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domingo, 21 de febrero de 2021

soldado desconocido: el señor ponti y aeroartis





NOTA AL QUE LEE:
Este post va sin fotos, porque  no hay fotos de archivo.
Puse fotos de algún avión, quizás alguno de estos fuera el que se menciona.
Aprovechen para usar un poco la imaginación, que no duele!


HABIA UNA VEZ, HACE CASI CINCUENTA AÑOS...

Allá por 1973 yo tenía apenas una década cumplida y ya estaba saboreando mis primeros avioncitos a escala, algunos eran modestos kits de plástico apenas armados sin ciencia, y otros eran modelos de factura propia, aún más modestos.
A dos cuadras de donde estudiaba inglés, descubrí un local que se llamaba AeroArtis.
Hoy en día, con tanta venta postal, rubros de comercio diferenciados y malaria económica, es imposible imaginar algo similar, por eso me voy a tomar el trabajo de soporizarlos con otra de mis insufribles descripciones.

Piensen en un local que da a la calle, con una vidriera amplia y una puerta vidriada al costado.
La vidriera con una pista de slot (en ese tiempo se decía Scalextric) y un circuito de trenes Lionel con alguna estación muy detallada. Todo eso circundado de cajas de kits plásticos de todos los tamaños y motivos. También recuerdo un ME109 y un Stuka escala 1/48 colgando del techo, a un costado. Del otro costado había un colgante giratorio con cuatro avioncitos de época colgando, entre otros había un Farman 1912, un Bleriot 1909, un Fokker EIII Eindecker y un Fokker Dr1 (triplano), todos en escala 1/72. El aparato giraba y los avioncitos flotaban en círculos eternos sobre el tendido del tren eléctrico.

Entrando por la puerta lateral, uno descubría un local cubierto con estanterías y vitrinas de madera lustrada.
Recuerdo un submarino clase U en corte, de modo que se veía todo el interior, motores, cuchetas, sala de mando, torpedos, todo en un continente de unos 50 cm de largo.
Y más adentro, había cajas, más trenes, diecast, slot, kits plásticos y de aeromodelismo, motores de aeromodelismo, accesorios para armar, desde madera balsa, pegamentos, pinturas y un largo etcétera. Del techo también colgaban aviones armados, algunos kits plásticos y otros de madera, grandotes, listos para volar.



Repito: era 1973, estas cosas no se veían fácilmente, menos todas juntas y mucho menos aún, en un lugar como Quilmes. Era como tener Disneylandia a veinte cuadras de mi casa!

Yo tenía diez años y mi erario personal apenas ascendía a algunas monedas, un presupuesto totalmente insuficiente para comprar ninguna de esas maravillas. De todos modos, me pasaba horas dentro del local mirando y tomando nota para luego recrear esas maravillas con mi humilde Rasti (algo así como un Lego nacional que supimos tener) o con las maderitas.
Esta intromisión no era gratis, y el costo era el enojo del dueño, que no soportaba tener un chiquillo mugroso medrando dentro de su local, a veces preguntando y otras veces sin decir palabra, pero sin perder detalle de ninguna de las estanterías repletas de maravillas.
Más de una vez me sacó corriendo, pero yo volvía al otro día con un talonario de emociones en blanco, listo para seguir mirando a cualquier costo.
Un día el local bajó su persiana por un tiempo y cuando abrió, era otro negocio, de otro rubro. Años después pasaron la topadora y pusieron un banco.


LA HISTORIA DESPUÉS DE LA HISTORIA

El FaceBook da para todo. En estos días entré en un grupo de Recuerdos Quilmeños y descubrí que son muchos los que se acuerdan de AeroArtis, vean estos comentarios:

...yo compraba los motores para mis autos eléctricos.

Ahí comprábamos motores, chasis y gomas para los autitos que competíamos en las pistas de Club Alsina, y algunas más de la zona!

Tenia en exhibición un submarino transparente, y varias maquetas de motores en estrella, y por supuesto aviones en escala. Era el único comercio de ese tipo en Quilmes.

Las latitas pequeñas de pintura para pintar los avioncitos.

Pinturas ENAMEL importadas. Los avioncitos eran AIRFIX.

Yo me acuerdo de los barquitos y los tanques.

Todo importado de Inglaterra.

...si lo recuerdo, compraba material para mis modelos U control.

Fue en AeroArtis donde compré la madera balsa para trabajos manuales en la escuela, esto fue más o menos en 1956.

... ahí me compre mi primer planeador Origone y además los aviones para armar en escala. Tenía trenes Lima, Scalectrix, un sueño yo lo miraba de afuera, ya que no estaba en mi presupuesto pero compraba madera balsa.

Por los años 50´s tenía un tren que ocupaba toda la vidriera, con muñecos en miniatura que representaban los pasajeros, guardas, changarines en las estaciones, barreras, señales, etc. A la salida del colegio nos pasábamos largo rato mirando sus vidrieras, y a veces le pedíamos que lo ponga en movimiento.

