UN FENÓMENO LLAMADO FELIX
Como muchos otros fenómenos, Félix no tuvo un origen definido, sino una serie de circunstancias, medios y dibujantes que lo llevaron a la imagen que conocemos hoy.
En efecto, el origen del felino está discutido entre el dibujante estadounidense Otto Messmer, el caricaturista australiano Pat Sullivan, y el productor Joe Oriolo.
Lo que no se discute es que tuvo un modesto auge en las pantallas de los años veinte, que en los treinta fue un éxito en la cultura popular.
Además de su propia tira cómica (dibujada por Messmer), y sus apariciones televisivas, su imagen pronto adornó todo tipo de productos, desde adornos de navidad hasta tazas y relojes.
Como otras estrellas del cine mudo, su éxito cayo ante los dibujos animados parlantes de Walt Disney.
Hay que decir que Félix tenía una figura muy simpática, y en tal sentido, fue elegido mascota del Escuadrón de Caza VF-3, de modo que todo un grupo de biplanos fue engalanado con la figura de Félix llevando un artefacto esférico color negro con una mecha encendida.
Los años fueron pasando, la designación del escuadrón VF-3 fue mutando a VF-3A y ya en 1948 se llamó VF-31; luego fue VF-1B, VFA-14 , VF-6 y algunas otras cuya enumeración es tan soporífera como este escrito.
Al mismo tiempo, los biplanos F3F fueron reemplazados por monoplanos F4F Wildcat, F6F Hellcat, y después de las hélices llegaron las turbinas con F9F Panther, F2H Banshee, F3H-2N Demon, F-4 Phantom y F14A Tomcat.
Operaron desde portaaviones Langley, Lexington y Enterprise en la guerra del Pacifico. Estuvieron en Wake Island, Marcus Island, Midway, Guadalcanal, y las islas Solomon , además de Philippines, Formosa, Okinawa, y China.
Ya en los ochenta, operaron en portaaviones Saratoga, John F. Kennedy, Independence y Forrestal, y en los años 2000, desde el Theodore Roosevelt.
Como ven, pasaron los años, cambiaron las designaciones del escuadrón, actualizaron los aviones, pero siempre mantuvieron el emblema del gato Félix.
Por diversas razones, fundamentalmente de tiempo, fueron cambiando todos los medios tecnológicos, pero no renunciaron al emblema del gato negro.
Quizás esta fidelidad a la mascota tiene más valor en el ámbito militar, en el cual se supone que son todos duros, recios y muy conspicuos.
Pasión, tal vez orgullo, por la tradición.
En otro rubro más comercial, como el automotor, siempre aprecié ese orgullo por la tradición sostenida, es lo que le aplaudo a marcas como Jaguar o Mercedes Benz, y al mismo tiempo le critico a otras marcas que ni siquiera supieron mantener el escudito en el radiador, cambiándolo cada tres años, según los dictados de la moda.
UNA CUESTIÓN DE FAMILIA
Los que me conocen fuera de este espacio saben de mi apellido Felizia y de alguna similitud fonética con el nombre del gato.
Esta circunstancia, que motivó muchas horas de bullying en continuado, de modo que la figura del felino siempre estuvo muy presente en mi personalidad (en realidad, me gustan mucho los gatos), y al momento de definir un avatar, la mascota del escuadrón fue la primera y única opción.
De todas las fotos disponibles del felino, elegí esta visión bombardera, por la actitud del gato, la expresión, como casi contento de estar haciendo una travesura explosiva.
Esa misma sensación, mezcla de placer y vértigo, es la que experimento cuando hago alguna observación aguda (o desubicada) en una discusión de red social o en carne y hueso.
No se enojen, soy así: espontáneo.
That's All Folks!
Gaucho Man
el abnegado
Fuentes:
https://felixthecat.com/history.html
https://es.wikipedia.org/wiki/El_gato_F%C3%A9lix
https://en.wikipedia.org/wiki/VFA-31
Ah!!! Caramba ahora lo entiendo, tantos años viendo a este celebre gato en la barra lateral del blog y no lo habia relacionado con tu apellido, bueno dicen mas vale tarde..
