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domingo, 30 de julio de 2017

comunicaciòn y autitos






EL DELICADO SONIDO DEL TRUENO

Hay productos cuya descripción no puede ser transmitida cabalmente por cualquier medio.
Por ejemplo, un vino.
Puedo describir la forma de la botella, la claridad del color, la sutileza de su aroma o la profundidad de su sabor.
Pero el vino itself es imposible explicar, su sabor será una incógnita aunque pondere la plenitud del sabor, la frescura o la suavidad de su dulzura.
También puedo decir que me gusta, que trae recuerdos, que erotiza o provoca terribles arcadas.
Y aunque gaste renglones de explicación, el lector nunca va a tener la comprensión cabal del vino.


EN EL PAÍS DE LOS CÍCLOPES EL TUERTO ES CIEGO

Quizás haya medios que favorecen algunos productos determinados:
Todo lo que tiene imagen puede ser ponderado en una foto.
Lo que tiene sonido puede ser replicado en una radio o un CD, por ejemplo una canción.



Y ya entrando en tema, cuál sería el medio ideal para demostrar autitos de colección?
Tienen imagen, no tienen sonido (al menos, en su mayoría), no tienen movimiento (supongamos que es así, hablamos de coleccionismo estático), no tienen sabor (yo al menos, no probé ninguno) ni olor (y si lo tienen, no es relevante, que yo sepa, nadie compra un autito por su olor).
Coincidimos en que lo ideal es un medio que privilegie la imagen.
Durante años el soporte ideal era el papel, que ya analizamos en el post dedicado a la revista Miniauto.


PARA UN COLECCIONISTA NO HAY NADA MEJOR QUE OTRO COLECCIONISTA

Luego Dios creó la internet.
Y así nos fue.
Redoblando el nivel de dificultad, vamos a un cuestionamiento más filosófico aún:
Qué es lo que queremos compartir de un autito?
Su forma? La historia del autito? La historia del auto real? Nuestra historia referida al autito o al real? Nuestras sensaciones sobre uno u otro?
Abro un breve paréntesis para repasar los distintos aspectos que fue teniendo esta necesidad de comunicar y compartir la pasión del coleccionismo.

Mis inicios como coleccionista fueron a principios de los noventa y ya empezando los 2000, llevando diez años en el metier, reconocía que era una actividad aislada.
Y mucho más aburrida que otras ocupaciones más populosas.
Fue para esos comienzos de siglo que logré reunir una pequeña cantidad de coleccionistas y encaré algo que pomposamente bauticé como “Encuentros de pizza y autitos”. Fueron tres eventos memorables, como no nos conocíamos, recuerdo que ponía un autito de colección sobre la mesa, de este modo el recién llegado podía ubicar al grupo.

Tiempo después, la internet empezó a cubrir espacios vacíos.
El primer medio de encuentro que recuerdo fueron los foros. Un espacio virtual con mucha (o poca) gente, se podía abrir un tema y seguirlo, o bastaba con entrar a ver los “mensajes nuevos”.
El problema de los foros era la diversidad de caracteres, el espacio tenía un dueño e indefectiblemente, en algún momento surgía el conflicto que terminaba en una facción del grupo retirándose con un portazo y abriendo un foro disidente al día siguiente.
Lamentablemente esta diversidad es característica de la condición humana y asoma en todo tipo de grupos, virtuales y de carne y hueso.
Hay que admitir que no se ha avanzado demasiado en este aspecto.



Luego de los foros yo accedí a la posibilidad del Blog.
Después de penar con administradores que no administraban y moderadores que no moderaban, el blog me daba un espacio en el que podía hasta elegir el tipo de letra, sin depender de ninguna voluntad que no sea la propia. Fue como tener el mundo en la mano.
Los pormenores negativos del blog ya son bien conocidos por todos.
Los visitantes rehuyen del blog, nadie quiere registrarse, por lo tanto nadie comenta, y aunque las estadísticas muestren muchas visitas, son pocos los valientes que dejan su comentario.
A la larga todo se limita a una pequeña comunidad, quizás más chica que la que nucleaban los foros.


EL FACEBOOK NUESTRO DE CADA DÍA...

Afortunadamente, todos estos problemas se superaron con el advenimiento del Facebook.
Hablando seriamente, el Facebook asegura una cantidad importante de visitas y hasta una cuenta de likes, que permiten hacer una discreta estadística.
También permite una edición rápida, pero sin mucha floritura.



La gran desventaja es la poca permanencia de cada post.
Nosotros, los que disfrutamos adornando nuestro post, nos vamos a sentir frustrados.
Otro efecto colateral de la aglomeración de gente es el conflicto.
Opiniones distintas, pasiones desencontradas, discusiones acaloradas y enemistades rencorosas llevan a una triste conclusión.
La filiación a los grupos de Facebook tiene tanta vigencia como la fidelidad a los blogs, abundan los grupos disidentes y todos los días aparecen nuevos grupos, agrupados (o separados) por marca, tema, escala o zona geográfica.
O separados por los moderadores; es común encontrar dos o más grupos que responden a la misma temática, misma escala y/o marca, pero unos son “estos” y los otros son “aquellos”.
Lamentablemente eso es una característica de la especie humana, las discusiones son un fenómeno común a todos los grupos humanos.



