EL PROCER DEL DIECAST
Hace unos días, tuve oportunidad de asistir a un evento que contaba con la presencia anunciada del Señor Haroldo Buby Mahler.
Para los foráneos o los que que no saben, les doy un breve contexto.
En los sesenta, Haroldo era un estudiante de ingeniería. Pensó en comprar un Dinky en alguna juguetería, pero se sorprendió del alto precio que le pedían. Preguntó por alternativas argentinas pero eran demasiado feas.
Ante semejante situación empezó a pensar en fabricarlos, empezó preguntando por técnicas de inyección a sus profesores y así empezó a dar forma al proyecto.
La marca se llamó como lo llamaban a él dentro de la familia: Buby.
Pueden leer el resto de la historia en este post o en este reportaje a Buby.
Hoy, Buby tiene 94 años y tuve el privilegio de conocerlo en persona.
La primera impresión fue de cierta timidez, el hombre enfrentaba un evento con más de treinta personas prontas al aplauso, sólo esperando una señal. Luego, vio alguna cara conocida y tomó confianza, dejándose sorprender por las muchas demostraciones de cariño y admiración que fueron desgranándose en la noche.
EL TIO HAROLDO
Yo había llevado un autito y un fibrón para pedirle que me lo firme, pero sobre la marcha desistí de la idea por dos motivos:
El primero, fue la falta de originalidad del planteo, había no menos de diez tipos pidiendo que le firmen el autito, la caja o la camiseta.
El segundo, y más importante aún, fue el mismo Buby. Como comenté más arriba, es un hombre mayor y la edad le está poniendo muchos límites, sobre todo en la vista y el oído. No valía la pena importunarlo con un pedido que al final, sólo apuntaba a apuntalar mi ego.
EL QUERIDO TIO HAROLDO
Finalmente, se le entregó un modesto presente, recordatorio del evento.
Ahí Buby habló, contando experiencias y compartiendo su emoción.
No sólo él estaba emocionado. La modesta tribuna también.
Fue un momento sublime.
(disculpen la profusión fotográfica)
Hablaba de profusión fotográfica.
Por favor vean las fotos y verán que es difícil encontrar una expresión que se repita.
El hombre hablaba y su cara era un calidoscopio mágico que barajaba sonrisas, miradas, muecas, y todo tipo de expresiones, una tras otra.
Acá abajo, con la emoción a flor de piel.
That's All Folks!
Gaucho Man
el fotogénico
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martes, 16 de septiembre de 2025
dossier especial: el señor buby
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