Primeramente vamos a por los avisos parroquiales: a sugerencia de Pablo Marinig y gracias a sutorial (el tutorial de su), pude implementar un índice por rubros, espero que les sea útil para manejarse dentro del blog.
Hace un tiempo debatimos en este espacio sobre el diecast inglés tradicional, señalando varias características propias.
Se habló de escalas arbitrarias, terminaciones rústicas sin mucho detalle, sin vidrios, sin interiores, y en su mayoría reproduciendo vehículos ingleses.
Suponiendo que hubiera una delgada línea que separa el modelo de colección del juguete, podemos asegurar que los Lledo están justo en el medio, con una rueda de cada lado.
Parece mentira que un producto tan singular pueda provocar tanta simpatía, incluso entre coleccionistas de otros rubros, sobre todo en un ramo tan taxativo como el diecast.
Estos camiones (los reales) no eran tan grandes como parece, mucho mas chicos que cualquier camión actual.
Por la imagen de nuestra memoria, o porque eran lo más grande de esos tiempos, se les reconoce un gran tamaño, aunque chequeando las fotos actuales se adivinan cabinas mezquinas, motores flacos, y cotas exiguas.
También eran ruidosos, sucios, humeantes e incómodos.
Un desagradable combo.
En cuanto al trabajo de Lledo en estos camioncitos, hay mucho que señalar.
Obviamente el tractor y el camión comparten el mismo chasis y cabina.
El semiremolque tiene una pintoresca carga de resina, parcialmente cubierto por una lona, que forma parte del conjunto resinoso.
Para destacar el esmero puesto en el detalle de los ladrillos.
De todos modos, la apuesta mayor está en la cabina, que amontona insertos y tampografías, guardabarros y techo negro.
Vidrios ausentes, se olvidan pronto cuando uno mira la hermosa parrilla negra con bordes cromados.
El segundo modelo me resulta un tanto cuestionable.
La trompa es una maravilla, pero la trasera me resulta un tanto áspera, apurada,
por no decir descaradamente improvisada.
La caja es más digna de un transporte a granel (carbón, por ejemplo) que de una grúa.
La pluma de la grúa está resulta desproporcionada y descuidada.
Tampoco me parece bien que esté en la caja cerrada, quiero decir con el extremo trasero cerrado.
Como que agarraron lo que tenían y lo amontonaron como pudieron.
Podemos perdonarlo por toda la historia del encanto inglés y el glamour de Lledo.
Pero no mucho.
That's All Folks!
Gaucho Man
el devenido