ResponderBorrarCurioso la figura del gato negro como portador de buena fortuna, en España lo asociamos al mal fario.
No se si tiene mucha relacion con el tema felino, pero si te gusta el tema de la decoración artística aeronaves militares te aconsejo que indagues sobre el nose art
No sabría decirte si el gato negro porta buena suerte o no, depende a quién le toque el explosivo.
BorrarEn cuanto al Nose Art, he investigado mucho el tema, por distintas cuestiones (pin ups, ahora el gato felix y también algunos casos históricos)
A mi también me gustan los gatos!
ResponderBorrarA mi me encantan los gatos, pero trato de que estén hechos al horno porque fritos me caen pesados.
BorrarA mi me gustan con los ojos pintados fuerte y que se llamen Adriana
BorrarEso puede ser un comienzo.
BorrarCuídese Cabo, uno nunca sabe.
De Felicia a Felixia solo hay un una x, y no se oye tan mal..
ResponderBorrarImagínate yo que me apellido Zendejas..
Pero tampoco me traumó el bullying, ni siquiera existía!
Las bromas en mi (nuestra) época eran más pesadas y nos aguantabamos como los hombres, y así se decía ja, ja
Por cierto me encantaba el inicio de la caricatura con su música que decía Félix el gato, el único, único gato, etc, y que se me pegó por años!
Y como también me gustan los aviones de combate si había visto las insignias del gato pero nunca me había fijado ni imaginado que fueran una tradición de la USAF!
Emocionante reporte y rescate Gaucho.
Saludos!
El tema da para mucho y no quisiera transformar este post en una sesión de sicoanálisis, pero te resumo: nunca me gustó mi apellido, me jodieron mucho, hasta que un día me hizo click y descubrí que como apellido era único e inconfundible; a partir de ese momento se transformó en mi mascarón de proa, en todo momento y circunstancia lo enarbolé y lo usé en forma distintiva.
BorrarEl gato felix fue apenas un aspecto de esa revolución.
Gaucho, yendo al último párrafo de la publicación, sepa Ud. que la razón porque lo leo (hace mucho) es esa agudeza o espontaneidad que para mí es una forma del sentido del humor, cualidad valiosa y no abundante en determinados ámbitos. Incluso cuando dice algo en lo que no estoy de acuerdo, la forma de expresarlo lo hace al menos interesante.
ResponderBorrarRespecto al ícono, en android no se ve nada en la barra lateral (al menos en el mío), sólo conozco tu otro ícono que aparece en comentarios.
Lo tomo como piropo, y además apoya mi teoría de que inspira más la forma que el contenido.
BorrarPuedo seguir escribiendo idioteces, pero con elegancia, y ni siquiera yo voy a notar la diferencia.
Pero si querés ver al gato en Android, abajo de los comentarios, aparece un link "ver la versión web" que te muestra el otro formato, según el teléfono que tengas, puede resultar más o menos cómodo.
Suerte!
Aquí otro amante de los "Michitos"! Tengo uno naranja adoptado que nos alegra bastante la vida, si bien son bastante destructivos (ya no puedo poner arbolito de navidad).
ResponderBorrarTambién tengo perro, una Chihuahua toy muy simpática, pero el gato directamente es un troll.
Hay otro gato militar yanki, en concreto la mascota del F14, apodado "Tomcat". Es el gato Tom de los dibujos animados, concretamente.
Recuerda: un gato nunca le dirá a la policía dónde escondiste tu droga, pero un perro sí.
Yo también soy gatofriendly.
BorrarMe he criado entre gatos, los amo y los entiendo, además de que ellos se me acercan sin problemas, aunque ni me conozcan.
También tengo y he tenido perro, también los entiendo, pero no es lo mismo, los gatos están primero.
En cuanto al gato Tomcat, buscarlo y miralo, porque aparte de ser una versión "guarra" del Tom sin Jerry, armado con dos revolveres colt, y con DOS COLAS, como el Tomcat avión.