Volviendo a los medios, en estos años, también hubo un coleccionista que conquistó un espacio en una radio local, desde la que transmitía su programa de coleccionismo de autitos. Lamentablemente la radio no fue suficiente para transmitir las formas de los autitos (leer arriba de todo), pero sí permitía compartir las sensaciones y la pasión.
Uno escuchaba a dos o tres amigos compartiendo anécdotas y de alguna manera participaba de la movida.
No fue una mala idea, pero hasta donde supe, no tuvo demasiada repercusión, quizás apenas un poco más que mis encuentros de pizza y autitos.


LUZ, CÁMARA, ACCIÓN!

El siguiente paso, debidamente apoyado en el Facebook, es el video.
Justamente, hace unos días, un colega coleccionista anunció en Facebook que hará una serie de entrevistas sobre el hobby y las publicará en videos de Youtube.
Quizás esta iniciativa sea más ambiciosa que las posibilidades técnicas disponibles.
Una cámara fija filmando una o dos personas, con algunos spots editados, pueden ilusionar a los entusiastas pero difícilmente entusiasmen a los escépticos.
De todos modos, miro la cruzada con simpatía y deseo mucho éxito al feliz emprendedor.


VOLVER AL FUTURO

Hilando más fino y apuntando al futuro, me permito citar una predicción que hice hace algún tiempo: la informática tridimensional, la cuestión holografía y las impresoras 3D van a ganar protagonismo y reemplazar a los coleccionables.


TAREA PARA EL HOGAR

Yo hablaba de la dificultad para transmitir sensaciones.
Cómo se transmite una pasión?
Cuál será el ingrediente mágico, el factor secreto que nos está faltando?
Qué queda para el futuro?


Les dejo la palabra y me voy a dormir.



That's All Folks!



Gaucho Man
el ubicuo




Foto de tapa tomada del LP de Tesla "The great radio controversy"






sábado, 22 de julio de 2017

huayra spider parte dos - ambrosio 1/43





LA DELGADA LINEA ROJA

Siguiendo con el Huayra Spider blanco del post anterior, hoy les comparto el spider colorado.
En realidad es el mismo modelo que ya vieron, pero se ve que hubo un cambio de manos y algunas modificaciones, el color entre otras.



La diferencia más apreciable es en el aspecto lumínico.
Las luces delanteras ganaron en tamaño.
Fuerte el aplauso para las caladuras en los guardabarros delanteros para insertar esos strass cuadrados.
Y fuerte ese aplauso para el strass cuadrado, algo tan impensable como inesperado.



Una anécdota de Ambrosio: pasó todo un día pensando e intentando hacer las tulipas transparentes de las luces delanteras, pero cuando tuvo el tema resuelto, verificó en las fotos que el auto real no tenía tales tulipas. A mí también me ha pasado alguna vez.



Por detrás también hay cambios: se dejó de lado las viejas luces “Falcon style” y se reemplazaron por otras redondas, menos barrocas y con impronta italiana que remite a las luces del caballino rampante.
Los paragolpes traseros pasaron al recuerdo, una lástima porque me gustaban.



También hay algún cambio en el relieve del capot delantero, punto a favor para Ambrosio que no descuidó ningún detalle.



Las ruedas son las mismas pero ahora vienen color dorado, quizás un antecedente histórico de lo que luego traería el Clío Williams.




ROSSO CORSA

Antonio Sivianes había opinado que la versión blanca resemblaba la Maseratti Birdcage.
Este colorado, tan ancho y bajo hace pensar en algún Bizarrini.
No es casual que ambos referentes tienen motor delantero.



Es que el motor trasero hace los autos más compactos, más bajos y más afilados.
Y según dicen los que saben, más manejables.
Pero el motor delantero tiene otra impronta.
Trompas largas, con formas que recortan el perfil del motor, cuanto más afilada es la proa, más sensible a los relieves interiores del motor.



El puesto de manejo relegado al último tramo, un asiento apoyado sobre el eje trasero, quizás el torpedo moldeado a imagen y semejanza del conjunto caja/cardan.
Al final puede ubicarse un baúl o no, quizás pensando más en el aspecto que en la funcionalidad guardativa propiamente dicha.



Pablo Marinig también había usado alguna vez la expresión “lanchón” para definir la forma chata y muy baja, creo que tampoco estuvo desacertado.



Enfocando en los detalles, el modelo tiene de todo, y el color rojo resalta cada detalle.
La tapa del tanque de combustible, la manija del baúl, casi mágica



Los espejos retrovisores son tan pequeños que asustan.



El interior es modesto pero cumplidor, tiene lo que hay que tener.



El flanco izquierdo con un escape estilo Citroen 2CV.



Los dejo con el ángulo que màs me gusta.



