LA HISTORIA OFICIAL
El reglamento del SP indicaba que sólo podían correr autos de industria nacional, es decir que hubieran sido fabricados en Argentina.
Aprovechando la importación temporaria de un McLaren M8C traído para correr los 1000 Kilómetros de Buenos Aires de 1971, pilotado por Chris Craft y Trevor Taylor, el constructor Vicente Formisano, gestiona un permiso para que le presten el auto con la idea de copiar el chasis y motorizarlo con el motor Ford F100 que se usaba en el SP.
De esta manera, se esperaba lograr un coche competitivo capaz de enfrentar a los Berta, que ya en ese momento resultaban imbatibles.
Quizás por tratarse de un chasis probado y afinado, el auto debuta con un cuarto puesto con el corredor Nasif Estefano.
Gana en la segunda carrera, abandona en la siguiente por un problema de motor, luego un tercer puesto y finaliza el campeonato en segunda posición.
Luego fue alternando posiciones de podio con abandonos por temas mecánicos, o con algún golpe contra el guarda rail; también hubo pintura de otro color, debido a un cambio de sponsor.
Terminó el año en cuarto puesto, una posición modesta para un auto que venía con tanta expectativa.
En la foto de abajo, el McLaren encabezando un pelotón de largada.
LA OTRA HISTORIA
En este punto nos adentramos en una zona oscura del SP argentino.
Notarán que está todo escrito en tiempo potencial.
Es que es un asunto muy delicado que involucra el orgullo nacional, la honestidad de algunas personas, la reputación de McLaren, la originalidad de dos autos, y mucha plata por detrás.
Obviamente nadie quiere involucrarse, muchos conocen la historia pero la van a negar.
Yo escribo todo esto, pero si me preguntan, también voy a negarlo.
Como comenté más arriba, el McLaren estaba en préstamo para estudiarlo y clonarlo.
Luego de la clonación, el auto regresó a Inglaterra, fue pintado de color naranja, color oficial de McLaren.
Formisano asegura que mandó el auto original, el mismo mismísimo que había recibido y usado para copiar.
Quizás, por los apremios para tener el clon en la pista a tiempo, quizás por alguna demora imprevista, o tal vez por error, hay quienes aseguran que hubo piezas originales que fueron tomadas del original e instaladas en el clon.
Asumiendo una cantidad limitada de piezas originales para dividir en dos autos, la conclusión es que no alcanzaría para dos, y que ambos chasis, el que quedó acá y el enviado de regreso, incluirían piezas no originales.
Resumiendo, en Inglaterra tendrían un chasis con piezas originales y piezas no originales.
Y en Argentina habría quedado un chasis en idéntica situación.
Hay versiones acerca de un coleccionista que habría comprado el auto de Inglaterra. A tal efecto, pagó una suma importante, pensando que se llevaba un McLaren con mucha historia, legítimo original y completo.
Luego, ante algunos rumores que susurraban a gritos la dudosa originalidad del conjunto, este coleccionista contrató a McLaren para que verifique y certifique la originalidad de su chasis.
Acá hay que señalar que la vida de un auto de carrera es azarosa, llena de accidentes impensados, arreglos imprevistos, reparaciones improvisadas y muchos recambios apurados. Con todo este predicamento, siempre hay componentes con la originalidad confusa. Por ejemplo, un amortiguador, algún pedazo de carrocería de fibra de vidrio, una butaca o un radiador. Esta imprecisión aumenta si hablamos de un pedazo de fierro de la carrocería, imposible de catalogar.
También hay que tener en cuenta, que generalmente, estos autos se venden con un paquete de repuestos varios, que pueden ir desde un juego de carburadores hasta una caja de cambios, es decir que posiblemente, había piezas originales duplicadas.
Tal vez por eso, la verificación constató que el auto incluía alguna cantidad de piezas originales y que no había motivos para desconfiar de la originalidad del conjunto.
Así las cosas, el auto en Inglaterra tuvo su certificado de originalidad.
Para no ser menos, y tal vez tentados por la posibilidad de vender el auto clonado, desde Argentina se habría solicitado a McLaren una verificación similar.
La sorpresa fue que el McLaren argentino también tenía una masa crítica de componentes originales. El resultado de la verificación también dio positivo.
EL MCLAREN GATE
Lo bueno es habrían dos autos originales, todos estaban contentos.
Lo malo es que quizás alguien no estuviera tan contento.
Por ejemplo, el encargado de numerar los chasis de la fabrica de McLaren.
Piensen en un registro de autos producidos cronológicamente, un Excel con muchos renglones fechados, muchos números de chasis y muchos autos; un auto para cada renglón, un renglón para cada auto. Pero uno de los números con dos autos verificados y certificados.
Cualquier argentino agregaría un nuevo número al final del listado, pero la rectitud inglesa debió pensar en otra estrategia para regularizar el registro, quizás una /A y /B al final del número de chasis.
Como decía un juez, "la verdad se diluye con el tiempo".
Los actores, los partícipes, los testigos y los involucrados, se desperdigan, se olvidan, o se mueren.
Esta situación empeora si hay intereses por el veredicto final.
No creo que sepamos cómo terminó (o cómo habría empezado) el sonado caso del McLaren mellizo, es una verdadera lástima.
