EL ESPECIAL DEL DOMINGO
Mi amigo el Cabo Reyes supo de un bajón en mi creatividad y acudió presto con la ayuda precisa, ofrendando la mejor ayuda de su puño y letra (menos mal que no puso ninguno de sus feos autitos).
Leyendo sus párrafos queda la idea que él habla de si mi en tercera persona,
aunque creo que hablaba de él y de todos los coleccionistas.
Recomiendo una lectura pausada y leer al menos dos veces, les aseguro que tiene mucho sentido y razón.
Cuando se mira un modelo de perfil, puede uno acotarlo marcar un principio si se quiere al ras de la defensa delantera y un final en la defensa trasera, un inicio y un final.
De igual modo va al estante y ver de izquierda a derecha un principio y un fin.
Pero cuando uno mira la colección en su totalidad se torna borroso.
¿A dónde comienza y dónde termina?
Uno busca rescate en reglas personales de las que tantas veces se hablaron, que restringen el universo coleccionable de manera drástica: Ya no son todos los años, ni todos los modelos ni todas las escalas…
Vuelve a mirar la colección pero sigue sin principio ni fin…
A la pregunta qué nos falta le sigue un listado de modelos pero es incierta, no son todos los que faltan y por mucho que fue el esfuerzo, esa lista sigue existiendo.
Entonces se sabe que la tarea no tiene fin…
Es cuando uno se da cuenta que ya no se trata de culminar ese universo en escala, sino de dar un buen intento, mira a un colega y sabe que existe una especie de ranking en el cual cada vez se está más alto pero a la vez se es más viejo.
Vuelve a pensar en el principio y el fin y encuentra una respuesta biológica entonces, están ligados inexorablemente a nuestro ciclo de vida.
Resulta fácil, en términos generales, hablar del pasado, fracasos, derrotas, errores y todo lo que en otro tiempo resultó una frustración…
El pretérito arroja una manta de piedad transformándolos en anécdotas.
El futuro tiene forma de promesa y por más que uno lo vaticine siempre hay un margen de imprecisión que oficia de esperanza ante un porvenir oscuro.
Pero el presente resulta drástico por que no ofrece ningún analgésico, así nuestro querido Gaucho llega al punto de sucesivos “Tests de Coleccionistas” quizá sea preguntarnos “¿que nos pasa?”
Ya se habló del coleccionista que recién empieza, del que ya lleva un tiempo, incluso de finales de coleccionistas, pero ese “presente” no se toca, tiene forma de tests.
Así tenemos
Fase 1: el que comienza a coleccionar
Fase 2: el que delimita la colección
Fase 3: acumulación de los objetos de la colección.
Fase 4: eso que por ahora vemos en tests
Fase 5: el final de la colección por que el dueño estiró la pata, cortó con menos diez o como prefieran llamarlo.
La Fase 3 podemos decir que es una persona que ya tiene una colección definida, desarrollada y con espacio propio, en plenitud, sin tantos faltantes con todos sus “esenciales” dentro de lo que se haya elegido coleccionar.
Pero esta fase tiene su complejidad en el sujeto que colecciona, todas las otras fases tratan de un sujeto que con su actividad hace algo con su colección mientras que aquí es la colección que actúa sobre el sujeto:
El primer dato significativo es que muchos de sus modelos deseados ya están en su posesión, los faltantes si bien existen no son fundamentales y entonces tenemos a un sujeto que esta frente a su obra.
Está frente a un cambio de estilo de vida inesperado, ya no hay tanto para buscar, tampoco es tan importante, sigue comprando modelos pero esos estantes son como un agujero negro que todo lo absorbe y no deja rastro de la novedad, es como decir ahora la colección es un 0.001% mas grande o mas completa…
Entonces llega el descanso, convivir con la colección, atenderla, limpiarla pero falta algo, falta emoción, falta el encuentro y la novedad…
Cuestión de tiempo, el apetito por las sensaciones va en aumento, la experiencia de mostrar la colección adquiere otros tintes…
Tiempo atrás visitaba un viejo coleccionista cuando yo apenas empezaba a definir que iba a coleccionar y entro a un cuarto repleto de modelos, ninguno de mi interés y lo único que me sorprendía era la cantidad por si misma. Luego de unos minutos me mira diciéndome casi en tono de reclamo: “Y no vas a decir nada???”