Interesante dato, juro que las veces que lo ví nunca caí en lo de las dos colitas!!
BorrarSabía de la existencia del gato pero no sobre su origen y vamos, que como si fuera publicidad subliminal ahora me entero que está en el lateral de tu blog.
ResponderBorrarA mi también me gustan los gatos, (tengo dos) pero al contrario que tu los prefiero guisados y no al horno.
Saludos!
En Argentina tenemos un dicho, cuando te están engañando con algo y le sospechas, se dice "me están dando gato por liebre", como que es un restaurante, que tú pediste liebre y te están dando gato. No sé si el origen será algún chiste o que realmente tienen el mismo sabor/textura.
BorrarTambién aquí se emplea la expresión. Creo que proviene de la Guerra Civil, cuando con la escasez servían gatos en los restaurantes...
BorrarConocía la historia del gato Felix, no así lo de su uso en aviones.
ResponderBorrarQué cruel es el bullying, todos lo hemos sufrido de una manera u otra, ahora qué imaginación para relacionarlo con tu apellido, la maldad siempre es creativa, por eso el mundo está como está.
Volviendo a los gatos, en particular a mí no me gustan, (prefiero toda la vida los perros) encima padezco a los de los vecinos que andan de noche por cualquier lado.
Yo tengo una larga y terrible historia de bulling, mucho antes que se inventara esa palabra. Es más, cuando se impuso el término, se puso límites a lo que me venían haciendo, quiero decir que lo que yo pasé era cien veces peor que lo que ahora llaman bulling.
BorrarManga de maricones, bulling era el de antes!
Volviendo a los gatos, también tengo una triste historia con ellos.
Cuando llegué a mi barrio, el que conocés, bien podría haberse llamado "Villa Perro", en cada casa había no menos de dos o tres perros, sumado a la vecina de enfrente que tiene un alojamiento canino para cuando la gente se va de vacaciones y no tiene dónde dejar al perro.
Yo no tenía nada, ni siquiera un hamster, pero conocés mi patio. En poco tiempo mi casa pasó a ser un santuario para todos los gatos del barrio, en cualquier momento que mirabas, en el patio había 6 ó 7 gatos, ninguno era mío. No me molestó la presencia sino los subproductos, léase cacas diseminadas por el patio. Cada vez que iba al fondo, a vaciar el compost o a tender ropa, volvía con el zapato embadurnado, llegó un momento que para cualquier trámite en el patio me improvisaba unas galochas con bolsas de supermercado...
Pero luego empezaron con las meadas, para marcar territorio. Meadas en las paredes, en las puertas y en las ventanas, también en el parabrisas del auto. Una vez estaba cortando pasto, me cansé y dejé la cortadora para seguir al día siguiente y me mearon la máquina. Me llegaron a mear la ventana de mi pieza cuando yo dormía del otro lado, me desperté con pis de gato en la cara.
Todo esto sumado a la presión familiar de mi esposa que no quiere gatos.
Finalmente tuve que conseguirme un perro. No uno grandote que se los coma, pero una perrita mediana, muy rompepelotas y kilombera, que los espante. Con todo el dolor de mi alma, porque no sólo los quería, sino que los entendía, los michifuces no tenían dónde ir y vinieron a pedir asilo a mi casa, y yo les cerré la puerta.
Triste destino de los gatos en el nuevo milenio.
Al menos te apuesto que no tenías ni un ratoncito en tu casa!
Borrareso seguro, ahora tendría que hacer un santuario para ratones!
Borrarporque ahora no hay gatos, pero la perra que tengo caza lo que venga: gatos, roedores, insectos y hasta pájaros, no sé cómo hace.
Hola que tal, que buen blog e interesante lo del gato felix, también fui uno de los que recordó al Tomcat F14.
ResponderBorrarSoy nuevo en esto y aquí compartiendo la pasión de muchos.
Un gran saludo.
PD: también me gustan los gatos, tengo 2.
Genial, bienvenido al blog,
Borrarbienvenido al coleccionismo
y bienvenido a la pasión!