EL LEON EN LOS OCHENTA
Los ochenta fueron años felices para Peugeot.
Con el 205 Turbo 16 ganó campeonatos de 1985 y 1986. Luego llegó el 405 T16 Grand Raid, que ganó varios raids entre 1988 y 1990, y con el 405 Turbo 16 ganaron la subida de Pikes Peak en 1988 y 1989.
Esta euforia también los motivó a desarrollar varios concepts, como para acentuar la imagen de la empresa aprovechando el buen momento.
Así surgieron el concept Quasar de 1984 y el Proxima en 1986 (ambos olvidables, si me lo preguntan).
En 1988 presentaron el Oxia.
Y acá comienza lo que quería contarles.
EL LEON CONTENTO
El Oxia fue presentado en el Salón del Automóvil de Paris en 1988.
El auto era un stand tecnológico y una especie de prólogo patafísico a los prototipos de Endurance que luego correrían en Le Mans en 1992 y 1993.
Tenía un chasis hecho con paneles de aleación aluminio en forma de panal de abeja, imagino que sería una versión modernizada del Ford J-Car de los sesenta.
La carrocería estaba hecha en kevlar y carbono combinados con resina epoxi.
El conjunto medía 4610mm de largo, 2020mm de ancho y apenas 1130mm de alto; tenía CX de 0.30 y pesaba 1374kg.
El alerón trasero se ajustaba en función de la velocidad.
Adelante del parabrisas tenía 18 células fotoeléctricas que alimentaban a la electrónica de a bordo. Es que tenía mucha electrónica, tanto en el tablero digital como en la computadora y los periféricos para monitorear la telemetría.
El motor era un PRV v6 de 24v, doble árbol, 2849cc, doble turbo, 680cv y par 730Nm. Caja de seis marchas, tracción integral con distribución 25% adelante y 75% atrás y neumáticos Michelin.
Todo esto resultaba en una aceleración de 0 a 100 en 3.6 segundos y velocidad máxima de 348 Km/h, aunque en alguna tirada llegó a los 407 km/h.
Se construyeron dos unidades que anduvieron dando vueltas en exposiciones por todo el mundo, hay quien asegura que también estuvieron en Argentina.
EL LEON COLECCIONABLE
Tengo conocimiento de este modelo desde antes de empezar a coleccionar, y siempre lo tuve en la mira, aunque la verdad es que jamás vi ninguno.
Ahora Google me cuenta que hay varias opciones armadas en resina (Ministyle, Ministar, Record) y otras en kit (Provence Moulage, Starter), todo siempre en 1/43. También vi uno en escala 1/87 (Vertiges, yo tampoco la conocía).
EL LEON EN 3D
Finalmente, decidí que podía encarar el proyecto aplicando tecnología 3D.
El proyecto me llevó por lugares insospechados.
Lo primero, un amigo que me dio un link de un sitio de venta de archivos para imprimir en 3D. Compré el archivo, recibí el archivo. Resulta que no todos estos archivos son aptos para imprimir, muchas veces depende de la escala en que uno lo va a imprimir, también hay zonas que son demasiado delgadas y pueden quebrarse, entonces hay que "mejorar" el archivo. Esto significa editarlo, y como tantas otras cuestiones de este hobbie, hay quienes tienen las herramientas y saben usarlas.
Así las cosas, debí enviar el archivo a otro amigo que lo adapte para la impresión artesano amigo (esto fue lo segundo).
Afortunadamente, mi amigo también entiende de pintura y calcos, por lo que le encargué que me lo deje para armar (esto fue lo tercero: recibir una carrocería pintada, calcos y otras partes para armar el modelo.
Para mi fue todo un desafío, dado que había dejado de armar autitos hace ya casi cinco años.
Cinco años menos de pulso, cinco años menos de vista.
EL LEON ARMADO EN CASA
El primer desafío fue el interior, para que se entienda, les muestro una foto del antes y alguna del después.
La carrocería estaba pintada aunque tuve que dar algunas pinceladas al motor que asomaba por la ventana trasera.
La mayor dificultad fue cortar y colocar los transparentes en los vanos de las ventanas.