Mi vieja nos compraba ahí los regalos. Recuerdo una lancha, una grúa y un cañón.

Aviones colgando, un Scalextric en vidriera, soldaditos y muñecos de todo tipo. Importado todo!

Yo le compraba motores para cohetería...



Así como muchos ponderaban las maravillas en venta y exposición, hay muchos otros comentarios ponderando el mal carácter del dueño
:

Nunca lo vi sonreír, siempre estaba con cara seria.

Ahora sé que la mala onda no era solo conmigo jajaja.

... te ladraba el tipo, le comprabas algo y encima le tenías que agradecer vos, qué mal llevado que era por Dios...

... sí ja jajaj muy mal carácter, pero tenía de todo, nunca más he vuelto a ver tanta variedad en un solo lugar!

Si, bastante mal arriado, pero tenía cosas buenísimas a la venta!

... horas y horas mirando esa vidriera y el señor que atendía ya grande y con muy pocas pulgas (nota del autor: éste era mirón como yo)

Yo compraba ahí, pero el viejo que atendía tenía más mal carácter que mi suegra ...

Con todo esto, se pueden dar cuenta que el negocio era un pequeño emporio, un universo a escala que atraía a todas las miradas, pese al mal carácter del dueño.
Seguramente también notaron a los años cincuenta como referencia temporal. Es que la historia empieza mucho antes de 1973.


LA HISTORIA ANTES DE LA HISTORIA

Del mismo grupo de FB saqué información como para reconstruir la historia del dueño del local.

Se llamaba Jacinto Ponti Borguese, era -o había sido- militar de la Fuerza Aérea de Italia.

La Fuerza Aérea de Perú había comprado tres aviones a Italia (aparentemente Fiat), y Ponti fue enviado a Perú como técnico asignado.

Cuando estalla la II GM, Italia pasa a ser enemiga, junto con Japón y Alemania, por lo que Ponti fue arrestado en una situación difícil de definir, y al final fue deportado, llegando a Buenos Aires, y terminando inexplicablemente en Quilmes.

En Quilmes abrió el negocio de bricolaje y hobbies llamado AeroArtis en la calle Moreno entre Rivadavia y Alsina (circa 1953), alquilando el local a Michelin, que era librero. Estuvo varios años, y luego mudó el negocio a la vuelta, a la calle Alsina entre Moreno y Lavalle.

También se ofreció a dar clases de trabajo manual de aeromodelismo en escuelas secundarias. Cuenta un alumno de la Escuela Normal de Quilmes que daba las clases vestido con su uniforme militar.
Ponti era muy culto, sabía mucho y lo transmitía con facilidad, sin esconder conocimientos, aunque predominaba su personalidad y su carácter puramente militares.

Organizaba torneos de aeromodelismo en lo que hoy es la villa Itatí, en ese tiempo era campo raso; algunos alumnos suyos fundaron el Club Río de la Plata de aeromodelismo.

En Quilmes se casó con una chica hija de italianos y tuvo dos hijas.



Otros comentarios sobre Ponti:

...y el dueño un tipazo...

Fue un juguetero en el tiempo de los juguetes a cuerda, del Mecano, siempre su pasión era el aeromodelismo. Vendía modelos para armar varios de su diseño, madera balsa, dope, papel y accesorios, en sus últimos tiempos se había inclinado también a las pistas de autos Scalextric y sus accesorios.

Sabía mucho del tema, no vendía un juguete que no hubiera revisado, sólo manifestaba su carácter hostil cuando era molestado por chiquilines.

Para movilizarse en los tiempos del negocio, y mover mercaderías, tenía un triciclo Siambretta Tricargo. Con este vehículo tuvo un accidente muy grande y luego le hizo toda una estructura de caños curvados y madera barnizada, con techo de lona, que era un lujo.

Cuando empecé con el automodelismo le pregunté a Ponti si me servía un motor de lanchita... casi me mata!!! Con los años hicimos buena amistad. Genio en lo suyo.

Un personaje muy particular, muy parecido a Gepetto, el de Pinocho, con gran amor hacia los juguetes.

El viejo Ponti, loco de atar y mal genio. Tano de aquellos y juraría estar viendo hoy un cuadro de el vestido de soldado.

Siii... Era un gran tipo, muy sufrido y con una historia durísima. Para mi y mi esposo era es y será el nono Ponti como nos firmaba las postales para mi hija mayor, a quien no conoció porque se volvió a Italia antes de mi casamiento en 1975.

Decía que había sido mecánico de la Fuerza Aérea Italiana cosa que acreditaba con una foto que aparecía en el local, junto a un bimotor Caproni.

