Mi primera visión de lo que era el diecast fue en un free shop, en un display de modelos Lledo, quizás hacia fines de los ochenta.
Ya todos conocen sobradamente los entrañables modelos de Lledo, pobres en detalles pero ricos en tradición y sumamente pintorescos.
Con mi habitual inconsciencia decidí fabricar mi propio Lledo style, o al menos lo que yo podía entender por tal cosa.
Como siempre, la falta de internet, libros o cualquier fuente de información signaron el perfil del proyecto.
Yo no tenia puta idea de cómo era un camión, cómo reproducirlo ni con qué elementos hacerlo.
Debido a mi triste economía, la canibalización de un modelo era impensable, por lo que ruedas, parabrisas y otros accesorios deberían ser hechos a mano.
Así surge mi primer intento, un furgoncito genérico claramente inspirado en uno -o cualquier- Lledo.
Por ser el primero, merece cierto detenimiento para entender los problemas que tuve y las soluciones que encontré.
- Ruedas hechas con monedas.
Quizás debí usar más monedas por cada rueda, pero eso es algo que se me ocurre casi treinta años después.
Los centros de ruedas son de papel. - Chasis: de alguna manera imaginé que la construcción debía seguir la filosofía del modelo real, es decir un chasis con motor al que se le agregaba la carrocería.
El chasis tiene detalles que luego ni me preocupé por reproducir en modelos siguientes. - Sepan que el motor está completo dentro del capot, aunque quizás nunca vea la luz del sol.
- La carrocería es de madera balsa de un milímetro de espesor.
Tanto la caja trasera como la cabina están pintadas por dentro.
Dije "por dentro" y no "por abajo". Es que en mi ignorancia, siguiendo lógica "de auto grande", armé los volúmenes, los pinté por dentro y por fuera y luego los cerré. - La pintura mate era un misterio para mi, pero un furgoncito de estos no podía tener un acabado brillante.
Me salvó una vieja lata de pintura antióxido, del tiempo en que el antióxido sólo era de color marrón. - Los "calcos" son tomados de un envase de té, la elección se basó sobre todo en un criterio cromático.
- Las aperturas son practicables mediante unas delicadas bisagras de papel que no me animé a probar ni siquiera para la foto.
- Los guardabarros delanteros son de plástico, recortados de un envase, me costó mucho encontrar la forma que necesitaba.
- Atrás no tiene guardabarros, no sabía cómo hacerlos,
- La trompa es un dechado de imaginación y recursos. El radiador esta hecho con grapas metálicas, las luces con strass y los bordes de la parrilla con papel glasé, escondiendo los bordes de las grapas.
Los calcos de la compañía de té le dieron un nombre provisorio que el uso trocó en definitivo: "tea furgon".
Tanto esmero y cariño contrastan con un resultado mediocre a los ojos puristas.
Es que salió fulero, hasta yo puedo darme cuenta de ello.
Es que fue una pista de pruebas para mi incipiente técnica.
Cada aspecto, cada solución, cada receta fue abandonada o desarrollada, pero se encuentra en este camioncito en estado natural, primigenio.
Por tanta imperfección y fealdad, o tal vez gracias a ellas, este simpático furgoncito es mi regalón, sentado en el olimpo de mi colección junto con el Gambalunga, que fue hecho muy poco tiempo después..
That's All Folks!
Gaucho Man
el adusto
Creo que poco a poco , los humanos nos vamos volviendo mancos , por eso es bueno ver levantar formas , o producir sucesiones felices de sonidos , así de la nada , sólo con las manos . . .
ResponderBorrarCheers!
cuando mi hijo tenía apenas unos días, movía mucho los dedos de los pies, con un pulgar casi opuesto, casi como si fuera el pie de un simio.
Borrarlamenté cuando empezamos a ponerle medias y/o escarpines porque era condenar esos dedos inquietos a una vida inmóvil.
pero lamentablemente así es la vida: primero se nos inmobilizan los pies, luego el cerebro y luego las manos se endurecen solas.
y para peor, con los años se te endurecen los ojos también.
es una batalla perdida, pero no voy a dejar de pelearla.
aunque mis bodoques salgan más toscos que nunca.
La vida que empieza esta condenada a acabar por ley de vida,
ResponderBorrarDía a día uno quiere mejorar y lo que hace es que empeora pero uno aprende de ello, de los errores
Esta van se la ve muy bien
Saludos
si de algo no me arrepiento es de la vida desaforada que he llevado, al menos en mi primera juventud.
Borrarviví todas las vidas, hice todo lo que quería.
ahora se hace más difícil, la familia, el trabajo y los años te desgastan.
pero quién me quita lo bailado.
Es increíble lo que la voluntad puede lograr cuando uno se lo propone, y esta van es una clara muestra de ello.
ResponderBorrarEl ingenio aplicado en su máxima expresión, felicitaciones al chef que en este caso sí que laburó.
