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lunes, 13 de noviembre de 2017

ventas inolvidables




Ya hemos debatido acerca de los iniciantes que preguntan idioteces, los que opinan sin criterio, los que compran cualquier cosa, los que arruinan autitos con modificaciones de gusto dudoso.
En lo personal creí que se acababa el tema pero acabo de verificar otro fenómeno.
Tipos que compraron toda la colección (una o más) y ahora salen corriendo a venderla.
Sabemos que la economía está difícil pero no creo que esta venta globalizada sea culpa de la coyuntura.



Más bien le sospecho a los que compraron sin tener idea en qué se metían, ya fuera en términos de inversión, de espacio o -lo que es peor- de entusiasmo.
Lo bueno de esto es que la selección natural o teoría de Darwin aplicable al coleccionismo, va achicando el padrón de neocoleccionistas (nótese el neologismo acuñado por Joan).
Esto significa que quizás algún día seamos menos, pero buenos.




EL PRECIO DE LA HISTORIA

Les planteo otro fenómeno que descubrí solito, sin ayuda de nadie.
Pese a la cantidad de gente despechada que vende su colección, también hay mucha reventa, es decir mucha gente que compra todo lo que puede y luego sale a revender al precio que se le antoja, generalmente alto.
Pensando en solucionar esta historia, se formó un grupo de FB dedicado exclusivamente al intercambio de Inolvidables. Como son todos autitos “de la misma clase”, se puede generalizar y aplicar el canje uno-a-uno como si de figuritas se tratara.



Obviamente no tardaron en salir los revendedores que no buscan canje sino la vil moneda.
Para paliar esta escalada de precios se puso como ley que la remarcación máxima permitida es de cien pesos sobre precio de tapa.
El precio generalizado de los inolvidables está en los $300 , por lo que el precio de venta máximo escala a $400 .
Es decir que dentro de este grupo, el precio de venta de todos y cualquiera está en $400 .



Analicemos un poco la excepción de la regla:
El Falcon fue el modelo del lanzamiento que costaba $60 , precio sin precedentes en el diecast argentino, mundial. Si el precio era $60 , el precio máximo de reventa es $160 , lo cual sigue siendo muy barato (menos de USD 10).
La conclusión es que un Falcon sobrante puede ser revendido a $160  o canjeado por otro modelo de $400 . Esta modesta paradoja resulta en que no hay Falcons en venta y hay muchos en trueque.
Esto se complica porque hubo uno o dos ediciones posteriores de Falcon y algunos vendedores remarcaron el precio, es decir que hay Falcons que tienen otro precio.
Ahora, con el autito en la mano, imaginemos que está en su blíster cerrado, no hay manera de saber cuál fue su precio de venta original porque el precio está en el fascículo, o peor, en la bolsita del fascículo.



Es que entre los neocoleccionistas, el fascículo es fundamental para certificar la integridad del producto.

Párrafo aparte para uno que vendía toda su colección que incluía varios modelos personalizados, me pregunto cuántos posibles compradores le bajarán el pulgar por no estar en estado Mint.


LA PAJA EN EL OJO AJENO

Por otra parte, todos se regodean hablando mal de los revendedores que compran, especulan y comercian con estos autitos, sobre todo cuando exigen un precio demasiado alto.
Pero a su vez, hay muchos que tienen cajas llenas de inolvidables porque la verdad es que cuando uno ve barato va y compra (el que esté libre de pecado que arroje el primer autito).



La conclusión trivial es que los autitos faltantes son los que otro compró repetidos.
Eso está mal o bien?
Cuánto valen el madrugón, la caminata buscando autitos, la disponibilidad de efectivo para invertir y la inteligencia para hacerlo?



Obviamente estos fenómenos son demasiado jóvenes, resta ver cómo evoluciona todo en los próximos dos años.
Hay que esperar a que se calmen los ánimos y ver cómo sigue el tema.
Imagino que luego de esta fiebre inicial, los Inolvidables se decantarán en la bolsa de diecast, pasando a engrosar el panteón de los autitos desconocidos.




That's All Folks!




Gaucho Man
el aturdido