso vale el comentario de la conclusión final) con los caza récords y barchettas que Altaya nos negó?

Los europeos también tienen a su favor la veta de los Concept cars y prototipos de diseñadores, me refiero a diseños que no alcanzaron producción. Ghía, Bertone, Pininfarina, Giugiaro, Michelotti, y otros más, dejaron muchos modelos nonatos, huérfanos de diecast masivo.


EPÍLOGO

La conclusión obligada es que, a medida que los nichos grandes van siendo ocupados, las posibilidades no desaparecen pero se van achicando, dejando un mercado residual, cada vez con menos público potencial.
El problema es que se acaban (o se gastan) las alternativas multinacionales (como ser taxis, F1 o rallye) y sólo van quedando nichos con un interés muy limitado geográficamente y en cantidad de variantes posibles.
Por ejemplo un Alfa Romeo BAT, cualquiera de ellos: se hizo uno solo y de un solo color, no son moldes demasiado aprovechables con muchas versiones. Es que no hubo BATs patrulleros ni bomberos ni corriendo en rallye!



En algunos casos, también pesa el tema del mayor o menor arraigo de la escala.
Para ser claros, qué aceptación puede tener un coleccionable de modelos yankis en escala 1/43? Dentro de Estados Unidos, los coleccionistas están más orientados a las escalas grandes 1/18 y 1/24, o la omnipresente escala 1/64.
Fronteras afuera, es más difícil aún. No creo que haya europeos interesados en completar la serie de 40 modelos del piloto Nascar Richard Petty.

Para mencionar un ejemplo más argento, podría haber un coleccionable Nuestros Queridos Josesos ó Anasagastis Inolvidables, pero ya sería difícil encontrar interesados locales, quién puede arriesgarse a editar semejante enciclopedia fuera de nuestras fronteras?

Es que así como hay autos (o nichos) mayoritarios, también están los minoritarios, que no los quiere nadie.
Un Dodge General Lee siempre va a tener más ventas aseguradas que un Chaparral 2J (el auto aspiradora).
Y un Napier Railton está condenado a la ignominia, pese a ser un aparato por demás espectacular.

Caballeros, me cansé de escribir, les dejo el micrófono a Ustedes.
La pregunta:
Qué temáticas 1/43 consideran que están pendientes de explotación masiva?




That's All Folks!




Gaucho Man
el ubicuo