EL TRABAJO DE AMBROSIO
Como siempre, el trabajo de Ambrosio es inobjetable en términos de veracidad, precisión, esmero y prolijidad, lo único que se puede hacer con estos modelos es resaltar algunos detalles.
En la foto anterior se aprecian los escapes, la parrilla trasera, el alerón y los palitos que lo sostienen.
Hablando del resto del modelo, creo que lo más interesante está en el cockpit.
Volante, matafuego, corta corriente y relojes forman un combo prolijo y esmerado.
También se aprecia el radiador que asoma por la salida de aire.
Los espejitos ya son marca registrada de Ambrosio.
Y aunque no se vean en la foto, les juro que hay pedalera y cinturones de seguridad.
El motor viejo y conocido, aunque no por eso deja de ser una pequeño prodigio de orfebrería.
La barra antivuelco tenía ese color en el original.
Completan rejillas, tomas de aire y tapa de combustible.
fuente: http://sportprototipoargentino.blogspot.com/2014/06/mc-laren-formisano-ford-f15-1971.html
That´s All Folks!
Gaucho Man
el inerte
Si les interesa el tema McLaren, les dejo estos links:
McLaren de Buby
McLarenM8C de Chris Craft / Trevor Taylor
Mucho lío ahí... cuando hay "pasta" e intereses enfrentados de por medio las cosas se suelen complicar bastante.
ResponderBorrarPero es que en este caso es sumamente importante determinar las parcelas, por que de un solo y valioso McLaren hemos sacado dos! Ahora cómo hacemos?
En fin, yo he venido aquí a hablar de miniaturas y ahí le puedo echar la bendición a la tuya, aunque no me va mucho esa temática (ya sabes...) y tampoco sería un cliente de Ambrosio.
A disfrutarla con salud!
Ser todo esto cierto, imagino que hoy en día, con tanta informática aplicada, codificación controlada, trazabilidad estructurada y calidad denodada, la historia sería imposible.
BorrarDe todos modos, verdadera o falsa, al menos hay una persona que imaginó o planeó esta maniobra.
E indefectiblemente, la conexión pasa por Argentina.
Somos vivos, pero nada más que eso.
En que país del planeta se puede hacer un poncho de una McLaren de carrera? Dejeme pensar....
ResponderBorrarEs cierto que los ingleses llevan un control de todo, pero en aquellos años los controles, los supongo un poco más laxos que los actuales. Y ante el descubrimiento de los dos chasis, mucho no se pudo hacer, más allá de dudar...
Lo de Ambrosio no asombra. Es como un tiro libre de Maradona, junto con Messi.
Saludos!!!!
Adivinó!
BorrarEstos argentinos no aprenden más.
Le comparto un miedo íntimo: en cualquier momento aparece un tercer chasis!
Es una buena definición de Ambrosio, se lo digo yo, que no soy futbolero.
Yo queria seguir comentando el citroen poco agraciado
ResponderBorrarvaya hombre, comente donde quiera, sea feliz!
BorrarMe encantan estas teorías de la conspiración.
ResponderBorrarAlgo de trampa parece haber habido en ese caso, pero es como en las películas de final feliz, todas las partes ganaron, Formisano pudo partir en las carreras y McLaren vendió un coche a un coleccionista y este pudo certificar la originalidad de su compra, y el encargado de regularizar los chasis en McLaren hizo su trabajo y a final de mes se llevó su paga, y por supuesto Ambrosio tuvo un bonito SP para replicar.
El punto principal, de ésta y de cualquier teoría conspirativa, es que son verosímiles, y por lo tanto, creíbles.
ResponderBorrarNadie sabe si son reales verdaderas, pero encuadran con la realidad de tal modo, que es posible asegurarlas y refutarlas con la misma evidencia.
A mi me interesaría saber qué control hizo McLaren, en qué se enfocó la auditoriá.
Una cosa es que diga "el auto que hicimos tenía cuatro ruedas, este también, aprobado!"
y otra cosa es que diga "según nuestros registros, se cortó la luz cuando soldaban el larguero anteroposterior derecho, por lo que esa soldura tiene una discontuidad del 30%, veamos entonces ese larguero para comprobar la discontinuidad de la soldadura".
Dudas..?
ResponderBorrarLa solución:
Compre los dos!!
Si fuese yo un acaudalado coleccionista y empedernido con el tema, haría lo posible por tener los dos autos, el Británico y el Argentino. Así reuniría en conjunto el 100% de la originalidad aunque sea en dos partes incluyendo los repuestos; y así los dejaba porque así valen y ya tuvieron el visto bueno.
Asunto arreglado para mi, si fuera el caso.
Super interesante el McLa-Gate..
En cuanto al modelo de Ambrosio..
En algunas tomas hasta parece de matriz de molde y la pintura y una que otra piecesita es lo que delata la mano artesanal y lo digo como cumplido. Está fascinante.
Saludos!!
Pues fijate que yo hice lo mismo que sugieres: tengo los dos modelos.
BorrarQuizás, hablando en términos de autos reales, haya que considerar una suma un poco máyor, pero es la mejor manera de tener la hisotira completa.
De otro modo, siempre te faltará una parte!