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viernes, 28 de agosto de 2015

martos chevrolet - ambrosio 1/43






Ya hablamos de la costumbre de las hinchadas argentina de adjudicar sobrenombres a deportistas, coches y demás fenómenos.
Otra característica señalable de estas hordas es el pragmatismo.
Si hay un auto que sucede a un coche anterior llamado "Chevitu",  por que no bautizarlo "Chevitres"?



Ajena a todo este petardeo existencial, la Wikipedia cuenta que el nombre oficial era Martos, es decir el apellido del técnico que pergreñó el complejo chasis.


Como otros engendros de esos años., era un verdadero collage de componentes: motor "250" de seis cilindros, 4100 cm3, siete bancadas y suspensión trasera de Chevrolet 400, caja de cambios ZF, suspensión delantera de Bergantín (versión criolla del Alfa Romeo 1900).


El auto fue desarrollado durante 1968 y corrió en 1969, ganando dos carreras con promedios de 172 y 212 km/h.
Parece que andaba lindo aunque no tanto como el Trueno Naranja que se llevó el campeonato y entró en la leyenda por la puerta grande.



El diseño de la cola fast back remite a Alfa Romeo y Ferrari.



Yo estuve al lado del auto real y les aseguro que es tan pequeño que impresiona.
La cola trunca aumenta esa sensación, como que el auto termina justo antes que la mirada.
Mucha superficie vidriada, lo que dejaba al descubierto un interior muy despojado, era como mirar dentro de un globo.



Ahora piérdanse en el trabajo de Gustavo Ambrosio.



El modelo reproduce las formas y sensaciones del real: su reducido tamaño y sobre todo, el "efecto globo".



Con cierta experiencia en modelismo, ya conozco los posibles puntos débiles de estos trabajos:
ruedas descentradas, torcidas, formas asimétricas, y todo una larga lista de posibles defectos que terminan arruinando el modelo.
Y debo decir que no es el caso.
En el mismo momento de la transacción, le hice un rápido examen al modelo y aprobó todos los rubros con un felicitado.



Les dejo un par de fotos más.



La cola trunca, que ahora que lo pienso, también tiene alguna reminiscencia de Cobra coupé.



Para cerrar, les muestro una foto, tapa de una revista de esos tiempos, mostrando la parrilla de largada, quizás del día que se estrenaban este auto y el Trueno (así es, se estrenaron el mismo día).
La sorpresa es que cada vez me quedan menos modelos para tener.
Es como completar un álbum de figuritas.
Cuando lo termine, voy a cambiar todos los autitos por una pelota de fútbol.






That's All Folks!



Gaucho Man
el insurgente





viernes, 21 de agosto de 2015

bmw m3 dtm - bburago 1/43





BEST OF SHOW

La advertencia obligada dice que este post opinatorio es por demás subjetivo.
Mucho más que cualquier otro.
El gusto por un autito implica, aunque se trate de evitarlo, el gusto por el modelo original.
No es casualidad que el primer elegido sea BMW.



El primero es un M3 de los noventa; como todos los M, un verdadero revolucionario, adelantado a su tiempo.

Suframos un poco al modelo.
Más allá del imperdonable clip recortando la calandra, es todo BMW.
Musculoso, agazapado como un tigre a punto de saltar.
Hoy en día estos arreglos aerodinámicos han sido bastardeados hasta el cansancio por los amantes del tuning.
Pero hubo un tiempo y unos autos -como éste- en el cual estos arreglos eran genuinos,
no meros injertos de plástico barato.



Vean este ejemplar al que le saqué los calcos, se aprecia la forma pura.
También pinté uno de negro, quizás alguno recuerde el post del BMW tuneado.



Bburago copia todas las formas, hasta las más sinuosas.
Insinúan su oficio con unos espejos voluntariosos y sorprenden con el alerón en una sola pieza.
El interior es bastante esquemático pero no peor que algunos coleccionables actuales.
El transparente de las ventanas se prolonga hasta los faroles delanteros.



Como si eso fuera poca cosa, incluye un magnífico set de cuatro ruedas Bburago totalmente originales.



Thats All Folks!



