ADVERTENCIA!
Historia aburrida con poco glamour, y modelos con desnudez expuesta,
no recomendada para lectores sensibles,
chicos no lean esto en casa!!!
En estos días estuve acomodando libros, cajas, paquetes, discos, bolsas y recuerdos para una mudanza interna (pintores, albañiles y toda esa cosa).
Dentro de los hallazgos esperables en una movida de estas, me sorprendí con una caja con modelos sin terminar.
EL INCREÍBLE KAISER CARABELA
Allá por el año 2001 estaba el país en una terrible crisis económica, de esas que perjudican al pequeño a ahorrista, pero por sobre todo, al pequeño ahorrista que quería coleccionar autitos.
Yo transcurría la malaria haciendo mis autitos de madera macizos que, pero en ese año contacté a Jodos, quien me dijo que debía dedicarme a los autitos huecos y me enseñó su método para hacer autitos de metal con interior. Para los que no recuerden detalles del método, les dejo el link con instrucciones para hacer un autito de metal.
Yo venía muy motivado para hacerme de un Kaiser Carabela, pero la única opción disponible era el Brooklyn que costaba más de USD 100. El Inolvidable de Salvat tardaría 14 años más en llegar.
Qué mejor oportunidad para ensayar el método de Jodos?
Era un diseño difícil, no tenía demasiada información, tampoco tenía experiencia, y los materiales eran los menos indicados, qué podía salir mal?
Todo! Todo salió mal, a tal punto que decidí no terminarlo, confinando al pobre modelo a escondite perpetuo durante más de 20 años, hasta que lo encontré moviendo cajas para la mudanza.
Pueden ver aquí alguna foto, pero por favor no se rían.
El cuerpo es de masilla y los paragolpes de cartón, obviamente todo muy crudo y sin terminar.
Faltan muchas horas de lima y ajuste.
EL INCREÍBLE FIAT 600
Quizás anterior al Carabela, había empezado este Fiat, siempre con la idea de hacer clones de resina macizos, o al menos, tener mi propia versión de un auto que no estaba disponible en nuestro mercado.
El trabajo quedó relegado cuando el mercado se vio invadido por el 600 de Brumm y el Abarth de Progetto K.
Con los dos en la vitrina, la presencia de un tercer modelo artesanal se hacía innecesaria.
El pobre 600 se vio confinado a la caja, donde pasó 20 años.
Mirándolo hoy en día, pero con los ojos de ayer, no lo veo tan mal.
Si bien la comparación no es ecuánime, se lo ve bastante más definido que el Carabela de más arriba.
EL INCREÍBLE CAMION FORD
Seguramente recuerdan mi camión Ford Soretier. Este trabajo sí se terminó y puedo decir que quedó muy bien.
Lo que seguramente no saben, es que en su momento, consideré la posibilidad de ponerle cabina hueca, con interior.
En la foto siguiente se advierten todos los materiales que usé: madera, aluminio y cartón, además de masilla y enduído.
Recuerdo que tuve muchos problemas con la simetría, ese capot nunca terminó de quedar como quería.
Y la cabina era otro desafío.
Entenderán por qué decidí hacer la cabina maciza.
Y si bien al final esta cabina fue desechada, puedo asegurar que el camión se terminó satisfactoriamente.
A modo de final feliz, los dejo con foto del camión terminado, les recuerdo que pueden verlo en este link.
That's All Folks!
Gaucho Man
el trashumante
Al fin aparecieron los "incunables"!
ResponderBorrarAlgunos dicen que lo que cuenta es el camino, no el destino (yo esto siempre lo vi como mínimo discutible). Y que fallando es como se aprende, aunque lo que "mola" es no equivocarse, claro... Pero tú lo tenías claro y te enfrentaste a tu "bestia" interior que demandaba su propio "diecast", sin importar nada más...
Quizás la tarea fue demasiado ardua, pero creo que con el Soretier lograste algo finalmente satisfactorio!
Creo que el proceso es una cosa y el resultado es otra.
BorrarObviamente el resultado siempre es ganancia, cualquier porquería es mejor que nada.
La cosa está en el proceso y te entiendo lo de "mínimo discutible".
(Siempre hablando de estas artesanías), yo disfruto mucho del proceso, aunque se me vició el tema cuando empecé a generar expectativas demasiado mucho altas.
Empecé a "valorizar" la ganancia que mencionaba antes, y ahí el hobbie se transformó en negocio o trabajo.
Con mucho stress.
Y se acabó el encanto, de un día para otro.
Desde entonces, ya no hago el amor, sino que lo compro hecho.