Jacinto Ponti Burguesse, un italiano que amaba a la Argentina como pocos. Siempre me decía una frase que me quedo grabada. "Amigo, la Argentina es un país de Gigantes, poblada por Pigmeos"

Fui MUY AMIGO de Jacinto Ponti Borguesse, en el año 1975 asistió a mi casamiento. Él era Piloto de prueba y Mecánico de Caproni y Fiat (estos últimos fueron los que trajo a Perú). Ya antes, había sido mandado a España por la Fiat como mecánico y estuvo en la guerra civil española. Tenia un anillo de acero que era su orgullo, confeccionado con el metal extraído del cigüeñal del primer avión Polikarpov Rata de origen Ruso derribado por la escuadrilla que estaba a su cargo.

El local de la calle Alsina era propiedad de mi familia, por cuanto me tocó conocerlo personalmente, y en nuestras conversaciones era una persona afable, un día por razones personales, junto con su hija decide irse a Italia, no sin antes querer venderme el fondo de comercio, con la ilusión que yo siguiera con la juguetería. En ese momento no se la pude comprar, y se la vendió muy a su pesar, a terceros, que al poco tiempo se mudaron, pero no les dio resultado. Pasado un tiempo, las cosas se dieron en forma que lo pude volver a abrir, cosa que pude escribirle y comunicarle, con gran alegría de su parte. Con los años y a fin de conservar su historia y trabajo, decidí cambiar su nombre por el de Hobbies, aunque los clientes la llamaban AeroArtis.

Se volvió a Italia, como me dijo cuando lo despedí "A morir en mi lugar de origen".

Años después, un viejo amigo de Ponti, quiso poner un negocio de hobbies en Bernal (para los foráneos, les digo que es una ciudad contigua a Quilmes). Aparentemente mantenía correspondencia con Ponti y le pidió autorización para ponerle AeroArtis a su nuevo emprendimiento.
Así surge AeroArtis II, en la esquina Avellaneda y Lavalle, un negocio que visité hace mil años pero no sabría decir si funciona actualmente.




LA HISTORIA CINCUENTA AÑOS DESPUÉS

Haciendo números aproximados para entender la historia, podemos pensar que Ponti estuvo en Perú a los 35 años en 1939, y de ahí a Quilmes, donde ya tenía el negocio en 1954 (50 años de edad) y se fue en 1975 (71 años de edad).

Yo fui uno de esos chiquilines que invadía el local y lo hacía calentar, quizás alguna vez me sacó corriendo del local, pero yo volvía siempre.
Me gustaría decirle que crecí, y que todavía admiro lo que hacía.
Y que quizás, luego de leer estas líneas, también lo admire a él como persona.



Casi cincuenta años después, cada vez que voy al centro de Quilmes, todavía vuelvo por la calle Alsina, buscando alguna señal, algún olor o traza de ese tiempo. Me conformo con poco, me bastaría un pedacito de papel de envolver, una ruedita de avión o un pedacito de madera balsa.
Pero no encuentro nada.



That's All Folks!



Gaucho Man
el quilmeño









35 comentarios:

  1. Gaucho, estas historias nos llevan siempre a la niñez. Vos pasás siempre por esos lugares, yo los recorro en mis sueños: siempre buscamos ese pedazo de historia que aún vive en nuestros recuerdos.
    Abrazo!

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    1. Es triste llegar tan tarde, cuando no queda ni siquiera una ruedita.

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  2. Muy bonito, hasta me dio por buscar como era una Simbretta Tricargo. Con el carácter antipático que tenía al menos para los chiquillos, que tanta gente lo tenga en la memoria dice mucho de él y de la personalidad de su negocio.

    Menuda historia debe tener el tal Ponti, sólo haber estado en la Guerra Civil española ya le tuvo que haber marcado, ya ni te digo las migraciones posteriores a Perú y Argentina, y luego vuelta a Italia... Para un libro vaya. Seguramente en sus años como mecánico nunca pensó terminar como juguetero.

    Saludos!

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    1. He trabajado con italianos durante casi veinte años, tienen una suerte de "pasión por el producto". Aunque sea un capuchón, una arandela, ponen todo de sí para perfeccionarla, para darle funcionalidad y belleza, y no descansan hasta verla terminada.
      Si a esto le sumas el temple que les dejó la guerra, tienes una generación de técnicos todo terreno, que pondrán su pasión hasta en mejorar la caja de un triciclo.
      El negocio era Disneylandia.

