Ya hablamos de la costumbre de las hinchadas argentina de adjudicar sobrenombres a deportistas, coches y demás fenómenos.
Otra característica señalable de estas hordas es el pragmatismo.
Si hay un auto que sucede a un coche anterior llamado "Chevitu", por que no bautizarlo "Chevitres"?
Ajena a todo este petardeo existencial, la Wikipedia cuenta que el nombre oficial era Martos, es decir el apellido del técnico que pergreñó el complejo chasis.
Como otros engendros de esos años., era un verdadero collage de componentes: motor "250" de seis cilindros, 4100 cm3, siete bancadas y suspensión trasera de Chevrolet 400, caja de cambios ZF, suspensión delantera de Bergantín (versión criolla del Alfa Romeo 1900).
El auto fue desarrollado durante 1968 y corrió en 1969, ganando dos carreras con promedios de 172 y 212 km/h.
Parece que andaba lindo aunque no tanto como el Trueno Naranja que se llevó el campeonato y entró en la leyenda por la puerta grande.
El diseño de la cola fast back remite a Alfa Romeo y Ferrari.
Yo estuve al lado del auto real y les aseguro que es tan pequeño que impresiona.
La cola trunca aumenta esa sensación, como que el auto termina justo antes que la mirada.
Mucha superficie vidriada, lo que dejaba al descubierto un interior muy despojado, era como mirar dentro de un globo.
Ahora piérdanse en el trabajo de Gustavo Ambrosio.
El modelo reproduce las formas y sensaciones del real: su reducido tamaño y sobre todo, el "efecto globo".
Con cierta experiencia en modelismo, ya conozco los posibles puntos débiles de estos trabajos:
ruedas descentradas, torcidas, formas asimétricas, y todo una larga lista de posibles defectos que terminan arruinando el modelo.
Y debo decir que no es el caso.
En el mismo momento de la transacción, le hice un rápido examen al modelo y aprobó todos los rubros con un felicitado.
Les dejo un par de fotos más.
La cola trunca, que ahora que lo pienso, también tiene alguna reminiscencia de Cobra coupé.
Para cerrar, les muestro una foto, tapa de una revista de esos tiempos, mostrando la parrilla de largada, quizás del día que se estrenaban este auto y el Trueno (así es, se estrenaron el mismo día).
La sorpresa es que cada vez me quedan menos modelos para tener.
Es como completar un álbum de figuritas.
Cuando lo termine, voy a cambiar todos los autitos por una pelota de fútbol.

That's All Folks!
Gaucho Man
el insurgente