FELIZ AÑO NUEVO
Una costumbre muy arraigada en estas Pampas, es que acercándose las fechas navideñas, los recolectores de basura salgan a saludar personalmente a los ciudadanos. Este saludo totalmente desinteresado consiste en entregar los mejores deseos para el año entrante, juntamente con una pequeña tarjeta, documentando dichos deseos.
Hace varios años las tarjetas eran específicas y hasta incluían algún versito alusivo.
Recuerdo algunas como “con frio o con calor, su seguro servidor…” (noten aquí la rima de “calor” con “servidor”), o algo así.
Con el tiempo esas tarjetas tan simpáticas fueron deviniendo en almanaques; imagino que fue una cuestión de practicidad: un almanaque prestará utilidad durante todo el año, y en cambio, una poesía no sirve para contar los días. En tal sentido, para el formato almanaque, las imprentas ya tienen un tamaño específico, un formato determinado y hasta una selección de fotos disponibles, de modo que el interesado solo debe elegir motivo que más le guste.
fuente internet
Volviendo al basurero, se presentaba el tipo en casa y entregaba la dichosa tarjetita pidiendo a cambio alguna colaboración desinteresada y sin compromiso.
La primera sospecha era de la autenticidad del individuo, porque muchas veces era un impostor que manoteaba una bolsa de basura, del propio basurero y gestionaba la tarjeta.
En rigor de verdad uno debía entregar algo, aunque si era un impostor, la bolsita de basura aparecía abandonada, desparramada unos metros más allá.
Entonces uno se avivaba y sólo entregaba el óvolo cuando venían con el camión recolector.
Y aunque uno supiera que era una práctica extorsiva, que estos tipos venían cuando querían, que cuando venían, nunca pasaban a horario, que apenas recolectaban la mitad de la basura y desparramaban el resto, uno debía entregar la dádiva, porque en caso contrario, quedaba bien claro que sabían dónde uno vivía, y siempre quedaba el temor de que la basura no fuera recolectada durante todo el año siguiente, o que los basureros hicieran el achique en la puerta de la casa de uno (o en la misma puerta).
fuente internet
Para los que no saben, el achique es una práctica efectuada por los recolectores para ahorrar los tiempos y manejo del camión, consiste en mandar un operador adelantado que amontone las bolsas de toda la cuadra en un montículo unificado, de modo que facilite y agilice el circuito del camión, que en vez de hacer cuarenta paradas en una cuadra, deba detenerse sólo una vez frente al achique. Considerando que el achique puede ser una montaña de un metro de alto y cuatro o cinco metros de largo, se entiende que no es una práctica higiénica y está expresamente prohibida en el Manual de Buenas Prácticas del Buen Basurero, pero como tantas otras cosas en nuestro país, esa prohibición no significa absolutamente nada.
fuente internet, notar año 1962
Hace unos días poniendo orden en mi biblioteca encontré algunas tarjetas que vine atesorando en los últimos años.
Lamentablemente la modesta cantidad no alcanza para catalogarla como colección, pero de todos modos es una interesante selección que permite apreciar el fenómeno y una parte de su evolución vamos por partes en forma más o menos cronológica.
A partir de acá, vamos por las tarjetas mías.
Acá, está la tarjeta de los muchachos del Camión 734, año 2012.
En realidad, podemos inferir que los del Camión 734, copiaron la tarjeta de los muchachos del Camión 707 , notar que ya en 2009 ya estaban usufructuando el formato.
Y parece que les dio resultado, porque lo siguieron usando en 2014.
Cinco años para amortizar una tarjeta, no está nada mal.
Quizás acá esté la clave de la amortización: Quitaron el número de la tarjeta y distribuyeron franquicias, se ve que el negocio prosperaba.
En 2015 se profesionalizó la franquicia, estrenaron un nuevo diseño, aunque parece que ningún muchacho se avino a declarar el número de camión.
Para hacerlo menos evidente, en 2019 reformularon nuevamente el formato, sin mención al camión.
De todos modos, ya desde el texto se declaran "amigos", no es poca cosa. Viva la amistad!
Se ve que la práctica hizo escuela y se fue extendiendo a otros rubros.
Acá abajo, una tarjeta usufructuada por el Gremio de Carteros.
También tengo estas tarjetas monocromáticas en rojo.
No tienen fecha ni almanaque, por lo que no puedo rastrear el año, sólo puedo asegurar que fueron distribuidas en algún momento de los últimos 25 años.
Lo interesante es que aluden a un Día del Recolector, aunque no aclaran la fecha.
También recomiendan no ensuciarse con droga.
Y se identifican como Muchachos del Camión Autorizado.
Se ve que la campaña de usar droga limpia dio buen resultado porque debieron repetir la campaña.
En verdad, repitieron y redoblaron, noten que ya no era un Día de Recolector, sino una Semana del Recolector.
Aplicando Regla de Tres Simple, imagino que la droga estaba siete veces más limpia.
Acá abajo, otra tarjeta sin año, aunque de diseño absolutamente clásico.
Aunque tampoco indica el número del camión.
Y me quedo con el versito:
That’s All Folks!
Gaucho Man
el basurero
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