tanque t14 armata - gaucho boy 1/50

ALTO EL FUEGO!

Alguien dijo

"Cuando quieres ser alguien, te compras un auto deportivo, 

pero cuando sabes que eres alguien, te compras un clásico".

Parafraseando en primera persona, yo diría 

"Cuando quise ser alguien, me dediqué a hacer autitos, 

y ahora que sé quien soy, ya no necesito hacerlos".

Seguramente notaron mi poca inspiración en los últimos posts.
Pido disculpas, la verdad es que vengo en bajada, al menos desde diciembre.
Déjenme contarles para exorcizar mi espíritu aletargado.



Recuerdan mi auto rosado? 
Ese modelo me llevó casi dos años y a medida que lo iba terminando, se me fue jodiendo el proyecto, todo mal, y si bien al final lo pude emprolijar, la verdad es que no salió de mi gusto. 
Por el contrario, fue una gran decepción. Esperaba que fuera el auto más lindo de la historia (de mi historia) y terminó siendo un fiasco digno de un principiante.
Me llegué a cuestionar el excesivo stress que me causó, una actividad que supuestamente debería ser una válvula de alivio.



Esta decepción me hizo cuestionar la efectividad de mi método de trabajar con madera. 
La madera balsa es macanuda pero no es perfecta.
Es tiempo de encarar otro método, pensé en el diseño 3D y estoy investigando, pero no va a ser inmediato.



Volviendo al autito rosa, cuando fui a guardarlo en la vitrina, la vitrina estaba completa y sólo pude guardarlo haciéndole lugar a los codazos entre los otros SP.
Fue como completar un álbum de figuritas, con la sensación de haber completado una etapa de casi treinta años.



Mi "taller" era una pequeña mesa de madera en el living de mi casa sobre la que disponía herramientas, materiales, pegamentos, pinceles y pinturas. 
Para el seis de diciembre festejábamos el cumpleaños de mi hijo, para lo cual debí resguardar todo mi taller en una caja de cartón. 
Luego de la fiesta, ya no tuve ánimo para abrir la caja y disponer todo otra vez en su lugar.
Y cuatro meses después, ni siquiera echo de menos la actividad.
La caja está sobre la mesa de madera, cerrada desde hace cuatro meses.



También se dieron otros factores de naturaleza más externa como un cambio laboral que me sacó gran parte del tiempo libre.



Y lo último fue la pandemia, con la cuarentena y todo lo demás.
Cuestiones económicas y políticas llenan mi cerebro momento a momento.



No logré reunir ánimos para empezar otro modelo ni terminar ninguno de los cuatro empezados.
En tal sentido, decidí dejar todo guardado hasta que pase la tormenta y pueda volver a pisotear los caminos del modelismo.




EL GRAN OSO

Para no dejarlos solos, les comparto el último trabajo de mi hijo.
Se trata de un tanque ruso, por lo que leí en la Wikipedia, es un tanque de última generación, presentado en 2015.



Es un monstruo, para que se den una idea, mide nueve metros y medio de largo y casi cuatro metros de ancho.
Como decir dos Torinos de largo y dos Gol de ancho, me pregunto si encontrará puentes o túneles de su talle.



De su equipo me sorprendió con un cañón con ánima lisa que le permite disparar balas o misiles.



Como los últimos trabajos de Gaucho Boy, es 99% papel y el resto son metales para simular antenas o ametralladoras.



Por favor agranden las fotos y miren despacito los detalles.
La torreta tiene detalles impensados. 
Los fumígenos por abajo, el antenaje y armamento por arriba.
El cañon con chorizitos (no sé qué son ni para qué sirven esas formas).



Lamentablemente, este tanque es demasiado moderno y no tiene los chiches que suelen tener los tanques más viejos, acá no hay palas, bidones, carpas ni eslabones de oruga de repuesto. Son sólo dos tripulantes y todo lo demás es computadora.



Por favor miren si pueden, las rueditas, con la parte externa convexa.
No quisiera tener que hacer una.
El tanque tiene siete de cada lado!



Para apreciar mejor los detalles, además del macro, saqué las fotos más claras, de modo que se vean las texturas que logra el papel impreso.
Nos vamos? (Cabo dixit)






That's All Folks!




Gaucho Man
el inconcluso