diecast central: bugatti type 59 - brumm 1/43

Para los que no saben, este blog responde a una iniciativa de Diecast Central.
Por más datos pueden darse una vueltita por Auto Galería 1/18 ,  Auto Modellbaus y Lauburu43.
Algún día seremos como mil.

MI SEGUNDO AUTO
(ese que tendríamos sólo para usar los domingos, no para usarlo todos los días y no se lo prestamos a nadie)



Por cuestiones profesionales y comerciales, el Señor Ettore Bugatti sacaba a relucir su chauvinismo para criticar a los Bentleys.
De estas críticas y discusiones han quedado apenas algunos recuerdos que la tradición oral ha cultivado y en algunos casos aumentado.

Bugatti decía que los Bentley eran los "camiones más rápidos del mundo".
Este comentario tan ácido tenía su origen en la manifiesto contraste entre las siluetas de los autos ingleses contra los pequeños Bugattis.



Es que "el peso era el enemigo".
Bugatti aplicaba esta máxima con disciplina prusiana y fue tan visionario que ochenta años después, la frase tiene total vigencia.

En su afan de hacer los autos tan livianos, parece ser que los autos franceses estaban bastante desprovistos de accesorios.
Entonces los ingleses decían:
"Las Bugattis ni siquiera tienen espejos retrovisores".
Y Ettore, que además de chauvinista era muy rápido para las respuestas inteligentes argumentaba
"es que el conductor de una Bugatti sólo mira hacia adelante, no necesita estar mirando si viene alguien tan rápido como para pasarlo".



Pero los ingleses no se quedaban tranquilos y criticaban la capacidad de frenado de los autitos galos.
Y el francés respondía "Las Bugattis son para acelerar, no para frenar".

Ahora imaginen un comedor de casa de barrio.

Algo sencillo, con olor a mantel de mesa y comida de casa de familia, puede ser puchero.

Horas de la tarde, un día de semana.

Calor y algunas moscas revoloteando.

Una voz de hombre joven resuena desde el porche.

- Vieja! Me compré una Bugatti!

- Nene! qué cosa te comprastes?-pregunta mientras se seca las manos con un repasador.

- Nada vieja, un auto- responde él con las manos llenas de grasa.

- Nene, ese auto está viejo, ni techo tiene!
- Pero está joya-nunca-taxi, ya va a ver que un par de domingos lo ponemos a punto caramelo.
- Ay nene, no sé, yo no sé... -responde ella, sacudiendo la cabeza llena de ruleros de un lado a otro como si fuera una foca.

Gaucho Man
el insurgente