Me quedé sorprendido, por cortesía dije unas palabras elogiosas pero me fui pensando en que era un fanfarrón.
Ayer llegaron visitas a casa, me demoré en la entrada y dejé que lleven la delantera, incluso demoré el paso, al final del pasillo pasarían por la colección, dirigiéndose a ella como si fuera una trampa, luego los alcancé despacio y en silencio escuché sus comentarios, suspiros, recuerdos… todo…como un vampiro que se alimenta de emociones me alimenté de todas las reacciones…
Recordé al viejo coleccionista y me vi reflejado en él.
Yo también fanfarrón?
Pues no, si bien la envidia es apetecible en ese momento, cuando uno está con los colmillos afuera nutriéndose de emociones, uno busca todas las emociones positivas y no solo ésa.
Esa búsqueda de emociones se transforma en vocación por compartir, así nacen reuniones, muestras, foros, grupos de facebook y blogs, se comparte, se muestra, se seduce, es otra actividad que nace en esta fase…
Hasta acá la prosa del Cabo.
Si llegaron hasta acá, los invito a terminar la historia.
That's All Folks!
Gaucho Man
el impepinable
Muy bueno Mr. Gaucho una buena entrada este Mack se le ve muy bien para se de la familia Corgi
ResponderBorrarSaludos
Me alegro que guste, no esperaba tanto éxito.
Borrarvoy a tener que preparar una entrada más específica para este camión.
Aquí los señores de Altaya y compañía ya se ocupan bien de que no alcancemos la plenitud en nuestras colecciones, la última en salir... una de autocaravanas! (que pienso indagar).
ResponderBorrarY tenemos autobuses, coches de ayer, hoy y mañana, camiones, trailers, deportivos de todos los colores, coches de Policía, militares, de bomberos...
A dónde vamos a llegar!
p.d. El modelito es una preciosidad, dan ganas de ponerle una cadenita y colgarlo del retrovisor del coche.
ya no sé si es un tema de plenitud de cantidad sino de coleccionista.
Borrary aunque parezca contradictorio: creo que la abundancia de autitos acelera el proceso.
ya veré de hacer un post dedicado al mack.
Evidentemente hay tipos sensibles , y otros que no lo somos . Por eso nos sorprenden tantas consideraciones alrededor de un hecho tan pelotudo como el coleccionismo . A mi entender , hay solamente dos hechos básicos.
ResponderBorrarUno empieza a juntar porquerías (estampillas , diecast , memorabilia , etc.), simplemente porque se le ocurrió .
Toda colección es virtualmente infinita . Por más acotada que sea , y aunque el número posible de sus elementos sea finito , al representar el tiempo necesario para reunirlos vamos a obtener una curva asintótica , que cuanto más se acerca al límite , más va a tardar en alcanzarlo . Como la vida humana es una progresión aritmética (no geométrica) , todas las probabilidades dicen que ésta concluirá antes de la colección . Perplejos metafísicos , abstenerse.
Por lo que trabajosamente pude inferir :
El blog , el modelo y las fotos son suyas.
El texto es del Cabo.
Piensa publicar una segunda parte sobre el tema .
En base a esos presupuestos le dejo dos inquietudes :
1° Si no va a escribir tampoco la segunda parte podría encargársela al Vikingo ¿no? , así nos podemos enterar de algo sobre la miniatura ...
2° ¡Deje de "puñetear" ese pobre camión ! Aparte de no dejarnos ver nada , le va a arruinar la pintura .
A quien corresponda.
la verdad es que no pensaba escribir una segunda parte pero ahora que la pide, le voy a hacer el encargo al Cabo.
BorrarQuizás escriba una segunda parte personalizada para su blog tractoril, cuando se le acaben los tractores.
En cuanto al camioncito, lo voy a limpiar bien y luego hago fotos para otro post, sin manos.
Me encantó el Mack Gaucho, muy lindo modelito.
ResponderBorrarAbrazo!
bárbaro!
Borrarte anoto para el próximo post específico del camioncito.
Dale! Si en este que era algo secundario me gustó, ni te imagines lo que será cuando hables de él!