Gaucho Man
el obsoleto




sábado, 15 de agosto de 2015

aviones de papel parte uno - gauchito models






Seguramente recuerdan a mi primogénito, el Gaucho Boy, alma máter de los Gauchito Models.
También seguramente recuerdan el Morgan triciclo que hizo hace casi un año.
El pibe ya tiene doce años y cursa su primer año en una escuela técnica, supongo que va a andar bien.
Mientras tanto, el vástago despunta el vicio armando cosas de papel.
Los invito a sufrir algunos ejemplares.



Primeramente les comparto el ancho de bastos, el Fokker DR1.
No voy a demorarlos con la historia del Triplano y el Barón Rojo, pero es necesario que entiendan un detalle: estos bichos tenían motor rotativo. Qúe significa esto En un avión común el motor estaba fijo y gira el cigüeñal con la hélice. En estos motores rotativos la hélice estaba fija al motor y el cigüenal fijo al avión. Es decir que el motor giraba con la hélice. No tengo mucha idea de las ventajas que tenía el sistema pero puedo adivinar una gran complejidad técnica.



El modelo de papel replica este motor giratorio solidario a la hélice, todo guarnecido con el capot que sólo deja los cilindros inferiores al descubierto.



También hay una serie de detalles ametralladoriles.



Y los vientos, quiero decir todo ese enjambre de piolines que daban resistencia al avion pero que tando dificultan el trabajo del modelista.



Las ruedas también giran sobre sus ejes.



Les recuerdo que excepto los piolines y los ejes de hélices y redas, es todo de papel.



Lo demás es plasticola, tiempo y paciencia.









Para cerrar el post, les comparto un breve poutpurri de otros modelos.
Douglas A4 de la Armada



IA58 Pucará



Bell X-1







That's All Folks!




Gaucho Man
el inapelable





viernes, 7 de agosto de 2015

bburago - disección técnica tres




En su habitual espacio dedicado a los autitos Bburago,
Gaucho Man se complace en presentarles un reportaje de marcada tendencia cromática.


LA VIDA COLOR BBURAGO

Dicen que el arco iris cordobés tiene sólo tres colores: verde boteia, amariio patito y negro culiau.
La gente de Bburago hizo una jugada similar y resumió el pantone automotor a una reducida gama que incluía:

Un rojo a mitad camino entre el rosso corsa del Alfa Romeo y el Rosso Ferrari.
Con este color tambien pintaron Corvetes, Vipers y hasta Land Rovers.



Un amarillo apto tanto para un Porsche como para un Peugeot

    

El blanco es un basic, como se dice en el mundo de la moda. Hubo varios blancos.



Con el tiempo fueron agregando verdes, azules y hasta colores metalizados.
En cualquier caso, hay que decir que el trabajo de pintura tiene muy buena factura.
Sin transparencias, sin excesos, sin acumulaciones ni otras fallas visibles.

Los primeros modelos fueron francamente monocromáticos, hasta que tímidamente aparecieron algunas decoraciones tampografiadas.
En los últimos años agregaron colores como ser cromados, bordes negros a los transparentes y hasta alguna pincelada colorada en las luces traseras.
Este BMW de los últimos es una maravilla, pero ya volveremos sobre este modelo.




LO ESENCIAL ES INVISIBLE A BBURAGO

Parafraseando a una vieja propaganda de lencería, habría que decir "Un calco debe imaginarse, no sentirse, y mucho menos notarse".
Los calcos de Bburago son todo lo contrario.
Una imperdonable capa de grueso plástico autoadhesivo con el dibujito correspondiente.
Lo bueno -o lo malo, según cómo se mire- es que no escatimaban.
Prácticamente todos los autos tenían su escudito en el capot, quizás un pelín sobredimensionado por temas de escala.
La parte fea es cuando se trata de un modelo de carrera, en que las planchas son amplias y cubren detalles de la carrocería.
Tomas de aire, picaportes, baguetas y otros detalles quedan cubiertos por una gruesa capa transparente.





Otra desventaja de estos adhesivos pegados con tan poca fortuna es la fagilidad: se despegan muy fácilmente.



Afortunadamente, hoy en día estos feos calcos fueron reemplazados por tampografías más eficientes y acépticas, que pronto nos harán olvidar los feos adhesivos de los viejos tiempos.







Ya falta menos.



Gaucho Man
el inepto