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  3. Interesante relato, y como decís no hacen falta fotos, es más, enseguida me viene a la memoria un caso similar, aquí en Banfield, y mas o menos para la misma época, (yo la viví a partir de 1976-77, pero venía de la década anterior) había un local casi idéntico a lo que describís sobre la calle Vergara justo frente a la estación. Era visita obligada a la salida del Club Banfield, en aquellos veranos que íbamos a la pileta de la sede ahí a media cuadra. Salir recién duchado, con la ropa fresca y algunas veces un helado de palito o golosina en mano como para endulzar el momento, era un placer pararse frente a las vidrieras y quedarse atónito mirando Scalextrics, Trenes Lima, aviones a radiocontrol colgados del techo o bien en kits en cajas, autos para armar, y toda clase de repuestos y accesorios para los ítems mencionados. Seguramente habría Matchbox y Bubys, pero de esos mal o bien algunos teníamos en casa, en cambio todo lo "electrico" era inaccesible, y lo de "motor" como los aviones ya directamente un imposible.
    En este caso curiosamente el local era regenteado por una señora, ya mayor, que conocía muy bien todos los hobbies, y tampoco era un derroche de simpatía, se ve que esto era algo común en el rubro jeje, aunque nunca llegó al extremo de echarme pese a que entraba seguido y preguntaba.
    Seguramente tanto vos como yo ya teníamos el gen del hobbie, pues recuerdo que si pasaba acompañado por algún amigo éste no aguantaba más de un minuto frente a las vidrieras, en cambio yo podría pasar horas allí. Yo creo que parte de todo esto de coleccionar es una suerte de revancha de todas esas ganas con las que nos quedamos en esos tiempos.
    El boliche languideció también a mediados de los 80, y terminó cerrando. Lo que sí no me puedo acordar cómo se llamaba, es lo de menos, para mí era el paraíso.
    Y entiendo perfectamente tus sensaciones al pasar hoy por allí, me sucede lo mismo, cada vez que paso por el lugar, que ya no existe pues fue demolido y hay otra construcción, me vienen esos recuerdos a la mente.

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    1. Qué tiempos aquellos, la sensación de un universo esperando, uno queriendo entrar pero sin tener un peso, gracias a Dios, nos pudimos dar el gusto, aunque hubo que esperar veinte o treinta años.

      Haciendo memoria, recuerdo otros negocios dedicados al hobby, todos con una característica común: hoy todos cerrados.
      La misiadura fue recortando gastos en una ola de racionalización, si hoy, casi ni existen las jugueterías, y todavía hay que ver qué es lo que queda luego de la cuarentena.
      Hoy se vende todo por Mercado Libre, Ebay o Amazon.

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    2. No tan así, Gaucho. En Sevilla siguen existiendo casas de hobby, con sus cajitas de maquetas para montar, ladrillitos que nos ayudan a construír nuestros sueños o cochecitos corredores deseando encontrar un piloto de puño ágil.

      Yo también tenía "mi" tienda de hobbys en mi barrio de Santander, una ciudad del norte español donde me crié. Alucinaba viendo una enorme maqueta (o me lo parecía a mi eso de enorme) con muchas composiciones dando vueltas. Entonces supe lo que quería decir HO. Y qué era Märklin, o Ibertrén. Entre otras cosas. Pero nunca me atreví a entrar, yo siempre fui tímido y sin ir a comprar nada nunca entré por que en la puerta parecía como si hubiese un campo de fuerza invisible.

      Pero pasaron muchas décadas y en un fin de semana, obligado a quedarme en Santander a causa de un retraso en una carga, decidí visitar mi antigüo barrio, saparado unos 900 kmts de mi lugar de residencia actual.

      Ahí seguía "mi" tienda, con su maqueta y sus coches a RC, ahora más actuales y agresivos. Me ví a mí mismo reflejado en el cristal del escaparate, gordito y midiendo como 45 cms menos. Sin tener noción, durante un microsegundo, de que el tiempo hubiese pasado nunca.

      Yo sí encontré mi ruedecita, puedo afirmarlo, Gaucho. Pero la dejé allí, ése es su sitio. Junto con las ruedecitas de mucha otra gente que fueron un día niños pegados como moscas a un escaparate.

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    3. Ojo, no solo cambió la forma de comercializar sino que también cambió la de jugar!!, hoy ya no ves casi niños jugando con objetos tangibles salvo los de muy temprana edad, el resto es "víctima" de pantallas de todo tipo, desde celulares a consolas de juego hiper sofisticadas. Todo ha cambiado, y mucho.

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    4. Es cierto que los juguetes en general van muriendo víctimas de la computación, es un signo de los tiempos. Quizás por ser consumidos por mayoría de adultos, los hobbies resisten, aunque van mutando a un producto más "plug and play", quiero decir que vienen listos para usar, si hasta los aviones de RC ahora son prefabricados de plástico o fibra. Los viejos modelistas de kits de plástico miran horrorizados a los coleccionables de avioncitos o los aviones diecast que saca Corgi.

      En cuanto a la comercialización de estos productos, creo que son dos realidades.
      Acá en América subdesarrollada, la economía de guerra ha hecho priorizar los gastos, recortando todo lo que parezca juguete, lo cual hizo que cerrara la mayoría de estos negocios tan especializados.
      En Europa, he visto que hay muchos de estos negocios, seguramente adaptados a los nuevos tiempos que corren, quizás vendiendo productos más "plug and play" que los viejos juguetes artesanales, pero aún abiertos, lo que no es poco mérito.
      Y lo bueno es que Antonio encontró la ruedita que yo buscaba!
      Brindo por tu ruedita.

