Cuentan que la Thornycroft Steam Wagon Company produjo su primer vehículo a vapor en 1898.
Después incursionaron el maravilloso mundo de la combustión interna y para estar a tono, cambiaron el nombre por J.I Thornycroft Limited, hasta que empezaron a producir camiones diesel y estrenaron un nuevo nombre Transport Equipment (Thornycroft) Limited.
Tanto cambio de nombre llegó hasta 1977 en que fueron absorbidos por AEC o una de esas.

Esto que parece un bus de dos pisos, por el hecho de no tener techo en el nivel superior, se conoce como "ómnibus con imperial".
El modelo figuraba en el catalogo de Corgi de 1994 pero tuvo poca vida, quizás debido a su imparidad intrínseca.
Un modelo antiguo, ómnibus, y con imperial, es una pieza difícil de ubicar en cualquier colección.
Tal vez por esta singularidad, el modelo no tuvo mucha permanencia en el catalogo.
Y a juzgar por la cantidad que se ofrece en Ebay, me atrevo a pensar que muchos de los Thornicroft adjudicados pasaron a reventa en poco tiempo.
Suframos el modelo.
La primera impresión es el peso del conjunto, con mucho metal.
La segunda impresión, al apoyarlo sobre una superficie plana es que el peso está mayormente apoyado sobre la cola del aparato.
Piensen que en real, la estructura era de madera y muy liviana, de modo que el motor contrapesaba equilibrios, sustentando la horizontalidad.
En el Corgi el capot es pequeño y no llega a contrapesar casi nada.
El efecto es una inquietante tendencia a hacer wheely, incluso sin que haya impulso o movimiento de por medio.
Este modelo trae decoraciones de un museo de automoción actual, por lo que descarto todo rigor histórico en el rubro publicidad.
Mas bien da para pensar en un modelo promocional, más cercano al souvenir que al coleccionable.
De todos modos es muy vistoso y es una clara muestra del buen oficio de la gente de Corgi.
Desde adelante hacia atrás, tenemos el puesto de conductor, muy resumido, sobre todo comparado con coetáneos de Brumm o anteriores como Models of Yesteryear de Matchbox.
Lo que sin dudas es una fiesta para los ojos es el sector de pasajeros, con tanta superficie acristalada y todo el interior a la vista.
También son una delicia los tampos, que imitan filetes de época.
De paso miren el protector de gente para que la rueda no pise a nadie.
Desde acá se ve la parte superior, una belleza.
Y si el interior era fiesta para la vista, la escalera trasera es para el aplauso.
That's All Folks!
Gaucho Man
el inservible