O MAIS GRANDE BERTA DO MUNDO
Según su propia autobiografía, Berta había sido invitado a correr en los 500 km de Interlagos que se disputarían el 3 de septiembre de 1972.
Como Berta no tenía piloto llamó a Ángel Monguzzi que venía ganando el campeonato argentino fórmula 1.
Allá partió todo el equipo y pese a un problema en la aduana, lograron llegar justo a tiempo para la carrera (si entendí bien, llegaron un viernes en la tarde, la clasificación era el sábado y la carrera era el domingo).
Afortunadamente, ya en la pista, el auto iba muy rápido pero Monguzzi le tomó la mano enseguida.
Se les rompió una rótula de la suspensión delantera y como no tenían repuesto debieron buscar un torno y tornear una nueva pieza la nueva rótula a partir de un viejo palier de automóvil trabajando de forma totalmente artesanal y contra reloj.
Al día siguiente en la clasificación, llegaron en tercer lugar detrás de Reinhold Joest (Porsche 908/3) y Herbert Müller (Ferrari 512M). No fue un mal resultado.
Ya en carrera, durante la segunda vuelta y marchando en segundo lugar, Monguzzi debió detenerse por una falla en el motor y no hubo manera de arrancarlo, no pudiendo terminar la carrera.
Al día siguiente lo arrancaron nuevamente, estando el motor frío, y arrancó instantáneamente. Aparentemente el sistema de inyección les había jugado una mala pasada por el calor carioca y la falta de experiencia.
Tengo una versión de que el auto fue vendido a un corredor brasilero (quizás Pérez Bueno), que le puso un motor Chevrolet V8 y anduvo muy bien, pero no pude confirmarla, por lo que la dejo acá, cubierta con un manto de duda.
O MAIS PEQUEÑO BERTA DO MUNDO
El modelo es de Ambrosio, y fue una sorpresa inesperada.
"Tenés algo para mi?" le pregunté.
La respuesta fue este modelo celeste.
Hay que decir que Ambrosio se supera día a día.
Miren pequeños detalles como esta toma de aire lateral, calada, que atraviesa el material. Es una apuesta que no siempre sale bien, por eso muchos fabricantes se limitan a marcar con una hendidura y remarcar con pintura negra.
Por favor agranden las fotos y disfruten detalles como la jaula antivuelco.
O el espejito retrovisor haciendo equilibrio sobre dos patitas.
Y lo mejor: la filigrana del motor con sus ocho trompetas de admisión.
No se olviden del paisaje trasero.
Una belleza a escala, lo cual no sorprende en lo más mínimo.
Somos muchos los coleccionistas que debemos nuestras mejores piezas a las manos mágicas de Gustavo Ambrosio.
That's All Folks!
Gaucho Man
el disoluto
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jueves, 24 de octubre de 2024
berta interlagos - ambrosio 1/43
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Pena de coche, se veía que podía dar rendimiento pero con eso no basta, debe existir la fiabilidad. Pero entiendo que no tuvieron tiempo apenas de probarlo bien.
ResponderBorrarEnhorabuena por tu modelo, se te siente orgulloso! Pagas la calidad de saber que fue una cosa hecha a mano, con cariño y pasión. Además refleja una parte de la historia del automovilismo de tu país, por lo que tiene su interés añadido.
Hola Antonio!
BorrarLa historia de Berta está signada por muchos eventos de este tipo. El apuro, la falta de experiencia y recursos, siempre opacaron los logros. En cualquier caso, mirando el vaso medio lleno, el tipo construyó autos y motores, estuvo entre los grandes y sus modestas participaciones, aunque breves, mostraron su alto potencial.
Después de haber llegado, competido y peleado dentro del top five, ganar o no ganar, es sólo cuestión de suerte.
Mal o bien, el tipo estuvo por sobre la media, y eso es innegable.
El modelo es raro, un momento en que los autos se iban geometrizando, menos curvas y más planos, mucha arista filosa. Quizás es una carrocería más fácil de replicar, pero la mano de Ambrosio busca los detalles y los reproduce con elegancia.
Estoy contento, gracias.