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    5. Sí, pero es una cuestión de edad, los pocos comercios de hobbies que subsisten viven de nuestra generación y la anterior, no hay renovación, estoy en varios grupos de ferromodelistas tanto locales como ingleses y allá también comentan que están cerrando muchos boliches antiguos dedicados al rubro. A mi modo de ver (puedo estar equivocado), no hay una renovación generacional en estos hobbies suficientemente numerosa como para que sostenga esto por mucho tiempo más.

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    6. los hobbies no desaparecen pero los negocios van cerrando o diversificándose (agregando un pago fácil, un kiosko o un laverrap) y es ahí donde surgen los mercaderes de ebay o mercadolibre.
      cuándo es la última vez que compraste alguna pieza en un negocio con vidriera y vereda?
      el tiempo va para allá y no retrocede.

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    7. Olvidé mencionarte que en España hay cadenas comerciales especializadas en jugeuetes, como Poly o Juguetto. Aparte de las habituales como Toy´s Ur Us o muchas otras nacionales que no conozco en Europa.

      Pero sí, los niños prefieren tablets, consolas y en cuanto tienen cierta edad el móvil les acaba de robar su infancia.

      p.d. olvidé comentar sobre Ponti, creo que tenía derecho a ser serio después de volver de una guerra como la civil española, donde se cometieron actos atroces por parte de los dos bandos.

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    8. He visto catálogos de Poli (gentileza Miniauto!) hace varios años, y me impresionó como una juguetería de gran tamaño, pero con poco material para hobby de adultos. Quizás el catálogo estaba orientado a los infantes y por ese motivo, no había juguetes de adultos (con el perdón de la palabra).
      Conocí Toy's Ur Us en Miami, y me dió la misma impresión, lo más adulto que tenían eran algunas series especiales de Hot Wheels y Johnny Lightning.
      Creo que los hobbies [concretamente hablemos de trenes eléctricos, aviones y lanchas RC, aviones de madera balsa y Slot; y en segundo término, kits plásticos y accesorios (pinturas, aerógrafos, herramientas), y en tercer lugar, autitos de colección (aunque entiendo que hay varias casas dedicadas al diecast)] van quedando relegados.
      En cuanto a Ponti, sólo él sabe lo que tenía en la cabeza, lo que dejaba, lo que había conquistado, lo que no conseguía en Argentina...
      Espero que haya terminado bien.

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    9. En Poly tienes mucho slot y maquetas para montar, con accesorios. También RC. Luego hay otra cadena más enfocada al adulto, hay un local en un centro comercial en el pueblo de al lado donde vivo, pero no recuerdo cómo se llama la tienda.

      En Poly he comprado yo Minichamps, hace años.

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    10. Ah, ésta decía yo...

      Model Expert Rc
      954 45 67 85
      https://maps.app.goo.gl/pwkqQPyx54Qs3Kc69

      Por si te quieres dar una vueltita.

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    11. Impresionante, es la clase de negocio que busco (para mirar, se entiende, como hace cuarenta y cinco años)!
      Es lo que decía en mi primera respuesta: es posible que subsista este rubro en Europa, y me sorprende gratamente la comprobación que me mandas.
      Pero en Argentina, es casi imposible encontrar nada parecido. Hay casas que venden kits plásticos, pero los otros rubros, más específicos y más caros, se escurren como el agua de un colador.

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  4. Que hermosa anécdota Gaucho!!!La infancia siempre queda pegada a algunps lugares, mas o menos afines a los hobbies, pero quedan al fin.
    Rasti existe todavía, y have cosas muy buenas, ojo con eso...

    En mi caso, extraño de mi adolescencia, un barcito q habia frente a la plaza de mi pueblo.Era una casa vieja donde ibamos a jugar al pool, a las máquinas y a flipper por las noches.Hoy hay un hotel choto ahí mismo, previa demolición de la casa.Todabia extraño "lo del sordo"...

    Fernando, de Lima, Bs As

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    1. El tiempo pasa para todos, todos tenemos nuestros recuerdos, que son parte nuestra y los llevamos con nosotros a todas partes.
      Las nuevas construcciones tapan todo el pasado, sólo quedamos nosotros y el recuerdo.

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  5. Es cierto que no son necesarias imágenes, pues cada uno tiene su particular vivencia al respecto. No obstante, no he podido resistirme a incluir esta instantánea, bastante conocida, y la cual creo, resume un poco lo que tratamos de decir entre todos:

    http://p1.storage.canalblog.com/15/50/1054038/82221161_o.jpg

    Un saludo.

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    1. Excelente imagen, ahora la pongo como cabecera del post, gracias!