Creo que gran parte de la determinación viene de la edad. La jinconsciencia de la juventud, sumada a mi total ignorancia sobre el tema apuntalaban esa determinación que mencionás.
Borrarhoy, con veinte años más sobre mis espaldas, no empiezo un proyecto sin tener al menos fotos, planos, cotas y una idea exacta del método y/o materiales que voy a usar.
Los modelos quedan más lindos, pero te aseguro que no me divierto tanto.
Me gusto mucho la Tea Furgon!!!Gaucho Tea Furgon,alto nombre jajaj
ResponderBorrarFernando Vigñes,de Lima Bs AS
Lo del nombre se curioso: en la vitrina no se indica nombre ni nadie pregunta, pero para nis registros y anotaciones personales, cada engendro tiene que tener un nombre, aunque sea improvisado como este.
BorrarClaro q lo debe tener,no pueden ser anonimos!!!habra sucesora de la tea furgon??Se viene la Manaos Furgon?
BorrarMás que manaos le mandaria coca cola pero con nombres propios, para estar acorde a la propaganda.
BorrarY eso que no encontré una puta botella con mi nombre!
Creo que capturaste la magia, Gaucho. Se intuyen las imaginables horas de laburo. El color, ese chasis las finas ruedas y esa cara de laburador cansado -como la que ví hace poco en un tractor de Pablo- significan que el furgón tiene su espíritu, que imagino que es lo que se quiere lograr al encarar un trabajo de este tipo. Me llama la atención el techo inclinado que vincula la cabina con la caja. Eso lo viste por ahí o es invento tuyo?
ResponderBorrarSaludos!
BorrarMuy linda devolución. Me encantó lo de la cara de cansado y el espíritu.
Del techo inclinado no te puedo decir demasiado porque son muchos años y mi memoria es corta.
Supongo que es lo que yo imaginaba que debía ser o habría sido.
Ademas es más aerodinámico!
Estas Morris Van pueden haber sido fuente de inspiración :
Borrarhttp://modellbahnmarkt24.de/images/product_images/original_images/18707_2.jpg
http://www.toyzphoto.com/tp/yy/D7117612.jpg
Son de chocolate y birra , pero seguro habría alguna de té , of course !
no pude ver al cervecero pero el chocolatero bien vale el parecido.
Borraraguante la aerodinámica aplicada!
Hola Eduardo, de tu trabajo me quedo con el chásis de largueros, se ve que los estuviste estudiando a fondo. No son nada lejanos de lo que se hacía por aquel entonces (y algunas décadas después) en la construcción de automóviles y camiones. Enhorabuena por ese ojo clínico y la habilidad para llevar a cabo lo que viste! Esto sin desmerecer al resto.
ResponderBorrarSaludos!
Hola Antonio, el chasis es la parte más fácil de adivinar, al menos hablando de diseños viejos. Los chasis modernos son más complejos que cualquier carrocería. Por eso decidí que este chasis era el último. Fijate que muchas veces disentimos evaluando un modelo: tú miras los bajos y yo no. De todos modos, en estos modelos vintage, el chasis tiene mucho protagonismo y no puede ser ignorado.
BorrarMe hizo recordar mi intento más acabado de tener un Scalextric, quizá algún día lo comparta.
ResponderBorrarEL tea furgón se lleva toda la simpatía de un Lledo y le suma toda la humildad de lo que alguna vez fue imposible. Quizá fue su compañero del primer día, cuidelo mucho...
Yo sé que a usted le gustan los Lledo, por lo que descontaba la simpatía.
BorrarLo que me agarra desprevenido es ese intento de Scalextric, después me lo cuenta en privado.
Gaucho, todo lo que yo pueda decir no se acerca en nada a lo apreciables que son los modelos como este tuyo, hechos a mano y que aunque no se les vea, llevan impresos horas, pensamientos o sentimientos, como una parte de la vida y la imaginación de quien los crea.
ResponderBorrarSaludos tocayo
te faltó el tema de la vista, el pulso y la paciencia, los tres son recursos no renovables,
Borrary acabables.
Es verdad, recuerdo cuando no necesitaba lentes y no me temblaba nada la mano para desarmar un autillo.
Borrarnosotros,
Borrarlos que fuimos,
ya no somos como éramos
Amigos : perdón por entrometerme en sus entradas , pero Blogger me hizo una de las suyas, y no les muestra mi última publicación . Los invito a pasar . Gracias !
ResponderBorrarya estoy en eso.
Borrares raro que no aparezca en el escritorio de blogger ni en las columna de "blogs amigos".
Gaucho, tus ganas de crear eran (y son) envidiables; yo quedé en algunas carrocerías de F1 para mi Scalextric. Luego, lo que he armado, ha sido comprado en kit, jamás de cero...
ResponderBorrarAbrazos!
la creación surgía cuando no podía comprar autitos.
Borrarcuando pude comprarlos, la llama creadora fue apagándose de a poco.
hace mucho tiempo que no hago nada...