postales de miami - parte dos

LOS AUTOS, ESA MALDITA OBSESIÓN

El paisaje cotidiano obsequia al ojo con modelos que acá se ven sólo en posters de revistas especializadas, lo que no es poco.
Camaros, .Mustangs y Dodges, autos que para el argentino son verdaderas piezas de culto, en la tierra del Tío Sam son meros objetos de consumo, manejados y estacionados displicentemente en cualquier lado.
Uno se sorprende con el primero, se maravilla con el segundo, se asombra con el tercero, y al cuarto ya se acostumbra a no mirar.

Ya en un viaje anterior por el norte del país del norte, había observado el descuido que propinan a autos de primerísima gama.
Recuerdo haber visto casas con un Porsche cabrio, con 40 cm de nieve sobre la capota de lona. Pensar que cuando compre mi auto de USD 5000‎ , lo primero que hice fue un cobertizo para que el techo no quede expuesto al rigor del clima...

Como muestra del descuido, muestro una foto tomada en una estación de servicio, a altas horas de la madrugada (disculpen la mala foto, mi teléfono no es ninguna maravilla sacando fotos).
Un Jaguar, un Crysler sesentoso y un MG, durmiendo a la intemperie y sin nadie cuidando.
Acá en Argentina esa postal es imposible.



Algo similar ocurría con la playa de estacionamiento frente al hotel, al aire libre, con la bóveda celeste cobijando un Lamborghini Murciélago cabrio, un Audi RS10 cabrio y un Porsche Carrera (no tomé fotos, mil disculpas).
En Argentina esos autos sólo duermen en garages bajo llave, con atmósfera controlada y custodia armada.

Por un tema de orgullo sudaca, me negué a sacar foto de estos autos, salvo que fuera una total novedad.
Las novedades fueron el Tesla, un auto eléctrico de gran empaque, parece un BMW o una Maseratti.



+ Lo más lindo? Los 4 escapes del nuevo Corvette.
+ Lo más interesante? Un Viper de primera serie, me sorprendió que fuera tan chiquito.
+ Lo más impresionante? un Jaguar XJ batalla larga. Tan largo que no cabía en la foto. Chequeando las medidas en la web, verifico que mide 5.25 metros, es decir medio metro más que un Torino, todo por cien mil euros.



+ Lo más desagradable? un Honda Civic al piso, con rueditas chiquitas de las que se usan para auxilio, creía que esos adefesios se usaban sólo para exposición. No iba despacio.



Párrafo aparte para el Hyundai que nos transportó en esos días.
Caja automática y muchos accesorios, muy poco gasto de nafta.



Para despedirme les comparto lo mejor que me pasó en esos días:



Salmón grillé con papas fritas y ensalada, todo regado con una salsa similar al ketchup.
Mis felicitaciones al Chef!



That's All Folks!



Gaucho Man
el gastrónomico