De un tiempo a ésta parte vengo arrastrando asuntos familiares de diversa índole que me impidieron concentrarme en los autitos como hubiera deseado.
Los proyectos quedaron relegados en mi taller bajo una espesa capa de tierra.
Las compras se suspendieron por cuestiones personales y si bien ya las he retomado, lamentablemente no consigo reunir el entusiasmo necesario para escribir un post.
En efecto, luego de tanta movida me aburre pasmosamente escribir sobre autitos.
Me salvaron unos cuantos escritos que tenía dando vueltas a los que bastó la corrección ortográfica y un sencillo CTRL+Copiar.
Ya va siendo tiempo de ponerme las pilas.
Como les decía, me siento estúpido escribiendo de autitos. Por ejemplo este hermoso Porsche de Cararama.
La historia del fenómeno ya ha salido hasta en la billiken, así que no los voy a aburrir con guarismos ni tecnicismos.
Del diseño es casi obligatorio mencionar su armonía.
Además tiene una simpatía indefinible, un aire caricaturezco.
O acaso no encuadra perfectamente como auto del raton mickey o pato donald?
El modelo, pese a su genética de bajo costo es soberbio, acentuado en este caso por el color negro brillante.
Además, el negro resalta los cromados.
Y los pseudo cromados demarcatorios de ventanas hechos con voluntariosa pintura aluminio.
Muchos insertos, muchos detalles.
Punto a favor con las rejillas traseras, también de inserto cromado.
Las ruedas son simplemente espectaculares, ni más ni menos que lo que este modelo requiere.
El modelo tiene apertura de puertas, lo que seguramente dividirá las posiciones de los opinantes.
Tanto esfuerzo técnico se degrada al mostrar un interior demasiado sencillo.
El tablero se ve demasiado simple aunque sorprende el volante con inserto.
A destacar las puertas con panel interno, lástima que se olvidaron del marco de las ventanas.
Más allá de la prolijidad (me pregunto si realmente esta matriz será de Schuco), el modelo gana por simpatía.
That's All Folks!
Gaucho Man
el absorbente