Antes de empezar, les sugiero ver el blog de mi amigo el Vasco con mucha data sobre Meteoro, la serie y su historia.
Luego de leer la Historia Oficial, los invito a perderse dentro de mi pedorreo patafísico.
Como muchos otros, mi infancia estuvo marcada por Meteoro y su fabuloso Mark 5.
(aclaro que para mi siempre fue Mark y no Mach como le llaman ahora)
En mi alto nivel de idiotización, cualquier autito con un número 5, real o imaginario, se transformaba en el fabuloso auto de Meteoro.
Cuando fui un poquito más grande empecé a encontrar contradicciones en el auto, en su concepto y en las historias mismas.
Veamos algunas que rescato del recuerdo:
- Los famosos gatos hidráulicos, aptos para elevar el auto y cambiar una rueda o para saltar un una distancia estimable en unos 50 metros.
Cómo podía un gato hidráulico tener tanta potencia como para revolear un auto por los cielos? Cómo hacía Meteoro para regular la potencia de estos gatos con un solo botón?
Cómo hacía para no revolear el auto por los techos cuando apenas quería cambiar una rueda?
Cómo hacía para no volcar o entrar en trompo cuando los accionaba circulando a gran velocidad?
Cuánta rigidez estructural tenía el auto para bancarse semejantes sacudones y aterrizajes?
- Hablando de rigidez estructural, vieron que a veces el auto caía por un precipicio golpeando por todos lados y ni siquiera se le raspaba la pintura?
- Las sierras corta árboles. Alguna vez pensaron que esos troncos cortados no estaban al ras del piso y que de alguna manera debían rozar las partes inferiores del coche?
Por no hablar de lo mucho que se sacudirían as ruedas al rodar sobre esa sucesión de troncos cortados.
- Otro tema que me atormentaba era el motor.
Qué motor podía caber en un capot tan afilado, sobre todo teniendo en cuenta que tenía que dejar lugar para las sierras extensibles y el robot-pajarito?
Evidentemente estos japoneses eran unos capos en esto de la miniaturización.
- Un dilema similar se planteaba con la cajuela, apta parta transporte de criaturas y simios.
No llevaba tanque de nafta? funcionaba a electricidad? baterias de litio extra livianas? pilas recargables de hidrógeno quizá?
- Y la cúpula plegable transparente?
Seguro que nadie se acordaba de esto.
Hoy tenemos autos de alta gama con techos plegables automáticos pero ninguno tan transparente.
Y seguro que ninguno capaz de soportar la presión de una inmersión submarina (yo hablaba de rigidez estructural, pensaron la robustez que hace falta para bancarse la presión de la profundidad?).
Y lo peor de todo: dónde se guardaba la dichosa cúpula?
Entre los asientos y la cajuela, obvio.
- Pero era un auto tan cortito, tras los asientos no había mucho lugar porque el auto se acababa ahí nomás.
Me cuesta creer que en un espacio tan pequeño, entrara la cúpula, el tanque de combustible, el pibe, el mono y el periscopio (recuerden que había un periscopio que salía del carenado tras la cabeza del conductor) .
- Lo del suplemento para las ruedas pantaneras que permitía treparse a edificios no resistia el menor análisis, ni siquiera en la reducida concepción que yo podía tener en mi niñez.
Tanta cosa, tanto accesorio, tanta robustez estructural debía generar mucho peso extra.
Y sabemos que el peso extra exige más a los neumáticos, al motor, al sistema de frenos, a la suspensión y -valga la redundancia- a la robustez estructural.
Ninguna de estas características es compatible con las prestaciones y exigencias a las que debe someterse un auto de carrera.
Durante años me torturé analizando estos aspectos técnicos hasta que un dia decidi que el fabuloso Mark 5 era un mentira imposible de existir.
Una mentira creada por alguien que no sabia nada de autos, para que se la crean los pibes que sabían menos todavía.
Fue un duro golpe, yo tenia 35 años.
No obstante decidi que necesitaba tener uno para mi.
Lamentablemente no había ningún Mark 5 en el mercado.
En esos años y en nuestras queridas pampas, sólo había
el modelo de Galgo 1/64, con su orgullosa M de plástico, con muchas e impensables combinaciones de colores, por ejemplo azul con la M en color negro, también recuerdo variantes en rojo y amarillo, siempre con la M en plástico negro (a ver los galguistas, quién tiene uno).
También había algunos feos de plastico soplado, pero fuera de escala.
Para hacer mi Mark 5 en 1/43, debí buscar la forma de racionalizar el diseño.
El problema es que el auto era de un dibujito animado, pensado en 2D y no como un cuerpo físico de esos que ocupan lugar en el espacio.
En tal sentido, muchas veces se penalizaba la representación del auto para favorecer los primeros planos de Meteoro o simplemente dar énfasis a una imagen.
Esto daba lugar a perspectivas engañosas, tan separadas y distintas entre si que muchas veces se hacía difícil relacionarlas en un mismo diseño.
Para buscar algún punto de realidad decidí empezar por las cotas.
Todo auto de carrera de esos años mide entre 4 y 5 metros de largo, con eso tenía para empezar.
En algún momento pensé que el diseño podía estar inspirado en algún auto real.
La primera sospecha fue para la Ferrari Testarrosa.
Vieron que es bastante parecida? Los pontones laterales, la trompa con tres puntas, parabrisas envolvente panorámico y el carenado sobre el baúl, digo la cajuela.
También lo vi muy parecido, sobre todo en las vistas laterales a los Corvettes de los sesentas.
Con estas referencias armé un plano y de ese plano salió el diseño de mi Mark 5.
Un Mark 5 que pudiera existir, con proporciones reales y lugar para motor, conductor, niño y mono (y periscopio!).
La primera parte fue relativamente fácil, luego me estanqué en el trabajo durante varios años.
En ese interín salió la película, promocionando un Meteoro cibernético y un auto de video game que no tenían nada que ver con los recuerdos de nuestra infancia.
El mercado explotó y las reproducciones del Mark 5 se conseguían hasta en las góndolas de supermercado, en una amplia variedad de escalas y calidades.
Me sentí más desmotivado aún, y el modelo se pasó algunos años más en una caja.
Hasta que al final me hice el firme propósito de terminarlo.
Llegué hasta la pintura, los números 5 y la M en el capot pero me quedé en las ruedas.
Hice algunas pruebas con ruedas pero se repite el problema de las proporciones:
unas ruedas que entren en esos guardabarros quedan chicas en la proporción del auto.
Y unas ruedas más grandes no entran en ningún guardabarro.
Y agrandando el guardabarros, por la forma, terminaríamos viendo las ruedas desde arriba, perdiendo la esencia del diseño.
Por tal motivo, he decidido dejarlo como la Venus de Milo, que no tiene brazos pero todos saben que está bien así.
El autito se quedará en el estado en que se encuentra.
Gaucho Man
el indeleble