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  6. Tu relato es el perfecto ejemplo de que a veces no se requieren historias épicas, grandes aventureros o biografias de personalidades, pues la vida de un simple comerciante de la esquina puede ser igual de inspiradora, enternecedora y atractiva, ...bueno eso y como siempre tu maestría a la hora de dar a conocer a estos soldados desconocidos.
    Chapeau de nuevo!

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    1. A mi, lo que más me sorprende es el pasado de este tipo, devenido en juguetero.
      De haber sido mecánico de máquinas de guerra, a ser experto en juguetes.
      Vaya uno a saber qué visión tenía de la vida.

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  7. Tremendo relato. Yo visitaba un local así en Moron, para esos mismos años (principios de los 70's), pero no tengo idea del nombre. estaba sobre la calle 9 de Julio, frente a lo que hoy es Fravega, y sobrevivio hasta los primeros 80's. Pero me pasa exactamente lo mismo, hoy, 50 años despues, si paso por alli (cosa que no hago muy seguido, porque mi vida se mudo a otros lares), tengo la secreta esperanza de encontrar algo. Me alegraste la mañana....

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    1. (como dice el tango) A mi me pasa lo mismo que a Usted!
      Y más: a veces voy caminando y un sexto sentido gaucho me dice que estoy cerca de una casa con autitos, quizás un viejo coleccionista con Dinkys mint en su cajita, tal vez un artesano que modela autos argentinos en arcilla o simplemente una vitrina repleta, esperando que la vengan a rescatar.
      No puedo saber qué casa es, o cuál es el fundamento de mi sospecha, quizás sea la hora, la forma que el sol pega sobre la puerta, la sompra que se adivina por la ventana, la forma en que la vereda está gastada, o simplemente la densidad del aire que llega a mis pulmones.
      Pero la sospecha está ahí, en esa zona, pero hay que seguir camino.

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    2. Me ha pasado muchas veces eso. Incluso hubo un auto que busque muchísimo hace más de 30 años (ni soñar con internet), solo lo había visto en una vidriera de una boutiques como decoración. Y un día, caminando por reconquista o 25 de mayo, en el Microcentro, paso por la puerta de un local de numismática, y de reojo veo al fondo de un local una caja colorida que me llamo la atención. Entre, le señale la caja y le dije "muestren eso", y era el auto que estaba buscando desde al menos 2 años! (Un Citroen caricaturesco de Polistil)

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    3. Es el sexto sentido, una sensibilidad especial que se activa en determinados momento, vibrando como las antenitas del Chapulín.
      Creo que yo también compré un auto en ese lugar hace como veinte años, una de esas calles, la vereda que mira hacia el río, luego me enteré que eran autitos de un conocido coleccionista del medio, en mi caso era un Alfa Carabo de Solido.

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  8. Todavía ni llegaba al párrafo Disney y ya me imaginaba un pequeño Disneylandia con todo lo que describes que veías, pero a mi todo eso me llegó en forma como de recuerdos porque así los tengo.
    Resulta que en la época en que entraba apenas a la escuela secundaria, un amigo del grupo y yo nos íbamos de fuga a una tienda de hobbies y modelismo diciendo que íbamos a otro lugar porque estaba muy lejos para dos chamacos de 11 años como nosotros. Estaba sobre Av. Álvaro Obregón en la capital (cerca del Centro) y había que tomar un camión al Metro Toreo (transbordar 2 veces, pasando 10 estaciones), otro camión y luego caminar como 4 cuadras. Fuimos varias veces para poder ver todo lo que tenían y wow.. Había de todo; trenes, aviones, tanques, barcos, autos, armados y para armar, balsa, pinturas, soldaditos por épocas, mas trenes, aviones y barcos, marcas Lindbergh, Necomisa, Revell, etc y en todas escalas. No recuerdo bien el nombre de la tienda pero terminaba en "Obregón" por arriba de los dos grandes aparadores afuera separados por una puerta de vidrio enmarcada en madera. La tienda no estaba muy bien iluminada pero se podía apreciar todo muy bien entre tanta vitrina y a pesar de tantas cosas atiborradas. Mi amigo y yo teníamos como proyecto hacer una maqueta de una Base Aerea Británica con unos Messerschmitts BF109 atacando pero la verdad es que nuestros pequeños ahorros y mesadas no nos alcanzaron ni para el comienzo..
    Compramos 3 o 4 Spitfire 1/72, creo que 2 BF109's, pinturas, una gran planilla de trenes con pasto de flock que nos quedaba ideal y un paquetito de soldados, pero nos faltaban los transportes (jeeps y camiones) y materiales de maqueta que estaban mucho mas caros. Empezamos muy emocionados pero resultó ser un proyecto incosteable y difícil para dos mocosos de 11 años porque había que pasar mucho tiempo uno en casa del otro, viviendo no muy cerca y ya no nos daban permiso además de descuidar los deberes escolares. Pero alcanzamos a armar los Spitfire que por cierto nos quedaron bien chidos (ja, ja) y finalmente nos repartimos todo después cortando también en dos la enorme planilla flockeada con pasto. Con poco orgullo puedo decir que ese fue mi primer proyecto inconcluso.. Pero para mi ahí no terminó todo. Por esos tiempos mas adelante armé el Bismarck, el Tírpitz (movían las torretas!), el USS Yorktown, de 50 cm motorizados, el USS New Jersey, un submarino, un Galeón español, entre uno que otro barcos mas chicos, unos aviones y tanques mas también. Inundé el patio de la casa para poner los barcos a flotar, con su respectivo regaño desde luego. Casi todos eran producto de regalos de cumpleaños, navidades y algún ahorrito.
    El Yorktown todavía sobrevive pero como si estuviera hundido, pero fuera del agua, por el pasar de los años; 42 años para ser exactos. Lo encontré en las cosas de mi papá. Tenía otro amigo de la primaria que era mucho mejor que yo en el modelismo, y que ganó varios concursos y que era mi inspiración. Sinceramente yo era mas burdo en comparación.
    Y nunca volví a ver una tienda como esa en Av. Obregón. Mas de grande yo, visité otras muy buenas pero no tan espesas en su contenido como aquella. Mas bien las otras ya tenían mas RC, Tamiyas, pistas AFX, juguetes complicados y las novedades del momento. Oye Gaucho, tu si que le atinas con estos temas. Contagias el sentimiento y la nostalgia por que por lo que veo y creo, todos los de nuestro vuelo tenemos experiencias y recuerdos muy parecidos sobre esto. Gracias por ello.
    Ahora mismo al escribir experimento una regresión.. Somos una generación en extinción con un legado que los que vienen difícilmente apreciarán y menos rescatarán.
    Y precisamente ahora en días pasados que fuí visitado por el Covid, me compré unos tanquésitos 1/72 alemanes de rompecabezas 4D en 4 pack para pasar el confinamiento pero me llegaron ya después de haberlo terminado y sobrevivido sin problemas mayores gracias a Diós. Los estoy armado ahora con mi chaval y están buenos.
    Cuídate amigo.
    Saludos!
    P.D.