Y si quieren ver más Huayras by Gustavo Ambrosio, les dejo estos links:
Huayra Spider azul 1970
Huayra Stradale blanco
Huayra Stradale rojo

Los Gaucho Models
Halcón Serie H azul
Halcón Serie M azul
Halcón - Especial de los Viernes
Huayra Spider 1971 blanco




That’s All Folks!




Gaucho Man
el acólito





sábado, 15 de julio de 2017

huayra spider parte uno - ambrosio 1/43






Seguramente recuerdan al Huayra Spider Stradale que les presenté hace unos meses.
Precisamente para esos días, hablando con Ambrosio, le manifesté mi entusiasmo por semejante auto y me comentó algún detalle adicional a la historia que yo tenía registrada (vean el link).
Parece ser que vino un señor (mantengo su nombre en el anonimato, no tanto para resguardarlo sino porque no lo recuerdo), que quería tener una Liebre para uso citadino.
Se acercó a Heriberto Pronello (diseñador de Liebres, Halcones y Huayras) y le pidió una Liebre.
Se ve que Pronello no tenía stock de Liebres pero tenía un chasis de Huayra sobrante, y ahí surge el modelo color blanco que vieron en el link.



La otra parte que yo no sabía es que en algún momento vino un cambio de manos y el nuevo feliz usuario pintó el modelo de rojo, aunque aparentemente hubo otras modificaciones que ya veremos en la parte dos de este post.

RESUMEN DE LO PUBLICADO

Tenemos un auto único con dos colores y dos versiones "superpuestas", apenas documentadas por un par de fotos mal enfocadas.



Ambrosio me comentó que tenía dos carrocerías disponibles, sobrantes de una serie Todo-Huayra, y que calificaban como piezas únicas.
Ante la duda, le encargué los dos modelos, sin saber que me estaba anotando en una prolongada lista de espera.
La sorpresa fue desayunarme un día en el Facebook con fotos del modelo y mi nombre como destinatario.




LA IMPORTANCIA DE LLAMARSE AMBROSIO

Como modelista tengo mis ideas y algunas premisas que me guían en mi trabajo y en mi forma de llevar la colección.
Por ejemplo: todas las piezas son únicas y nunca deben salir de mi colección.
Y cuando encaré una para otra persona, por muy querida que fuera esta persona, no le di la importancia ni el esmero mínimo que uso para los modelos destinados a mi colección personal.
Ambrosio encara cada pieza como si fuera para él mismo, atendiendo los detalles más recónditos, muchos de ellos que ni siquiera serán reconocidos por el feliz usuario.



Tuve el gusto de verlo trabajar y quedé maravillado por la pasión, el método y el rigor que esconde cada detalle.



Si necesita un picaporte, va a la caja con picaportes, busca un par de picaportes y guarda la caja, aunque luego deba buscar la caja otra vez para tomar un limpiaparabrisas, la idea es que no quede nada fuera de lugar, ningún cabo suelto en esa minúscula usina de modelos.
Cada cosa en su lugar y un lugar para cada cosa.



Y mil trucos en la manga: un pegamento para cada material o cada pieza, buscar piezas de donantes inesperados, materiales cotidianos o traídos exclusivamente de la NASA.
Y no hay secreto de sumario. Por el contrario, Ambrosio muestra y comparte todos sus secretos, ofrece calcomanías, pintura, materiales y/o cualquier otra cosa que uno pregunte.



Hablando del modelo, ya vieron algunas fotos, de todos modos les señalo algunas perlitas.
La trompa tiene luces y pilotos insertos, ademas de unos paragolpes llevados a su mínima expresión.
Para tener en cuenta las tomas de aire para los frenos en los bordes internos de los guardabarros.



Retrocediendo un poco, hay dos branquias laterales y de uno de los costados, un caño de escape.
No van a ver los picaportes porque son muy chiquitos, pero ahí están, son insertos tan tenues que da miedo mirarlos fijo.
Por el lado del medio, se ven las escobillas limpiaparabrisas.
El auto no tiene techo ni capota, por lo que no debería aventurarse bajo la lluvia, pero las escobillas están ahí.



Acá se ve el interior y uno de los picaportes.



Acá también se ve el picaporte y la trasera en general.
Los paragolpes son una maravilla,
Sobre el guardabarros hay un tapòn para la nafta y en medio una manija para abrí el baúl, tan increíble como los picaportes.



Tiene tantas cositas chiquitas, les aseguro que da miedo tomarlo con la mano.



Párrafo final para las luces traseras.
Aunque Ambrosio tiene otra idea, yo tengo idea que son luces de Ford Falcon sesentoso,

Y si quieren ver más Huayras by Gustavo Ambrosio, les dejo estos links:
Huayra Spider azul 1970
Huayra Stradale blanco
Huayra Stradale rojo

Los Gaucho Models
Halcón Serie H azul
Halcón Serie M azul
Halcón - Especial de los Viernes
Huayra Spider 1971 blanco




To be continued...



Gaucho Man
el aturdido