BorrarLa verdad Gaucho es que no estoy en días para reflexionar (me sucede muy a menudo cuando me canso del mundo; mejor dicho, cuando me canso de la gente que lo habita), pero en su honor y de su amigo que escribió el texto, le voy a decir que mi colección (toda la vida fui coleccionista: estampillas, cajitas de cigarrillos, tapitas de botellas, aviones, figuritas, revistas, libros y vaya a saber la de cosas que olvido enumerar) nunca fue pensada con un fin; me sería imposible pensar que debo llenar un álbum y que se termina. Como dice Pablo, ese fin se lo dará nuestra muerte, pero uno siempre espera que nuestros hij@s o esposas continúen con ella. Algunos ya ven que a ellos no les interesará en lo más mínimo continuarla, y se la imaginan en la puerta de su casa, sobre un tablón con un cartelito "2 x $50". Yo aun estoy en la etapa esperanzadora, disfrutando observar a mi hija menor (casi 5 años) sentarse en su pequeño silloncito frente a la vitrina a mirar los autos, y contestándole orgulloso "es un Porsche" cuando me pregunta por alguno de ellos que le llama la atención. Es la fe en la humanidad que uno tiene (no en un dios, ya que soy ateo, pero si en los hombres).
BorrarPara terminar, una pregunta para que le haga a Cabo (o si directamente él quiere contestarme): cuando en su relato escribe sobre ese viejo coleccionista que le dijo “Y no vas a decir nada???”, se está refiriendo a Sir W??? Si es así, me pasó algo similar cuando allá por 2011 visité su casa y no dije ni una palabra sobre la vitrina de sus autos de calle (si de las varias que tiene con autos de competición!)...
Abrazo!
juan,
Borraral fin y al cabo, no puedo saber a qué viejo coleccionista se refiere el texto.
con respecto al cordobés, sabemos que está cada vez menos presente por estos lados, de todos modos lo esperamos si puede clarificar tu duda.
Geniales las reflexiones, muy loco todo el proceso de elejir el modelo, sumarlo al resto y empezar de nuevo el ciclo, ... Es asi nomas
ResponderBorrarEl camioncito hermoso
Saludos!
Clasicos1-64.blogspot.com
no es magia,
Borrares la voz de la experiencia,
entre el cabo y yo juntamos casi 40 años de colección,
casi la edad que yo tengo...
Después de leer tanta reflexión, irremediablemente se plantean cuestionamientos filosóficos y preguntas, algunas de ellas de difícil o imposible respuesta. Vaya sólo una como ejemplo: Si usted está sosteniendo el modelo con ambas manos... quién sacó las fotos?
ResponderBorrarPD.: Muy lindo el camioncito!
Estimado Diego, si yo te digo con qué parte del cuerpo saqué las fotos, me cierran el blog.
Borrary si bien uno tiene una anatomía muy dispuesta, te aseguro que no fué fácil.
Encantador el pequeño tragafuegos.
ResponderBorrarLas distintas fases por las que pasa un coleccionista pueden ser cíclicas, no necesariamente seguidas y/o en orden específico salvo por la fase en la que el coleccionista "estiró la pata".. jaá !
Tambien se experimentan reorientaciones, metas o prioridades nuevas. Por otro lado y hablando por mi, los puntapiés que me da la vida y los coscorrones que me propina el Altísimo me los aguanto, no hay fijón, hasta tal vez me los merezco y por aquí sigo.
A veces podemos y a veces no, a veces hay plata y a veces no. A veces hay ánimos y aveces no. Pero la pasión sigue y ahí está, en lo oscurito a lo mejor, Pero eso es lo que nos distingue.
Saludos Gaucho,
Saludos Cabo, emotivo rescate !
buen punto: etapas cíclicas que se repiten.
Borrarno creo que haya cambio de orden pero es posible que la sucesión se repita, precisamente hasta la sucesión que hagan nuestros hijos cuando pinchemos nube.
Ese camión mostrado de una forma pervertida e insana se lo ve de maravillas, yo quiero el tutorial para sacar fotos sin manos, como en la bici.
ResponderBorrarusted es otro pervertido,
Borrarmire las cosas que me hace escribir