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    1. Qué loco, es increíble que hayamos tantos con los mismos recuerdos.
      Será que esos negocios fueron la antesala necesaria para el coleccionismo?
      A mi también me obsesionaba la idea de hacer una maqueta, un diorama gigante, yo tenía el cerebro quemado con las maquetas ciudadanas del Capitán Escarlata y quería hacer algo similar, era un proyecto tan grande que ni siquiera llegué a comprar nada.
      Tú al menos pudiste poner tus barcos a flotar, aunque se hayan enojado en tu casa!
      Quiero ver fotos de los tanques del Covid, jeje.
      Finalmente te cuento que también fui un gran fan de Rush, empecé con los primeros discos (Rush, 2112, A Farewell, Permanent Waves, el disco en vivo que ni recuerdo el nombre, incluía 2112, una gozada!) y sobre el final (Moving Pictures, Roll the Bones, Grace Under Pressure). En su momento, también me explotaron el cerebro.
      Me alegra tenerte de regreso, bienvenido amigo mío!

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  9. P.D.
    Te recomiendo "Second Nature" de Rush para esos momentos.

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  10. Uff..
    Yo sigo siendo fan de Rush pero ahora creo mas en el Todo Poderoso.
    Y te comento que tras la lamentable partida Neil Peart se me reavivó el gusto por la banda también.
    Todos los discos de ellos me gustan pero en especial Grace Under Pressure y Power Windows se me hacen atemporales como el Countach. Todavía suenan futuristas.
    Por cierto te voy a decir algo que te comenté ya hace tiempo en alguno de los blogs.
    Que estoy casi seguro que alguno de nosotros dos se brincó de un universo paralelo, tocallito.. ja, jaa..
    Y ahí te va otra anecdótica historia. Cuando iba en sexto de primaria, antes de lo que te platiqué anteriormente. Un día en la clase de inglés la maestra nos dejó hacer una maqueta o exposición de tema libre para después pasar al frente con una "composition" y después explicar respondiendo preguntas.
    Bueno, pues en ese tiempo acostumbraba yo jugar en el patio de la casa haciendo guerras y campos de batalla con "mi ejercito" que constaba de una colección de camiones Gamo de lámina padrísima que mi papá me había ido regalando entre los cuales había militares además de otros, como Tonkas que un amigo de 5to de primaria me vendió porque se mudaba su familia, y otros varios que fui yo juntando de a poco. Eran como 50 en total. Y por eso era tanto mi apego ahora a la escala 1/18, por que todos esos que yo tenía eran cercanos a la escala aunque yo no la conociera por 1/18. Además tenía yo un baúl lleno de soldados de WWII de plástico como de 10 o 12cm, americanos, rusos, alemanes y japoneses. Armaba yo unos verdaderos campos de batalla, haciendo cuarteles con cajas de cartón, iluminados con las series de navidad de 7 1/2W de la época. Les disparaba con mi rifle de municiones, hice uno que otro incendio y a veces hasta les aventaba cuetes tronadores como granadas. Pasaba horas y buenos ratos y todo terminaba cuando, si no era por el ruido, era por el humo y mi mamá se asomaba por la ventana de arriba y/o bajaba y me ponía una calabazeada (regañada) épica y a levantar todo..
    En una ocasión casi me saco un ojo porque una munición rebotó en uno de los soldados y se me metió en el ojo. En otra una mano me quedó hinchada como guante de beísbol porque el cuete tenía la mecha muy corta y me explotó en la mano.. Y en otra ocasión se me hicieron pecas de quemaduras en la cara, el cuello y las manos porque las granadas después las hacía yo poniéndoles plastilina a los cuetes y también me explotó uno muy cerca por la mecha corta.. Ja, ja..
    Y todo me lo tuve que aguantar porque si no.. imagínate!! Y ahora si lo digo: gracias a Diós no paso a más, y mi madre no se dio cuenta.
