chevy - coffaro wheels 1/43

EL SEÑOR COFFARO

En estas latitudes humildes, en las que la mayoría de las colecciones empezaron con Hot Wheels 1/64, en algún momento los coleccionistas quisieron mejorar el aspecto de sus autitos.



Esta movida se vio especialmente motivada ante la llegada de los Inolvidables de Salvat que mostró a dónde podía llegar el diecast.
Algunos se pasaron a la escala 1/43 pero otros quisieron mejorar sus 1/64.
Otro factor que quizás ayudó fueron los meses de pandemia.



Ahí surgió toda una generación de diseñadores gráficos que hacían calcomanías, pintores que repintaban carrocerías y tipos que cambiaban ruedas.



Por otra parte con las impresoras 3D cada vez más alcanzables, surgió una nueva generación de artesanos que primero produjeron ruedas, luego accesorios para el autito o el diorama, y finalmente se lanzaron a reproducir autitos.





EL SEÑOR DE LOS AUTITOS

El Señor Coffaro se inscribe en esta generación y me atrevo a decir que es uno de los más aventajados en cuanto a la calidad y variedad de sus productos.
Por increíble que parezca, ha hecho autitos en 1/43 y 1/64, con ventanas transparentes e interiores bien detallados, y decorados con mucho esmero.



Hoy lo encontré en una exposición con algunos modelos a la venta, y mirándolo el material dispuesto, me enamoré de este Chevy que les presento ahora.





EL SEÑOR CHEVY

El Chevy sorprende por lo bien hecho que está, de lejos parece diecast auténtico.
Acercándose con la lupa o el zoom, se ven algunas marcas de la impresión 3D en los laterales o en la trompa, qué pueden molestar a algún purista o al que no sea chicato como yo.



En lo personal, lo que más le puedo criticar son las ruedas, que me resultan sobredimensionadas, dando al autito aspecto de Hot Wheels. Para resultar creíble, necesitaría ruedas, al menos un talle más chico.



El auto no tiene espejos laterales, lo cual no es mayor problema.
También carece de limpiaparabrisas, lo que para mí, es quizás una oportunidad para hacer algunos y colocárselos en persona.



Los puristas pueden quejarse del desajuste entre los transparentes y la carrocería, pero yo en cambio, aplaudo el burlete pintado en color aluminio, en el parabrisas delantero y en la luneta trasera.
Los parantes laterales de los ventiletes, también llevan pintura aluminio.



Y si miran la trasera, vean la patente, las luces pintadas a mano y el paragolpes que es pieza separada.



La delantera es más compleja, con las cosas negras en el paragolpes (también es pieza separada), las luces de giro y el detalle de la parrilla.



En los extremos laterales delanteros, tiene los catadióptricos con el nombre del auto, un detalle bien yanki que me fascinaba cuando era pibe.



Lo más interesante, es que cada puerta tiene su manija, son cuatro picaportes de metal cromado que suben varios puntos al aspecto final.



Acá un detalle más cercano de los famosos picaportes:



En cualquier caso sorprende lo prolijo que es, lo bien presentado que está, desde la delicadeza de la pintura hasta el mimo de la cajita.



La base es apenas testimonial.



Los dejo con un par de fotos y después me cuentan.



Como siempre comentamos para estos modelos, las fotos con el macro tan voraz, evidencian defectos que a simple vista resultan imperceptibles.
O perdonables, considerando el humilde origen y el modesto material del producto.



Y aunque fueran perceptibles, no puedo dejar de aplaudir el emprendimiento de Coffaro, los invito a espiar su página web. Yo colecciono 1/43 pero me enloqueció el detalle y terminación de los 1/64.
Miren, les garanto que se van a sorprender.






That's All Folks!



Gaucho Man
el intrínseco