Para variar, no quedé conforme con el resultado.
Misma conclusión para el limpiaparabrisas.
Un acierto del modelista fue proveerme de calcos imitando las luces.
Al menos para el primer golpe de vista, las luces se ven muy reales.
Las ruedas están pegadas a la base de modo que no pueden girar ni un poquito.
Queda para alguna tarde de lluvia colocarle discos de freno.
Como mencioné, llevaba cinco años sin embarcarme en ninguno de estos proyectos.
Ahora estoy con la casa en construcción, por lo que mi taller está todo embalado en una caja en casa de mi padre, es decir que apenas contaba con un cuter y un par de fibrones, en muchos casos debí improvisar.
El interior está pegado a la carrocería con cinta adhesiva, por si alguna vez necesitara desarmar para alguna reparación. Del mismo modo, la carrocería no está pegada a la base.
El resultado es tan sutil como livianito, apenas 23 gramos, tenerlo en la mano es como sostener la cáscara vacía de un huevo. Para que se entienda mejor, es diez veces menos que un Brooklin (la Estanciera Brooklin pesaba 241 gramos) y la cuarta parte que un Inolvidable (la Estanciera Inolvidable marcó 93 gramos).
El resultado está a la vista, espero que les guste.
Como dije, hacía cinco años que no encaraba ningún proyecto.
Cinco años que no pasaron solos, sino que también se llevaron algo de mi vista y mi pulso.
La paciencia es la misma de siempre, lo cual tampoco es buena noticia.
La única buena noticia es el autito terminado.
Como con otros trabajos, me produjo una mezcla de entusiasmo, pasión y orgullo.
Pero también me causó ansiedad, miedo, impaciencia y mucho stress.
Y al final, a la vista de los errores (que sólo descubro analizando fotos) y el pobre resultado, experimento desilusión, frustración y enojo.
Nada de esto es nuevo, para buscar diferencias con otros trabajos, habría que medir porcentajes e incidencias de cada sentimiento, algo tan intangible como insignificante.
En cualquier caso, el único que pone las cosas en su lugar es el tiempo, ya veremos si tengo oportunidad, si me arriego a intentar algún otro trabajo o no.
Gracias por haber llegado hasta acá.
That's All Folks!
Gaucho Man
el agradable
Uf, la edad... Te entiendo bien, yo ahora no veo de cerca igual de bien como antes y pegar un retrovisor me causa mucha ansiedad (como dicen ahora). Yo tengo que felicitarte, para mí tu modelo quedó más que bien! Encima, es casi un inédito, vista la poca difusión que tuvo la miniatura.
ResponderBorrarOtro de los límites que tengo para las temáticas es la de prototipos, tuve alguno que otro pero los regalé. De todas formas hay bastantes que me gustaron, y con alguno incluso caí (como mi PT Cruiser Panel de Auto Art). Uno que me encaría tener es el Citroën Camargue, échale un vistazo si no lo conoces.
Celebro tu modelo, me gustó bastante y el real lo mismo. Creo haberlo visto en alguna revista de coches hace años.
Para que te des una idea de lo que puede mi vista, sin anteojos no puedo mirar un celular, mucho menos un periódico o una mácula en la pintura del autito!
BorrarPor lo demás, a mi también me motivó mucho que fuera un modelo poco conocido y casi sin reproducciones, al menos en el mercado local.
Es que es un modelo viejo, si hasta me costó conseguir información específica (por ejemplo, no encontré diámetro de los discos de freno).
Si fuera moderno habría reproducciones hasta en los huevitos Kinder!
En cuanto a los concepts, es una temática interesante, pero da para mucho:
el Citroën Camargue se ve fantástico, hay varios que son (o fueron) fantásticos: Alfa Romeo Carabo, Lancia Stratos (hay dos: el chatito con capot triangular, pero también hay uno del coche de rally), Lotus Esprit y un largo etcétera. Pero también hay otros concepts son horrosos, y no los salva ni la originalidad, ni la innovación, ni siquiera mi miopía! Obviamente, nosotros los coleccionistas sabemos que los más feos son los más interesantes, pero a veces hay que poner mucho amor!