
"Será como David contra Goliat,
pero esta vez ganará David"
Homero Simpson
Seguramente recuerdan mi anterior post sobre el Panoz Esperante GTR1.
Si no quieren aventurarse con el link les resumo la historia.
Allá por 1996, Panoz y Reynard se pusieron a trabajar en un diseño para correr el campeonato GT de la FIA.

Cuenta la leyenda que Don Panoz, insistió que el bicho tuviera el motor adelante.
En tal sentido, podemos imaginar el siguiente diálogo:
- Y quiero el motor adelante.
- Pero Señor Panoz! si ponemos el motor adelante, tendremos que hacerle una trompa muy larga.
- Eso! como mi Corvette!
- Señor Panoz, más que Corvette, va a parecer un batimovil...
Cuando el técnico terminaba la frase, Panoz ya estaba poniéndose una capa de Batman mientras imaginaba las formas del nuevo auto.

Como conocemos la historia, los que ya leímos el periódico del lunes, el resultado fue el Esperante GTR-1, un auto que entraba por los ojos, no era un auto del montón.
Y en lo personal, creo que ese era el efecto que buscaba Panoz: un auto que fuera único, diferente a todos y que diera qué hablar.

Un fenómeno que estuviera en boca de todo el mundo, Panoz en la boca de todos los yankis.
Y no era uno solo, sino que hicieron como seis que corrieron entre 1997 y 1998.
Los autos anduvieron bien o mal, ya sabemos que a veces las carreras se ganan y otras veces se pierden.
Pero el objetivo de Panoz ya estaba cumplido.

Con el tiempo, la competencia -especialmente Audi y BMW- fue evolucionando y los GTR-1 dejaron de ser noticia.
Entonces Panoz sacó una versión spyder.

Así llegamos al fenómeno de hoy, que en diversas versiones corrieron entre 2000 y 2002, también ganando o perdiendo.
Suframos algunos comentarios.

CUESTIÓN DE PROPORCIONES
El motor adelante es una forma radical, casi primitiva, de delinear un auto.
Los aviones de la segunda guerra, las lanchas de carrera, los autos de records, los deportivos antes de los cincuenta, todos tenían el motor adelante.
El efecto es un modelo alargado, distanciado de las compactas barchettas de motor trasero.
Esta vista, si bien salió borrosa, muestra las proporciones del diseño, noten al piloto con sus asentaderas casi apoyadas sobre el eje trasero.
Mucho por delante.

La trasera es otra cosa.
Según los estilos y/o usos, la cola puede considerarse un signo de los tiempos, podemos ver colas glamorosas, aerodinámicas.
En este ejemplar, el voladizo trasero se ve radical, apresurado, como improvisado, apenas justificado por el alerón trasero.

El problema de sacar fotos de un auto colorado es que de todos los ángulos resulta colorado.

Resumiendo, tenemos un auto con trompa larga y cola corta. Colorado.
Por delante se ven dos tomas de aire de vocación casi aeronáutica, encuadrando un volumen para el motor o lo que sea que haya ahí abajo.
Toda una declaración de intenciones.
Las tulipas se ven más pequeñas que en el GTR1 del cual deriva, pero es entendible porque la tecnología iluminatoria cambió mucho en esos años y redujo el tamaño de los reflectores.

Por debajo, en color negro se ve un spoiler y en el centro una anilla roja, que parece ser el coso para cortar electricidad.

Las ruedas son genéricas de Vitesse, ya las he visto en el GTR y en algunos Vipers, pero vienen bien, se adaptan sin desentonar.

De lejos, los laterales se ven simples pero acercando el lente se ven sinuosos, con entradas y salidas. Atrás del número, justo por debajo de las banderas yankis, asoman los escapes, uno de cada lado.


Por arriba el modelo muestra dos espejos y otros pitutos negros que quizás sean antenas.

Parece Mentira, hace como cuatro días que estoy esperando un día de sol para tomar las fotos, pero cuando no llovía, estaba nublado.
Aquí les presento los mejores intentos que supe conseguir.
En esta vista se ve el escape lateral que mencioné antes y el alerón trasero.

El cockpit es espartano pero tiene toques de color estratégicos que lo transforman en un interesante ejercicio para la vista.

Los cinturones de seguridad son otro acierto aunque me llama la atención el asiento tan cuadragular.

No logré ninguna foto del alerón, por favor traten de apreciarlo en esta panorámica.

El modelo trae Certificado de Autenticidad, no esperaba menos de Vitesse.
En la práctica es un papel que no agrega demasiado, como un boletín de calificaciones cuando uno ya se recibió: va como curiosidad pero no cambia nada, el autito sigue siendo el mismo.
Pero es una buena costumbre.
Una foto más para el recuerdo del auto rojo.
Gaucho Man
el orate