    Para no hacer el cuanto mas largo.. Pues esa tarea de inglés que nos dejaron para mi fue un momento de gloriosa inspiración. Pero era de un miércoles a un viernes y en lo que pensaba como y con que hacerla me dió el jueves por la tarde noche para empezarla.
    Entonces agarré y corté una tabla de triplay para colado que encontré aquí toda con pintura como de impermeabilizante, mezcla y arena pegados, y yo le pegué mas arena de construcción y quedó ideal como campo de batalla. Como pude clavé los soldados a la tabla. Fijé dos camiones y dos cañones con alambres además de pegar el cuartel con sus luces y listo!
    Pero hacer todo eso me tomó toda la noche y no dormí nada. De hecho cuando terminé ya había que ir a la escuela a las 7. Me tuve que ir con la misma ropa y sin desayunar y sin la "composition". Y la maqueta estaba tan grande y pesada que apenas cupo en la Brasilia de mi hermana y tuvo que hacer dos viajes para regresar por mis hermanos. Los materiales los tomé de los albañiles que tenía aquí mi papá remodelando la casa. (Sigue ->)

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  11. (Cont.->)
    Ya en la escuela mi maqueta causó expectación.. Me tocó ser segundo en exponer y a la primera niña que le tocó exponer ni le pusieron atención porque todos volteaban a ver mi maqueta del campo de batalla.
    Cuando fue mi turno y pasé al frente, ingenuamente me confié en la improvisación y si empecé a explicar en inglés todo bien al principio pero me puse muy nervioso y como no había dormido ni desayunado nada, que me desmayo.. o me dormí, no sé.
    Y desperté después en el suelo con un algodoncito mojado con alcohol que me acercaron y me llevaron a la dirección para que pasaran por mi y mandarme a casa a recuperar.
    Ese día me llevó mi hermana a recoger la maqueta a la salida de clases y me hice famoso en la escuela por la maqueta, por haberme desmayado al frente y me saqué un chichón como calificación del cocazo que me puse. Si aprobé pero no con 10 desde luego.
    Ja, ja, ja.. Apenas tenía 11 años caray.

    Saludos mi amigo.

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    Respuestas
    1. Es increíble cómo los caminos salen de distintas partes, recorren diversos lugares y se encuentran al final todos en un mismo punto.
      Yo usaba muchos fósforos de madera, les usaba la maderita y me sobraba la cabecita, que es un poderoso fulminante. También usaba un producto llamado "Pegatodo" que era un pegamento hecho a base de plástico y solvente. No tardé en juntar los dos elementos: el fulminante y el pegamento.
      También trabajaba mucho el papel, entonces hacía unos cuadraditos de 10x10x10 milímetros, que llenaba con esa mezcla explosiva y recubría con cinta adhesiva tipo Scotch.
      Estas bombas las colocaba en autitos o aviones, generalmente también de papel.
      Lo espectacular era la explosión, cuando el cuadradito estaba en el fuego, primero se calentaba y en determinado momento, el plástico del Scotch se encendía y pasaba el fuego al interior. La mezcla en el interior buscaba cómo salir de ese cuadradito tan cerrado hasta que salía por cualquier punto que se abriera primero, y he visto salir llamaradas de hasta 30 cm!
      Creo que no incendié mi casa porque Dios estaba con el matafuego atrás mío!
      Obviamente, nada de esto llegó a la escuela...

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    2. Seguramente sí tenías un ángel a tus espaldas.. Definitivamente de habérseme ocurrido eso aquí hubiera sucedido otra cosa. Que bueno no se me ocurrió algo así, ja, ja.
      Lo belicoso se me pasó ya después de los 12 años cuando empecé a andar en las motonetas porque otro compañero de la secundaria me vendió las suya.
      Las motos.. otra historia..
      Ja, ja..
      Saludos!

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