el especial de los viernes: gaucho models inéditos

A propósito de mi post sobre un Fiat 600 artesanal, bautizado "Osvaldo" por el Cabo Reyes, y de los comentarios surgidos despúes, les comparto estas soporíferas conclusiones de mi autoría.



Cuando me inicié en el hobbie, no tenia ningún conocimiento de autos ni de autitos ni mucho menos, de coleccionismo.
Sin siquiera saber qué cosa era un Minichamps, menos podía entender las diferencias con un Bburago.



No obstante, luego de varios años armando (o arruinando) kits de plastimodelismo, y recreando diseños en madera balsa, me tenía fe a la hora de armar un autito desde cero.
Mi inocente idea era dedicarme a armar autitos a pedido.

En mi ignorancia, no sabía qué podía demandar un típico comprador y creía que un modelo genérico, más cerca de la artesanía que del coleccionable diecast, podía encontrar compradores dispuestos a pagar por él.



Al poco tiempo empecé a comprender cómo se mueve el mercado, las exigencias del coleccionista, mis limitaciones, y la imposibilidad de que un modelo artesanal compita con un diecast propiamente dicho.
Solo pude entender este marketing cuando yo mismo me hice coleccionista.



Después de varios modelos diecast y artesanales (míos y/o de otros) entendí que el nivel de detalle y terminación by Gaucho solo podían satisfacer mi benévola exigencia.
La ecuación era clarisima: un auto artesanal siempre es más caro y difícilmente tenga el nivel de detalle y terminación de un legítimo diecast.



Para empeorar las cosas, la tecnología del diecast industrial mejora día a día y la brechas se agranda a cada momento.



Estuve en contacto con un par de artesanos que viven de los autitos y las conclusiones finales son:
+Nadie quiere pagar algo más sólo porque sea artesanal.
+Si alguien elige comprar más caro es a cambio de algo especial que no se consigue a precio "normal".
+Aún así, el que paga caro exige mucho al producto y, por supuesto, al modelista.
+El único nicho aprovechable por el artesano está en los modelos no reproducidos por los fabricantes de diecast, donde no hay comparación posible. Aunque hay que reconocer que cada día es más difícil encontrar modelos no atendidos por los fabricantes.



La cantidad de automóviles pausible de ser reproducida tiene número. Es una cantidad muy grande pero finita.
La cantidad de modelos reproducidos aumenta día a día.
Es de pensar que en un futuro muy factible las dos cantidades coincidan en una cifra definitiva.



Resumiendo:
Por la posible disponibilidad de todos y cualquier modelo en diecast industrial, y por las limitaciones de costos y terminación de los modelos artesanales, lamentablemente los Osvaldos tienen los días contados.
Ni hablar de los Gaucho Models, que tienen un destino menos ambicioso aún.



Es una magra primicia que les comparto.
Señores, tenemos ante nosotros la crónica de un final anunciado.
Les pido un minuto de silencio por adelantado, por un desenlace que llegara en diferido a todos los Osvaldos.
Esperemos no ser testigos ni mucho menos cómplices de este triste untimo capítulo.



That's All Folks!

Gaucho Man
el irrisorio